Besos para dormirte

Capitulo 1

Mil veces me han preguntado el porqué de mi dejadez ante los hombres, yo mil veces les he contestado que soy demasiado joven para interesarme por esas cosas.

El verano pasado en casa de mi tía Aida me presentaron a cinco hombres, o jóvenes porque yo no considero que sean tan mayores como los quieren hacer. Cierto es que uno de ellos, Jaime, me llegó a gustar de cierta manera. Pero a mis padres no les convenció, pese que sus padres tuvieron siempre un buen estatus social y él estudia en una buena universidad. Como ya se puede deducir sólo por lo que os he contado mi familia es muy tradicional, pese a que estemos en el siglo XXI.

Todos y cada uno de mis primos y hermanos se han casado con hombres y mujeres que ellos le han presentado, por estos datos me debéis de hecha unos treinta años por esta urgencia de todos por casarme, sin embargo no tengo más que diecinueve años y medio. Mis padres creen que antes del matrimonio el noviazgo ha de durar unos tres años como mínimo. Yo no tolero esto. Intento centrarme en los estudios pero últimamente esto me resulta imposible entre cenas, fiestas y reuniones.

Esto ya viene por lo menos desde el día en que decidieron mi nombre, y todavía no había nacido, recuerdo a mi madre diciéndome: <<Tú nombre María, no es un nombre cualquiera>>. Según mi madre, este nombre, es un nombre histórico, daba igual a donde te fueras por la línea de la historia, allí siempre encontrarías una mujer llamada María.

Así de extraña es mi familia, pero sin duda no la cambiaría por nada. Esta misma noche tengo una cena en casa, esta vez no es para búscame novio, sin embargo mi padre estará todo el día, bueno toda la noche, hablando con un nuevo socio de su empresa. Mi madre hará su deliciosa tarta de limón. Mi hermano traerá a su prometida, Ane Elisa, y ya estoy escuchando a mi madre <<Juan y Elisa tendrán unos niños preciosos>>.

Mi hermano y Elisa se casarán dentro de mes y medio. Ya tienen todo preparado, yo seré una de las cuatro damas de honor. Ellos viven juntos desde hace un año en una casa, que el padre de Elisa les regaló a las afueras de Roulan, en una urbanización. Viven muy cerca de nuestra hermana Lorena, que vive en un ático con su marido Emilio y sus dos hijos. Mis dos sobrinos llevarán las arras y los anillos al altar, les acompañaran dos sobrinos de Elisa, casi de sus edades.

Mi madre suele ir a visitar a Lorena cada mes, luego llaga a casa y no para de comentar lo que le gusta y lo que le disgusta de su visita. Pero al medio mes ya no se acuerda de lo malo y tiene ganas de volver cuanto antes. Esta tarde me he ido de compras con mi mejor amiga Ana, me lo he pasado genial. Por fin he desconectado totalmente de mis estudios y de mi familia. Me he debido de gastar unos cincuenta euros en accesorios para la cena de esta noche.

Quedan dos horas para la cena, y he de empezar a vestirme.