Días después.
-Hija, confiaré en ti. –dice mi madre al volante.
-No haré nada, mamá, además estaré con Jess. –asiente no muy convencida. –Y visitaré a Britt. –sonríe. Llegamos a la preparatoria y se estaciona al frente. Hay un bus con padres despidiéndose de sus hijos y algunos reprendiéndolos.
-Pórtate bien, Brook, es enserio. –asiento y me abraza. –Sólo...-suspira. –Piensa antes de hacer algo.
-Mamá...
-Eres mi bebé. –niego. –Te amo, cuídate mucho. –sonrío y me da un beso en la frente.
-Te amo mamá. –sonríe y nos bajamos, ella me ayuda a bajar mi maleta y me mira. –Mamá, si lo dices aquí saldré embarazada a propósito.
-¡Brook! –me reprende y me río. –Es enserio. –dice seria.
-Mamá...-le digo. –Me conoces, te amo y no haría algo estúpido, así que cálmate.
-Bien, solo por favor, llámame ¿Sí? –asiento. –Júramelo.
-Lo juro, mamá. –me abraza. –No te preocupes, conozco Nueva York.
-Lo sé, te amo.
-Te amo. –digo. –Ahora me iré, nos veremos dentro de una semana. –asiente. –Nos vemos.
-Nos vemos. –camino.
-¿Te ayudo, bonita? –dice Dylan y lo miro.
-Puedo hacerlo solita. –se ríe.
-Estaba siendo caballeroso. –me río.
-Bien. –le doy la maleta y la agarra. La mira mientras ríe negando, se agacha a buscar algo y lo miro curiosa.
-¿Te digo algo, bonita? –asiento esperando a que me diga que agarró. –No dejes estas cosas para que todos se enteren, yo no tengo problemas, pero creo que tú si. –agarra mi mano y me da algo, lo reviso y son condones. Mis mejillas se calientan rápidamente y lo miro.
-¿Tú los pusiste?
-¿Por qué lo haría, es tú maleta? –miro hacia donde está mi mamá que está sonriendo y niego.
-No los necesitaré. –se los doy.
-¿Y yo sí? –dice cómico.
-Corrijo, no los necesitaremos. –sonrío. –Ahora dáselos a alguien.
-Se los daré a Castle, estará muy activo. –caminamos. –Consiguió muchos números. –la guarda en el portaequipaje del bus y nos subimos, hay varios estudiantes sentados y riendo. Nos sentamos en un puesto.
-Puedes dormir en mi habitación, Jess se irá a dormir con su nuevo novio.
-Jackson.
-¿Así se llama? –asiente riendo. –Bueno, con él.
-Bien, acepto tú oferta, bonita. –sonrío.
-Que lindos. –dice Castle entrando. –Ustedes están juntos y a mi me toca ir con el hippie. –nos reímos.
-Sólo cámbiate de puesto, baboso. –dice Dylan.
-En eso estoy. –dice sonriendo pícaramente.
-Entonces no te quejes, sufre en silencio. –digo, nos reímos y niega.
-Se que dormirán juntos, así que esperen una broma de mí. -niego.
-Mejor no se los doy. –dice Dylan.
-¿Qué?
-Te iba a dar algo, pero mejor no. –me río.
-Solo hazlo. –niega.
-Dáselos, se dañaran y posiblemente muera si se le acaban. –digo riendo.
-Solo porque me convenció. –dice y se los da.
-¿Para qué los trajiste entonces? –dice cómico.
-Yo no fui, fue Brook. –lo golpeo.
-Cállate, idiota. –se ríen.
-¿Acaso yo los traje? –dice Dylan riendo.
-Idiota. –digo.
-Ya encontré un puesto. –dice Castle viendo hacia atrás del autobús. –Iré a charlar. –negamos y se va.
-Ahora no te diré una sorpresa que te tenía. –digo cruzándome de brazos.
-¿Qué...? Ah vamos. –niego aguantando las ganas de reírme. –Vamos, dime...-me abraza y me comienza a dar besos, me río.
-Es un lugar que quiero que conozcas, es lindo. –lo miro.
-Entonces quiero llegar rápido para ir. –dice sonriendo y sonrío.
-Perfecto, al lado de la parejita. –dice Casey y la miramos.
-Puedes cambiarte a otro lado, no tendrías problema alguno. –digo.
-El lugar que me pertenece esta ocupado por una zorra, bueno, por ahora. –sonríe de lado.
-Púdrete. –digo y ella se sienta.
-Solo ignórala, bonita.
-Si, está bien.
-Te amo. –dice entrelazando nuestras manos y sonrío.
-Yo te amo más. –sonríe y me da un beso en la mano.
-Oye, Josh, siéntate aquí. –dice Casey y Dylan lo mira serio.
-Buscaré otro puesto. –dice él.
-No hay más, así que vas conmigo. –Josh suspira y Dylan esta enojado.
-Hubieses cambiado de puesto. –le digo.
-Si...-lo miro que está viendo a Josh el cual Casey está abrazando. Niego y me levanto. –Espera, Brook... –me sujeta la mano y me suelto, camino hacia donde está Castle que hay un lugar vacío. Lo hizo a propósito, la zorra. Pienso y me siento. Dylan se levanta y se va acercando y lo miro seria.
-Bien, niños, siéntense tenemos que irnos. –dice el chófer. –Y me refiero a ti, Riley.
-Ahí voy. –dice de mala gana Dylan.
-¿Qué sucedió? –dice Castle.
-Aún sigue amando a tú hermana. –digo seria.
-¿Podrías ser más específica? –lo miro.
-¿Acaso tienes más hermanas? –suspira y el autobús arranca.
-Cálmate. –dice.
-Ni siquiera sé porque me sorprendo.
-Brook, cálmate. –lo miro. –Primero deberían hablar, él a veces suele decir estupideces.
-Bien.
Horas después.
La mayoría están dormidos, incluyendo a la chica que está con Castle, excepto él, me voy quedando dormida y mi teléfono vibra. Lo saco, es una llamada.
Llamada entrante desconocido...
-¿Si? ¿Quién habla? –digo medio dormida.
-*respiros*
-¿Aló?
-*Jadeos*
-¿Scott? –trancan.
-¿Todo bien? –me dice Castle.
-Si, no era nadie.
-¿Por qué mejor no vas con tú chico? Así duermes más cómoda.
-Está bien, sé que no me quieres aquí. –se ríe.
-Solo ve. –me levanto con cuidado y me siento donde estaba, Dylan está dormido, muevo su brazo con cuidado de no despertarlo y apoyo mi cabeza en su hombro acomodándome, cierro los ojos y me quedo dormida.
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El idiota de la motocicleta
Novela Juvenil¿Qué sentirías si dejaras tú vida de forma drástica para terminar en medio de la nada, junto con tú madre y su pareja? Esta es la historia de Brook Foster, una chica que tuvo que mudarse a Texas desde Manhattan, dejando toda su vida atrás. Una nueva...