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Shawn dejó su casa inmediatamente de que Emma se había marchado. Aquella cena resultó tal y como había planeado, aburrida y exitosa a la vez. Pensaba que por fin sus padres habían renunciando a la idea de que Shawn seguía claramente enamorado de Ave. Con esto, el chico se creía libre de todo tipo de suposiciones y miradas acusatorias de parte de su madre.

Ahora, un par de días después, el castaño se encontraba merodeando por las calles de la ciudad a altas horas de la noche. Estaba consciente, no se podía permitir el alcoholizarse y exponerse ante el mundo, era poco inteligente. Pero siendo aún un joven enamorado tomó la grandiosa decisión de ir por Ave. Se preguntaba si trabajaba los fines de semana en el supermercado.

Cuando el chico llegó lo primero que vió fue a su amada hablando con algún adolescente delgado portando una patineta en su brazo. Ambos se encontraban muy cerca, lo suficiente para que los celos de Shawn se presentarán. Permaneció en la calle de enfrente, observándolos desde un poste de luz, este solo iluminaba parte de él dándole un aspecto sombrío.

La noche era calurosa, pero Shawn siendo Shawn, traía una camisa de vestir azul fuerte, junto con sus clásicos jeans negros así logrando un look atractivo a la vista. Tal vez fue por eso que captó la atención de Ave años atrás. Era simpático, caballeroso y guapo, todo en paquete de uno. Por lo que Shawn se preguntaba el porqué Ave estaba con chico tan simple y poco llamativo comparado con el.

Segundos después, vió como como el chico sacaba unos cuantos dólares de su billetera y se los entregaba a la rubia, por su parte ella sacó un paquete que le fue imposible de ver a Shawn.

Se maldeció asimismo pero pronto se sumió en un mundo lleno de teorías contra la chica.

Una vez que el chico se fue, Ave se recargó en la pared y prendió uno de sus cigarrillos, disfrutó de él hasta que se percató del sujeto que la observaba acosadoramente desde la acera de enfrente. Pronto la chica entró al establecimiento tratando de recuperar un poco de seguridad.

—Ey, ey, ey, ya te he dicho que si quieres fumar que lo hagas afuera, sabes que soy sensible a esos olores —se quejó Tyler.

—Está aquí, ¡dios mío, está aquí! —exclamó la chica aterrorizada.

—¿Quien está aquí? —preguntó el hombre notando la preocupación de la chica en su rostro.—¿Ave? —la llamó pero no obtuvo respuesta.

Las puertas se abrieron, la chica sintió su corazón parar y deseó estar muerta en ese mismo instante.

—Necesitamos hablar —dijo Shawn acercándose a la caja donde Ave se encontraba parada pensado que era el escudo perfecto.

—No —logró decir.

Tyler pudo sentir el ambiente de la situación, vio la mirada pesada que cargaba el chico y supo que algo iba mal, por lo que decidió ayudar interviniendo.

—Ha dicho que no, amigo, deberías irte a menos de que vayas a comprar algo.

—No estoy hablando contigo —respondió Shawn enojado por el simple hecho de que le había dirigido la palabra.

—Ey, esta es mi tienda y si te digo que te vayas te vas —Tyler tomó el asunto serio y se acercó peligrosamente a Shawn.

La chica en la caja asumió su responsabilidad y entendió que no debía meterlo, este era su problema y no había necesidad de enredar a su buen amigo para salir de este. Técnicamente era una adulta y debía comportarse como tal.

—No te metas en asuntos ajenos, amigo —remarcó la última palabra e intentó acercarse nuevamente a Ave pero el gran y poderoso Tyler lo detuvo.

—Y yo he dicho que te retires, te lo pido de la manera más amable.

—Está bien —se armó de valor y salió de su puesto—. Puedo manejarlo.

—¿Segura? Porque puedo...

—Está bien —repitió—. Solo mantente cerca —dijo en murmuro, por si las dudas.

La chica salió de la tienda nuevamente con Shawn siguiendo sus pasos. Aún tenía el cigarro en la mano y se preguntó si de verdad podía manejarlo.

Shawn tomó agresivamente su cigarro y lo pisó contra el suelo.

—¿En qué te estás metiendo, Ave? —cuestionó, el enojo en su rostro era claro, y la forma en la que sus brazos se encontraban cruzados sobre su pecho no hacían más que incrementar su aspecto sombrío.

—No te incumbe —Ave volvió a sacar uno de sus cigarros y dio unos pasos atrás para encenderlo o para aumentar la distancia entre ambos.

—Bien sabes que si —le arrebató el cigarro.

—¿Por qué volviste, Shawn?

—El que hace las preguntas aquí soy yo.

—¿Ah, si? Te recuerdo que esta ya no es más tu ciudad, y no tienes ningún derecho sobre mi, así que aléjate de una vez por todas y regresa a la universidad de niños ricos de donde saliste.

—¿Qué fue lo que le vendiste, Ave?

—Que te valga.

La mirada de Shawn se oscureció y su paciencia estaba a una gota de derrumbarse. Claro, no era como si fuera capaz de contener mucha de esta.

—Te lo estoy preguntando de buena forma.

—¿Alguna vez te dijeron que eres un ser despreciable? Porque, créeme, lo eres —volvió a sacar un cigarro por tercera vez en la noche.

El chico, con la paciencia terminada, le arrebató la caja de cigarros y la tiró inmediatamente al suelo. Pasó una mano por su cabello y suspiró.

El no quería tratarla mal, pero era imposible que no se comportara como una perra total. Pensó Shawn.

Ave se acercó al castaño, deseando que aun tuviera el mismo efecto en el. Lentamente le quitó el cigarro que aún tenía en sus manos sin despegar la vista de sus ojos. De forma exitosa se alejó y se rió en su cara.

—Ya vete, Shawn —dijo la chica encendiendo su cigarro—. Ya no te queda más por destruir, ¿no te basta con verme de esta forma?, mírame, ya no soy la misma chica inocente de la florería a la que le encantaba atenderte, esa chica a la que la hacías feliz con un par de girasoles se ha ido y no hay rastro de ella.

—Siempre serás la flor más hermosa del lugar.

—Esa flor ya se marchitó.






Por si se lo preguntaban, yo me imagino a Tyler como Terry Crews 💕😂

Por si se lo preguntaban, yo me imagino a Tyler como Terry Crews 💕😂

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¡Oh, amor! ;Shawn Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora