Before the great act
Los días pasaban lentamente por la vida de Ave, afortunadamente el señor Barone visitaba a Will cuando la chica se encontraba fuera o dormida por lo que no se tenía que topar con el y su bastón más caro que la renta de su apartamento. Quien no se mantenía alejado de ella era Shawn, el chico pasaba sus tardes merodeando por el supermercado, por obvias razones permanecía fuera y la mirada amenazadora de Tyler nunca se apartaba de él.
Por fortuna le habían concedido la noche a Ave así que se encontraba en su departamento viendo a su madre modelar ante el espejo.
—¿Te gusta mi vestido? Me lo regalo el señor Barone.
Ave rodó los ojos ante la mención del señor de traje, era notorio que un vestido tan caro como el que portaba su madre había sido regalado por él. Esa noche era la tan esperada fiesta que había organizado el señor Barone en su casa. Por alguna razón este los había invitado, incluyendo a Ave, pero, seamos sinceros, bien sabía Ave que ella era la razón de tanta amabilidad por lo que rechazó la invitación.
—Te ves hermosa, pero deberías quitarte el suéter, no te deja lucirlo bien —comentó Ave sin cuidado.
—No, no, se mira bien así —se apresuró a decir su madre con un nerviosismo escondido. Gracias a su respuesta Ave supuso la razón.
Katherine era débil. Trató de dejarla tiempo atrás pero la angustia y tristeza la perseguía así hundiéndola en un mundo donde sus momentos de felicidad eran provocados por sustancias que a la vez la mataban sigilosamente.
—Como quieras, iré al supermercado a comprar unas cosas y devolverle la chaqueta a Tyler, los veo en la noche o mañana —murmuró lo último con cierto disgusto y se fue del lugar.
—No llegues tan tarde, ¡no deberías andar por la noche tú sola! —gritó su madre sin saber que Ave pasaba más tiempo en la oscuridad que ante la luz de un día agotador.
Después de todo, sabía que en el verano no caminaba sola, alguien de entre las sombras la acompañaba sin saber sentirse protegida o expuesta.
Aquella noche Shawn la seguía metros atrás, era él o un carro lujoso con un hombre que le doblaba la edad. Por el momento Ave prefería al chico, aún no sabía con que se metía al enfrentar al señor Barone.
Fue en una vuelta cuando Shawn la perdió para luego encontrarla en uno de los tantos callejones fumando un cigarro. Observó a su chica, la forma en la que se recargaba en la pared, los mechones rubios cayendo sobre su rostro, la luna acompañando su vista y la cicatriz en su muñeca que el mismo había provocado tiempo atrás.
—Maldito acosador —murmuró la chica tirando su cigarro hacia Shawn y pasando a un lado de él.
—Cariño, me halagas, de verdad, pero por favor no tires tus cigarros al piso ni mucho menos encendido —dijo recogiendo el cigarro y tirándolo a uno de los tantos contenedores de basura que había.
—Jodete —escupió con frialdad la rubia. Últimamente su vida se había vuelto más desgraciada que antes gracias a la llegada de Shawn y el señor de traje, pero supo que no era más que otra señal de que se avecinaba el momento. El gran acto.
—Solo te protejo, quiero lo mejor para ti.
—Secuestrarme en la cabaña de tus padres no cuenta como protección, idiota —salió del callejón y siguió con su rumbo mientras que Shawn le pisaba los talones.
—La ventana siempre estuvo abierta, pudiste saltar en cualquier momento.
—Oh, créeme, en ese tiempo no tuve el valor de hacerlo pero ahora me aventaría de un octavo piso solo para alejarme de ti.
—No sabía que me despreciabas tanto.
—¿Cómo no? A veces olvido que tu definición de protección es encerrar a alguien en una caja fuerte y esconder la llave para que nunca salga. Ah, claro, sin olvidar el hecho del maltrato psicológico constante. Solo una mierda de persona piensa así.
—Ave, eso es parte del pasado, ¿de acuerdo? Regrese aquí para solucionar las cosas, solo trató de darte lo mejor de mi, cariño.
—¡Ay, Dios! Deja de llamarme cariño, cada vez que lo haces me dan ganas de vomitar y correr. ¿Que no ves que te odio con toda el alma? Eres un ser repulsivo y lo único qué haces es acosarme fuera de mi ventana, por qué no te consigues una vida —la chica lo empujó llamando la atención de la gente que pasaba a lado de ellos.
—Ave, por favor, deja de comportarte como una niña inmadura, me haces quedar en ridiculo—dijo el chico un tanto molesto tomándola por el brazo.
—¡Aléjate de mi! —gritó la chica exaltada.
Captó la atención de la mayoría provocando un silencio abrupto. Comenzaron a cuchichear sin quitarles la mirada de encima. Vaya show que habían montado, justo como el los viejos tiempos.
—¡Bien! Maldita zorra. De seguro ya te acostaste con el viejo del bastón al que tanto quiere el imbecil de Will. Sabe que tanto le harás para que le haya dado un empleo —respondió el chico de la misma manera cambiando su humor repentinamente.
Ave paró en seco. Ese era el Shawn de antes, aquel chico castaño que pasaba de un te amo a un maldita zorra. Aquel chico que le había prometido la luna y las estrellas para luego recordarle que no era más que otra tipa que se había colgado de su dinero. Ese era Shawn Mendes, el que se hacía llamar un hombre pero no era más que el mismísimo mensajero del diablo.
—Bye, Shawn.
—¡Aún no terminamos con esto, Ave! —gritó desde lejos.
Eran la 1 de la mañana, Ave se encontraba en el supermercado comiendo un chocolate mientras conversaba con Tyler.
—De verdad, niña, no es que te esté corriendo pero luces cansada, aparte, nunca había conocido a alguien que se apareciera en su día de descanso al trabajo. Ve a dormir y disfruta lo que queda de la madrugada —le recomendó Tyler tendiéndole su chaqueta de nuevo.
—No, es que de verdad, no quiero irme aún, no todavía.
A Ave le dolía. La razón por la que se encontraba ahí no era una visita casual, era una despedida. Ese día, 3 de agosto del 2019, Ave contaba con el dinero suficiente para el gran acto. Era la última madrugada que iba a pasar con Tyler, el último chocolate que compartiría con él, la última vez que lo vería en su puesto como guardia de seguridad.
—Oh, no, no me digas, ¿es hoy, cierto? —preguntó insinuado el gran acto.
—Es hoy —murmuró la chica abrazándolo.
—Te quiero, niña, nunca lo olvides —se despidió sin más, ya había tratado de convencerla que el desaparecer hacia una ciudad fantasma no era lo mejor pero no hubo nada que la hiciera cambiar de opinión.
—Pensé que el irme no dolería pero luego te conocí —dijo al borde de las lágrimas.
—Escúchame bien, Ave. Eres importante, porque a nadie se le concede una vida como la tuya, y nadie tiene la fortaleza para sobrevivir como tú lo hiciste. Recuerda, eres una pieza especial para este mundo y harás cosas grandiosas. Dilo.
—Soy una pieza esencial para este mundo, y haré cosas grandiosas —repartió con una lágrima por su mejilla.
—Harás cosas grandiosas.
—Haré cosas grandiosas.
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¡Oh, amor! ;Shawn Mendes
Fanfiction"-Lo mataste". "-Lo matamos, ¿recuerdas? Juntos en las buenas y en las malas, cariño". Inicio (07/02/19) Final (Inconcluso) #1 en relacióntoxica