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—Te equivocas —respondió Ave al reconocer a Emma como la novia de Shawn.

Otros de sus miedos era involucrarla. No quería volver la situación más grande de lo que ya era. No quería que ella sufriera de la misma manera, no ella, ni nadie.

—Necesito hablar contigo —pidió tomando de su muñeca antes de que entrara por completo al lugar. Era un grito de ayuda.

Ave observó el agarre en ella y gracias a la mirada preocupante en su rostro decidió darle una oportunidad.

—Solo, solo acompáñame, mi descanso comienza en quince minutos.

La rubia resplandeciente siguió a la rubia apagada por el establecimiento, un par de veces trataron de ofrecerles los servicios a lo que ella se negó amablemente.

De cierta forma era impresionante su parecido, solo que una portaba perlas y otra deudas.

Ave se colocó atrás de la barra y se amarró su mandil, afortunadamente no era un día con mucha clientela, le daba la oportunidad de mantener una conversación decente con Emma. Quería terminar eso lo más pronto posible.

—No deberíamos estar hablando —dijo Ave limpiado la barra. Se preguntó cuál sería la reacción de Shawn al verlas juntas.

—Él dice tu nombre en las noches, incluso cuando tenemos relaciones, incluso cuando me besa —dijo Emma mirando los pálidos labios de la chica de enfrente.

—Lo siento —respondió al escucharla, se sentía culpable. Tal vez Emma amaba a Shawn y tal vez el sentimiento no era mutuo, todo por culpa de Ave.

La rubia con el mandil casi le gritaba "tómalo, te lo regalo, y haz lo que quieras con él, solo quítalo y aléjalo de mí".

—Su madre, Karen, me habló de ti, su boca no conoce el límite cuando está bajo las influencias del alcohol.

—¿Karen?, ¿Karen te ha hablado de mi? —rió amargamente.

—Me contó de esta chica llamada Ave Robinson, una linda rubia de bajos recursos, proveniente de un nido inestable, tóxico por así decirlo.

Ave se detuvo lentamente, se había tomado la molestia de elegir las palabras adecuadas. Al principio pensó que venía con malas intenciones, qué tal vez vendría con el propósito de alejarla de Shawn o marcar territorio, pero al ver sus ojos asustados supo que era como ella.

—¿Te contó la parte en la que me trató como una interesada? Siempre fui yo la mala influencia, la zorra egoísta.

—No luces como esa clase de chica —dijo causando una pequeña sonrisa por parte de la otra.

—¿Entonces como luzco?

—Luces como una persona asustada, como yo, pero no por las mismas razones, tal vez la misma persona.

Había dado en el clavo.

—Debes tomar algo a no ser que quieres que te echen —dijo tratando de evitar el tema por un segundo, y es que ya habían comenzado a verla con cierta desconfianza, aún quería saber porqué estaba ahí.

—Agua está bien.

Ave le dio una mirada rápida, sacó un vaso, un poco de hielo y una servilleta.

—A sus ojos esto tiene alcohol, te lo voy a cobrar como tal.

—Está bien, no hay problema —contestó sonriendo. ¿Cómo podía sonreír después de tanto? Era otra prueba de que Emma estaba llena de gentileza y amor, solo había escogido al novio equivocado.

¡Oh, amor! ;Shawn Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora