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Hace más de un año...

—¡Eva!

La castaña volteó con una sonrisa a lo lejos. Su cabello era largo y sedoso, lleno de ondas perfectas que caían suavemente sobre su espalda, su piel brillaba a contra luz y era tan suave como la superficie de un durazno, la mejillas llenas de un rosa entre anaranjado, sus hermosos ojos azules destellaban alegría y su sonrisa, sus sonrisa era magnífica. Ella era Eva.

—¡Shawn! —gritó la chica corriendo a los grandes brazos del joven esperándola. La cargó en ellos y dió una vuelta completa mientras compartían un beso. Sus risas se mezclaban y se esparcían en el viento, eran la máxima expresión de alegría.

—No tienes idea de cuánto ansiaba tu llegada, te esperé mucho —dijo Eva haciendo un caprichito.

—Solo fue un día —respondió el juntando sus cabezas y compartiendo el mismo aire.

Eran vacaciones de primavera y ambos chicos se encontraban en la gran y hermosa Italia. Los padres de Eva tenían un finca dónde la pareja pasarían su tiempo junto con otras amigas de la chica. Apenas eran adultos pero ya recibían más privilegios que obligaciones, en el fondo solamente niños, jugando a la madurez.

—Feliz aniversario —murmuró Shawn en su oído entregándole un anillo de oro.

La expresión de la novia era inimaginable, sabía bien que no era de compromiso pero significaba mucho para ella, pues había sido un regalo de su primer novio, de su primera relación sería.

—Felices 6 meses juntos —respondió también en murmuró colocándose el anillo en el cuarto dedo, admirándolo con profundidad.

—Espero que mi regalo esté listo hoy en la noche, justo en nuestro cuarto —dijo de forma juguetona en el cuello de la chica.

El castaño fue a su habitación correspondiente y se instaló para después salir a dar la vuelta con Eva y sus amistades. Siendo sinceros él no quería que ellas estuviera ahí, quería la semana para ellos solos, aparte de que las encontraba irritables. Una de ellas, en específico.

—Bien, espérame aquí, iré a probarme esto y en un segundo vuelvo, ¿okay?

—Okay, amor —respondió Shawn dandole un corto beso.

Eva era una chica tan dotada e inteligente, podía hablar inglés, español, francés e italiano a la perfección. Desde pequeña la habían inculcado para entrar al mundo de las artes, su padre cómo escritor y su madre como directora, tal vez el de ella era como actriz. Nacida en Italia y compartiendo nacionalidad americana, sus estudios en la NYU junto con Shawn los habían juntado, era el destino.

Su calidez y amabilidad habían sido la segunda cosa que más le llamó la atención a Shawn, la primera había sido su belleza. Era tímida y divertida, creatividad y decidida, casi perfecta.

La chica se fue junto con sus amigas dejando a Shawn fuera de los probadores, recargó su espalda en el sillón y cerró los ojos por un corto tiempo. Pronto una respiración a su lado lo sacó de su trance.

—¿Me ayudas con la cremallera? —preguntó Jenna señalando su espalda descubierta, su vestido negro era maravilloso y cualquier hombre podría caer ante el, pero no Shawn.

—Ese es el truco más barato que has sacado —contestó Shawn con brusquedad.

—No seas sentido, solo es un simple cierre, recuerdo cuando yo te ayudé a bajar el tuyo —dijo coqueta posando una de sus manos en la pierna del chico.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2020 ⏰

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¡Oh, amor! ;Shawn Mendes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora