Vierto el líquido caliente en la taza vacía, cuyo vapor asciende y me humedece mis frías mejillas. Dejo la tetera sobre la encimera y me apoyo sobre ésta, intentando organizar en mi mente todo lo que ha sucedido hasta ahora.
Logan está muerto.
Al pronunciar esas tres palabras en mi mente, siento cómo el pecho se me encoge en un desagradable nudo y cómo mi saliva se vuelve tan espesa que soy incapaz de tragar. Quizás Logan no era el mejor tipo del mundo, quizás lo había odiado más que a cualquier otra persona, pero tenía dieciocho años, y nadie tan joven se merece morir.
Cojo aire y yergo la espalda, intentando recomponerme. Agarro la taza caliente entre mis manos y salgo de la cocina, aún descalza y en pijama.
—¿Ally?
Alzo la mirada y encuentro a mi hermano en la mitad de las escaleras, mirándome fijamente con una mezcla de preocupación y confusión.
—¿Qué ocurre? —me pregunta.
—Vete a dormir, Tyler —respondo—. Mañana te contaré todo.
—Pero...
—Por favor —insisto.
Asiente, frunciendo el ceño, y vuelve a subir las escaleras. No es hasta que escucho su puerta cerrarse cuando echo a andar de nuevo hacia el salón.
Harry está sentado en el sofá, envuelto en una manta. Aun así, sus manos entrelazadas siguen temblorosas, y sus ojos, rojos e hinchados, no son más que una mirada perdida. No parece el mismo Harry arrogante e insoportable que llevo años conociendo. Ahora parece tan frágil como la taza que llevo entre mis manos, que en cualquier momento puede caer y hacerse añicos.
Me acerco hasta él y me siento a su lado, aunque no parece inmutarse ante mi presencia.
—Toma —le digo, tendiéndole la infusión de tila—. Te sentará bien.
Baja la mirada hasta la taza humeante y asiente, cogiéndola. Se la lleva a los labios y da un sorbo, aunque la deja ahí, contra su boca, como si el calor que el líquido desprende fuese lo único que necesita en este momento.
Nos quedamos durante varios minutos el uno al lado del otro, en silencio, aunque sé que el ruido de nuestra mente es suficiente para mantenernos ocupados. Miro el reloj que está colocado encima de la repisa de la chimenea, el cual marca las cuatro y cinco de la madrugada.
—Después del partido, nos fuimos a casa de Ethan Baker a celebrarlo. —La voz quebrada de Harry me sobresalta, pero enseguida me dispongo a prestarle atención—. Sus padres no estaban en casa, así que hizo una fiesta a lo grande. Fuimos muchísima gente. Estuvimos horas bailando y emborrachándonos, aunque creo que yo era el más sobrio de la fiesta ya que tenía que conducir de vuelta a casa —añade, soltando una risa carente de alegría.
»Entonces, mientras todo el mundo reía y se lo pasaba en grande, se escuchó un grito. Fue como en las películas: la música cesó de pronto y la gente estaba confusa. Todos comenzaron a salir al jardín, y cuando llegué yo, se habían reunido alrededor de... algo. Algunos comenzaron a soltar gritos de horror, y cuando alguien gritó el nombre de Logan... —Frunce los labios, intentando reprimir las lágrimas—. Me abrí paso a empujones, hasta llegar al centro... y allí estaba su cuerpo.
El labio inferior comienza a temblarle, y antes de que pueda evitarlo, las lágrimas comienzan a recorrer su rostro.
—Estaba rodeado de un charco de sangre —explica, con la voz rota—. Creo que le habían pegado un tiro.
—Dios mío —susurro, horrorizada, cubriéndome la boca con una mano.
—Me fui corriendo —sollozó—. Nada más que vi sus ojos sin vida, me fui. Huí. Le dejé allí tirado, Allison.

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Inside
FanfictionAllison y Harry, cuya amistad fue destruida años atrás, volverán a unirse para intentar resolver un misterioso asesinato que sacudirá sus vidas. No hay pruebas, y el pasado ha dejado una huella tan profunda en el presente que hará que todo resulte...