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ESPECIAL CUMPLE NOAH 2/2

DANIELLE

El viaje de vuelta a casa fue muy incómodo. Llevaba toda la noche sintiéndome mal a causa de nuestro pelea, y que preguntara si sus padres podrían llevarme en vez de él, me sentó todavía peor. Me dolió, pero sobre todo me cabreó. Yo no le había hecho nada, era él el que se empeñaba en seguir con sus jueguecitos. Nunca tendría que haberle besado, Noah nunca tendría que haberme vuelto a besar, yo no tendría que haber dejado que pasara.

Pero si tan poco me aguantaba, ¿por qué hizo lo que hizo en los probadores de Malibu Clothes? ¿Tanto estaba dispuesto a soportar por enrollarse con alguien? Era muy patético.

Y más patética me sentía yo por sentir algo por ese idiota. Estaba claro que, al menos por mi parte, los sentimientos habían crecido. ¿Y cómo no hacerlo? Nunca nadie me había hablado o tratado como lo hacía Noah. Todos los besos y las caricias y las palabras... Todo eso era algo nuevo y satisfactorio, hasta que me daba de bruces con la realidad para recordarme que quien me gustaba era Noah Adams, el chico más mujeriego e insensible que había conocido.

Cuando entré en casa, todos estaban ya en sus habitaciones o en el baño, así que tuve que esperar para poder darme una ducha. Decidí matar el tiempo y aprovechar para llamar a casa. Echaba de menos a Sam y Payton, y era verdad que últimamente apenas hablábamos.

–Hola, cielo–saludó contenta Payton nada más descolgar.

–¡Hola! ¿Qué tal os va por ahí? Ponme al día. 

–Pues a parte de mi trabajo y la escuela de Sam nada. Dice que está muy contenta con su clase y parece que está a gusto, aunque le hayan separado de alguno de sus amigos.

 –Eso es genial. ¿Está por ahí? Me apetece saludarla–Hice un puchero, aunque sabía que no me podía ver.

–La acabo de acostar. Esta tarde ha tenido cumple de uno de sus compañeros y ha venido agotada.

–Oh, pobre–dije algo decepcionada.

–Bueno, ¿y tú? ¿Qué me cuentas? ¿Qué tal te va en tu vida de universitaria?

Sonreí por el tono de su pregunta.

–Bien.

¿Me iba bien? A ver, las clases y todo lo que involucraba a la universidad sí. No tenía muchos amigos. En realidad no tenía ninguno. Y también estaba el tema de Noah. Así que más bien, teniendo en cuenta todos los factores, me iba regular. Aun así, no corregí mi respuesta.

–Me alegro, cariño. Y dime, ¿qué tal las clases? ¿Has ido de fiesta? ¿Y los chicos? ¿Hay alguno por ahí que esté interesante? 

Arrugué la frente.

–No pienso contestar a eso, Payton.

–¿A lo de los chicos o a lo de las fiestas? –bromeó– ¿Qué me ocultas?

Al instante ambas empezamos a reírnos. 

–No en serio. Ya sabes lo que te dije sobre salir. No está mal experimentar, pero ten cuidado.

–Lo sé.

–Y sobre los chicos...

Me preparé mentalmente para lo que podría venir ahora. 

–... tampoco está mal descubrir nuevas cosas, pero tomando precauciones. 

–Ay, por favor. Está bien. Es suficiente –me sonrojé, y miré hacia mi puerta. Nadie podía oír nuestra conversación porque era por teléfono, por suerte, pero aun así me alegré de que estuviera cerrada.

Maravillosa Excepción - Noah CentineoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora