Camila
—¿Mamá?— mi voz sonaba patosa. No podía moverme sin que sintiera que el brazo se me partiría de dolor. Cuando la puerta de la habitación del hospital en el que me encontraba se abrió, creí que sería a mi madre a quién vería primero pero no era ella. Tampoco mi padre, ninguno de los dos estaban aquí.
— Lo siento. No quiero asustarte o incomodarte, soy Max. Por favor no te muevas, el doctor dijo que necesitas reposar y no quiero robarte mucho tiempo— intenté moverme pero el dolor no me dejaba, no sabía quién era este hombre ni que quería conmigo.
— ¿Do-Dónde están mis padres? No se acerque. Por favor, no...
—No te haré daño, sólo quiero hacerte un par de preguntas. Lo prometo— ¿por qué me encuentro sola aquí? ¿De verdad jamás les importaré a mis padres? ¿Por qué no están aquí, conmigo? ¿Y si este hombre también quiere lastimarme?— Es respecto a lo sucedido ayer en la noche. El señor Rusell pudo ayudarla pero ahora se encuentra detenido y necesito de su-
— No lo conozco, no sé de quién me habla. Por favor váyase— ¿quién era el señor Rusell? Sólo... solo recuerdo a Logan lastimándome y luego me pareció escuchar la voz Stephen. Estoy segura de que alguien alejó a Logan de mí.
— Stephen. Stephen Rusell, fue él quién la salvó del joven que la atacó— era él, no había sido mi imaginación. Fue él quién me salvó de las asquerosas manos de Logan. Comencé a llorar nuevamente sin poder contenerme. Nunca me dijo su apellido, sólo sabía su nombre. Dolía, dolía el alma porque él me había abandonado después de haberme dicho que podía contar con su apoyo—Por favor no llore, le prometo que todo estará bien. Soy el abogado de Stephen. Él, está preocupado por usted pero no ha podido venir a verla porque lo detuvieron. Necesito que me diga lo qué pasó, sé que es doloroso volver a recordarlo pero si usted me dice lo sucedido, Stephen podrá salir hoy mismo.
— ¿Po-Por qué lo detuvieron?— él me salvó de Logan ¿por qué no se lo llevaron a él? Logan debería estar preso. El abogado notó mi desconcierto aclarándome de inmediato la duda.
— Lo apresaron porque golpeó al muchacho que te atacó y no tenemos los testigos necesarios para aclarar lo sucedido. ¿Tú estarías dispuesta a decirme cómo sucedió todo?— Lo miré a los ojos, más detenidamente por primera desde que ingresó a la habitación y asentí lentamente con la cabeza. El hombre parecía tener la misma edad que Stephen, se veía tan intimidante cómo él pero no tenía tatuajes como Stephen. Tenía los ojos verdes cómo los míos, aunque los de él eran un poco más oscuros, me resultaban familiar pero decidí no prestarle tanta atención. Si algo logré observar detalladamente desde que había conocido a Stephen, fueron los tatuajes que tenía en las manos y en el cuello. Y este hombre, mirándolo detenidamente, no tenía tatuajes expuestos a simple vista. Sin embargo, la apariencia de ambos era retadora, varonil y amenazadora. Dejé de mirarlo de esa forma porque se había dado cuenta de que lo estaba estudiando—Discúlpame por tutearte pero sería más conveniente si nos tuviéramos confianza. Pues a partir de ahora estaré ayudándote en lo que necesites como también a Stephen.
— ¿Por qué me ayudarías?
— Porque lo necesitas Camila.
— ¿Sabes mi nombre?
— Lo siento, tuve que preguntar tu nombre. Sé que no estás asesorada y quiero ayudarte para dar el siguiente paso. Tienes que denunciar a Logan Scott por lo que te hizo. Sobre todo si él-
— ¿Cómo sabré que no me dejarás como lo hizo Stephen? No podré denunciarlo si estoy sola. Logan vendrá por mí, mis padres no van a creerme y no permitirán que haga nada en contra de él. Si viene aquí, si él vuelve a agredirme, esta vez me matará— Max se acercó a mí tomando delicadamente la mano derecha cómo intentando consolarme, podía ver compasión en sus ojos.

ESTÁS LEYENDO
Lista para amar - DISPONIBLE EN LIBRERÍAS
RomansaStephen Rusell no sabía que se había perdido a él mismo, creía que todo había sido culpa de ese hombre. El hombre que así como trajo destrucción a su vida, le dará lo único que podrá salvar su alma. Pero... ¿estará listo para sufrir las consecuenci...