04| Perder A Alguien

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Valentina Copper.

Mis días parecían ir de mal en peor, estaba llegando tarde a mi cita con la doctora y aparte de ello, Becca me había llamado para sermonearme por irme de Los Ángeles sin avisarle y me comentó que comenzó el juicio contra su exnovio por la custodia de Josh.

Me sentía mal porque ella estaba en un mal momento y yo no podía consolarla, debía estar en una mansión atrapada con las personas que más odiaba en este puto mundo. Le estaba fallando a una persona que me importaba por errores que cometí en el pasado.

Bajé las escaleras corriendo al mismo tiempo que Hannah, ambas nos chocamos por accidente y ella me miró mal lo cual causó que yo la mirará mal. Sí, podíamos amarnos pero el hecho de que ambas estemos malhumoradas era razón suficiente para desatar una guerra.

— ¿Están bien?.— preguntó Nick quien había escuchado nuestros gritos.

— Fíjate por donde vas.— dijo mi amiga mirándome de mala gana.

— Utiliza tus malditos ojos.— respondí y ella se puso de pie para enfrentarme.

— Repítelo y te llevo directo a tu tumba.

— Con lo estúpida que eres seguramente acabas perdiendo mi cadáver.— dije con burla y ella sonrió de lado.

— ¿Qué les sucede?.— preguntó Pierce quien venía acompañado de Daisy.

— Oh, cuando están de malhumor suele crearse una guerra en la casa por cualquier motivo.— respondió nuestra amiga.— Estas son las consecuencias de vivir con dos personas de carácter fuerte.

Mi móvil vibró y observé la pantalla al mismo tiempo que Hannah, ella me observó confundida y me apresuré en bajar las escaleras antes de que hablará.

Miré sobre mi hombro antes de salir y vi que Alex estaba de pie en el borde de las escaleras con Thomas a su lado, ambos chicos nos observaban con el ceño fruncido pero le resté importancia ya que estaba llegando tarde al hospital.

Maldición.

{...}

— Unos meses más y lo más probable es que debamos hacerte un transplante de hígado.— comentó la doctora mientras observaba los resultados de mis estudios.— Honestamente, te estás equivocando en tomar esta decisión.

— ¿Hay otra manera de frenarlo?.— pregunté y suspiré.

Mi cabeza va a explotar.

— Aparte de las pastillas te inyectaré medicina por vía intravenosa ya que suelen actuar más rápido.— explicó.— Debes venir todos los días a horario.

— Lo haré.

Salí del consultorio y luego de algunos minutos me llevaron a una sala donde habían sofás y personas recibiendo sus medicamentos mediante sus venas, tomé asiento y esperé a que el líquido se mezclará con mi sangre.

— Luego de esto es muy probable que los vómitos se intensifiquen , te sientas cansada y tu color de orina cambie.— dijo la doctora quien estaba junto a la misma enfermera de ayer.

Pequeño Demonio: Caos ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora