SEPTEMBER (BTS - jungkook)

Capitulo 23

Hola,  tiempo sin leernos ¿Cierto? Lo sé. Perdonen la espera, agradezco a  quiénes aun leen esto (que estaban aún en su espera) y no culpo a  quienes ya no, también les agradezco. He regresado.

SEPTEMBER
capítulo 23

[23 de agosto 2013. 2:00 a.m.]

  La cabeza de Jimin se asomó por el umbral de la puerta  por veinteava  vez, Yoongi se había dormido finalmente pero él no se atrevía a entrar.  Desde su enfrentamiento con el peli-castaño no había vuelto a dirigirle  la palabra. De hecho, Jimin no había contestado a su duda y le había  hecho creer a Yoongi  lo  que tanto temía.  Nunca había visto al chico  tan serio como en esa ocasión, hasta se atrevía a decir que Suga era  otro. No sabía cómo había sobrevivido oculto.  Pero lo había hecho.  Podía darle un poco de mérito a Camyl. Cuando ella se enteró de que  Jimin estaba ahí le hizo el favor de no decirle nada a Yoongi.

  Los intentos por entrar a la habitación, habían fracasado totalmente,  Yoongi no se dormía. Estaba tan entretenido haciendo no sé qué, que no  se percatado en ningún momento de los ojos que le observaban a ratos por  el espacio abierto. ¿Tan molesto estaba? ¿En verdad le había afectado  tanto aquel tema? ¿Tanto como estaba haciendo con Jimin?  El peli-negro,  no sabía qué hacer, sólo estaba seguro de una cosa; era un completo  idiota. Pero se relajaba un poco al pensar que Yoongi también lo era. Él  no podía ser el único culpable. 

—Joder... —Jimin maldijo por lo bajo después de escuchar una puerta abrirse, era la habitación del padre de Yoongi.

  El corazón comenzó a correr frenéticamente. Pegado a la pared se  arrastró por el suelo en dirección a las escaleras, sigilosamente. Si el  señor Min lo atrapaba  en su fechoría no sabía que haría. No tenía nada  planeado pero seguro  se le ocurriría algo para decir. "Hola, suegro,  bonita noche ¿cierto?"  Jimin no pudo evitar soltar una amplia sonrisa y  siguió arrastrándose por el piso, o  eso hizo hasta que se detuvo de  golpe al observar como el corpulento señor Min parecía dirigirse a él.

  Jimin contuvo la respiración, lo había atrapado. Por primera vez en su  vida había sido descubierto, y fue ahí cuando se dio cuenta que el  haberse quedado de esa forma en la casa de Yoongi había sido una  bobería. Pero no lo había hecho por dos simples cuestiones: Suga aún  tenía su teléfono, y la otra era que, el irse significaba que Jimin  había estado mintiendo acerca de sus sentimientos, según el mayor. Cosa  que Yoongi ya pensaba.

—Yo... —Balbuceo Jimin al ver al hombre  más y más cerca. Estaba a punto de levantarse para  enfrentarlo pero el  señor Min pasó de largo hacia las escaleras y comenzó a bajarlas. Al  parecer estaba tan adormilado aún, que no había prestado atención al  bulto que había en el pasillo.

Jimin no se lo pensó dos veces,  se levantó torpemente del suelo y corrió hacia el cuarto donde estaba  Yoongi  y sin ningún cuidado se metió estrepitosamente cerrando la  puerta tras sí.

Estaba asustado porque el padre de Suga lo  descubriese, pero ese miedo no podía compararse a la silueta que lo  observaba desde la cama. A pesar de que estaba oscuro, Jimin podía jurar  que los ojos de Yoongi le estaban traspasando el alma. Lo había  despertado. Seguro el Sr. Min también lo había escuchado y ahora se  encontraba en terribles problemas.

— ¿Jimin,  qué diablos haces aquí? —La áspera voz del blanquecino le erizo la piel de los brazos.

  Min Yoongi apenas había alcanzado a dormir media hora gracias a los  pensamientos locos que había estado teniendo con respecto a Jimin. Tal  vez estaba alucinando, era tanto su deseo de que Jimin no se hubiese ido  de su casa que probablemente aquello era una simple alucinación. Estaba  confundido, cansado y un poco molesto aún. Su corazón comenzó a galopar  fuertemente cuando el menor se acercó hasta la orilla de la cama y le  permitió cerciorarse de que no se trataba de una mentira. ¿Qué estaba  haciendo Jimin ahí? ¿Qué acaso no se cansaba de jugar con él?