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-No estés nervioso, Joaco. Todo saldrá bien, cantas hermoso, todos ahí afuera amarán tu voz, te amarán a ti.

Por fin había llegado el día del festival y a pocos minutos de subir al escenario Joaquín no paraba de caminar de acá para ayá, tenía nervios, era la primera vez que cantaría para tantas personas.

-Vas a hacer una sanja -comento su amigo soltando una risita, Joaco paro y volteó a verlo a los ojos mientras se mordía las uñas.

-¿Tú crees que yo les guste? Ósea, mi voz, ¿crees qué les guste mi voz?

Su amigo dejo la botella que traía entre las manos sobre la mesa del salón, en el cual se encontraban solo ellos. Se acercó a el y lo tomó por los hombros.

-Escucha bien. Cualquier persona en su sano juicio se enamoraría de tu voz, joaco. Eres perfecto -dijo mientras lo seguía viendo a los ojos.

Joaquín se quedo sin habla ante las palabras de su amigo, no podía dejar de observar esos ojos color cafes oscuro que lo miraban fijamente. Sentía que le hacía falta aire y su cara arder. Pero él le traía calma, verlo a los ojos hacía que olvidara un poco sus nervios.

Pasaron unos segundos que para el parecían años. No sabía que hacer en esos momentos, el silencio se hacía un poco incómodo, ¿porqué de un momento a otro ya no estába viendo sus ojos, sino sus labios?. Con la respiración entrecortada y lentamente fue acercandose a el, no sabía que estaba haciendo, y el contrário no retrocedía. ¿Porqué sentía la necesidad de probar esos labios? Estaba a unos centímetros de el...

-Joaquín ¿estas listo? -la puerta del salón se abrió de golpe haciendo que ambos se sobresaltaran y se separarán de inmediato. Joaquín trago saliva aún más nervioso de lo que estába al princípio.

-S-si, estoy listo, Ren -se froto las palmas de su manos en su pantalon, había sudado un poco.

-Bien, entonces vamos -dijo Renata

-Si, si vamos -camino hacia la puerta y se detuvo a tan sólo de a ver dado tres pasos, volteó a ver a su amigo que aún se encontraba detrás de el.

-Emi, ¿vienes? -preguntó con una sonrisita nerviosa.

-No me lo perdería por nada del mundo -contesto devolviendo la sonrisa- pero ve primero, yo te alcanzo.

Joaquín asintió y salió del salón con Renata. Emilio soltó todo el aire que estuvo reteniendo, tuvo a joaco, a sú joaco a sentimetros. Se frotó la cara y respiró hondo.

-Tranquilo Emilio, tranquilo -se dijo a si mísmo. ¿Qué era lo que sentía joaquín? Exactamente, ¿qué sentía joaquín por el? 

Salió del salón en dirección a ver a su pequeño ángel cantar. Tenía que olvidar lo que había pasado, talvéz Joaco también lo haga.

✏ NOTAS ; [ emiliaco ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora