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Eran las 6:36 de la mañana y Emilio ya estaba despierto, había despertado con un mal presentimiento, no sabía de que se trataba, pero se sentía incomodo.

Después de que se bañó y se vistió, bajó las escaleras. En la cocina se encontro con su mamá y su hermana.

Caminó hasta el refrigerador tomó una manzana dándole una mordida.

-Buenos días -saludó sin ganas.

-Buenos días, nene. ¿Desayunaras? -pregunto su mamá.

-No tengo apetito.

-¿Porqué la mala cara? -esta vez le pregunto su hermana.

-No sé, no estoy de humor.

-Bueno, perdón.

Emilio ya no contestó nada a su hermana y salió de la cocina, paso por el estante donde dejaba su mochila todos los días y la tomó.

-¿No quieres que te lleve? -se asomó su mamá por la puerta de la cocina.

-No, hoy ire a hacer unas cosas. Así que mejor iré en mi auto.

-¿Qué clase de cosas, Emilio Osorio Marcos?

-Sólo saldré con alguien, mamá. Eso es todo.

-Por lo que veo no es con Joaquín -dijo Romina llegando hasta donde se encontraban él y su mamá -porque si no, no trajeras esa cara.

-Mejor cállate, Romina.

Emilio intento caminar hacia la puerta con la intención de irse pero su mamá lo detuvo del brazo.

-No te iras hasta que me digas con quien saldras.

-Saldré con Diego, mamá. Nada del otro mundo.

-¿Tu amiguito que babea por ti? Digo, aparte de Joaquín -se burló Romina.

-¿Qué? -preguntó Emilio confundido -¿El amiguito que babea por mi? ¿De qué hablas, Romina?

-Por favor, Emilio. Me vas a dacir que no te habías dado cuenta -al ver la cara de Emilio, Romina se dio cuenta que su hermano no sabia de lo que estaba hablado y rodo lo ojos -a ese niño le has gustado siempre, me di cuenta desde la primera vez que lo trajiste.

-¿Le gusto a Diego? -Emilio recordó los mensajes que le habia mandado su amigo ayer, si lo que decia Romina era verdad eso queria decir que los mensajes no eran una broma.

-¿Entonces te gusta Diego? -preguntó la mamá del menor quien se habia mantenido callada todo ese tiempo.

-¿Qué? No, no me gusta Diego -dijo Emilio poniendo atención de nuevo.

-Mamá ¿porqué haces esa pregunta? sabes que sólo tiene ojos para su sol -le hizo burla de nuevo su hermana.

Emilio la miro con mala cara y de nuevo caminó hacia la puerta pero esta vez si saliendo completamente.

En todo el camino hacia la escuela no habia dejado de pensar en Diego. No era porque le gustara, claro que no, pero no podía imaginar a Diego enamorado de él. Eran amigos desde hace mucho tiempo y no lo había notado.

Cuando llego a su salón se fue directo a su lugar, recargando su frente en la mesita de este, topándose con sus dos brazos la cabeza.

No queria ver cuando llegara Diego, no lo podría verlo a los ojos. Todos empezaron a llegar, se dio cuenta porque cada vez habia mas ruido en el lugar.

Alzó su cabeza cuando escucho una risa muy familiar, y vio a Joaquín riendo de algo con su compañera Azul.

El pequeño se miraba muy alegre compartiendo risas con sus amigos. Cerró sus ojos para poder guardar la imagen de Joaquín sonriendo. Hizo que su corazón se tranquilizara por unos momentos.

Las clases habían comenzado y ya queria salir corriendo de ahí, sentia la mirada de alguien clavada en su espalda, no hacia falta voltear para saber de quien se trataba, pero no se iba a girar para comprobarlo.

Cuando la campana que daba inicio al receso sonó, salió casi corriendo del aula. No se quería topar aún con Diego, no estaba listo.

Paso por un lado de Joaquín y este vio las intenciones del menor de querer hablarle. Emilio quería pasar de nuevo el receso con él, tomar su mano y acariciar sus cachetes, pero no se podía arriesgar a que Diego se acercara, así que lo paso de largo y pudo ver la cara de confusión de Joaco. Se sentia horrible.

Todo el descanso lo paso en la azotea. Siempre que quería estar solo subía ahí, era su lugar favorito en la escuela.

Ese lugar que fue testigo de sus berrinches y de algunas lagrimas cuando Nikolas visitaba a Joaquín en horario de escuela. No podía soportar verlos juntos, sentia unas ganas inmensas se patear todo, así que mejor subía a ese lugar donde se desahogaba sin que nadie lo viera.

Despues de que el descanso terminó bajó y las clases transcurrieron de nuevo. Ahora el sentimiento de no querer abandonar el aula se apoderó de él.

El timbre sonó y todos comenzaron a salir. Él también hizo lo mismo y al igual que en el descanso salió a toda prisa del salón.

Caminaba rápido por los pasillos de la escuela. Pensó que si salía de una menara rapida se podría escaoar y decirle a Diego que lo buscó y no lo encontró o alguna otra excusa se le ocurriría.

Ya estaba cerca de lograr su misión. Estaba a punto de salir del plantel.

-¡Emilio!

Y paró en seco. No, no, no. A esa voz no se le podía negar.


Ah miren son las 1 de la madrugada jeje

Si hay errores de ortografía háganmelo saber, gracias lxs amo

Y MIS DONITAS LOS EXTRAÑE 🍩❤

¿Emilio sale o no sale con Diego?

✏ NOTAS ; [ emiliaco ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora