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Ahora se encontraban viendo una película. Después de que Emilio terminara de comer su sopa insistió en ver una. Y con ese aspecto tan lindo no le podía negar nada.

Se encontraban viendo Sierra burguers, ninguno de los dos la habian visto antes y les habia entrado un poco de curiosidad.

Emilio se encontraba recostado en el pecho de Joaquín mientras este jugaba con sus chinitos. Estaba haciendo un poco de frío así que estaba tapados con  una cobijita de los ositos cariñositos, que según Emilio pertenecía a su hermana pero Joaquín sabia bien que era de él.

–Pobre chico –dijo Joaco viendo la película –obviamente yo también me sentiría un tonto si me hicieran eso. Hacerse pasar por alguien mas mandando esos mensajes y hablando con el. Perdonarla no sería fácil.

Emilio se tensó ante lo que el mayor dijo, le hizo recordar su situación.

–Pero lo hace porque esta insegura, digo, no sabe si el chico le va corresponder. Lo sigue haciendo porque no lo quiere perder –esta vez hablo Emilio.

–¿No sería mas facil hablar de frente?

–No es fácil, Joaco. No lo es.

Dicho esto siguieron viendo la película.

Ya eran aproximadamente las 7:30 de la noche y Joaquín tenía que regresar a su casa.

–Quedate a dormir –Emilio se encontraba haciendo berrinche en el sofá.

–No puedo, de verdad. Mamá ya viene por mi y tengo cosas que hacer.

–¿Qué cosas?

–Mañana lo veras.

–Emilio, ya deja a Joaco. Te miras feo haciendo berrinche –dijo Romina quien miraba divertida la escena.

–¿Joaco, me miro feo haciendo berrinche?

–No, no. Eres muy lindo.

–¿Oíste? –Emilio se dirigió a su hermana –dijo que soy lindo.

–Eso lo dice porque le gustas.

Romina subió rápidamente a su habitación dejando a los chicos en silencio pero no era un silencio incomodo.

–Romina es una tonta, no le hagas caso –dijo Emilio después de unos segundo.

–Romina tiene razón –dijo Joaco bajito pero aun así Emilio alcanzó a escuchar.

–¿Qué?

Un claxon se hizo escuchar afuera avisando que la mamá de Joaco habia llegado.

–Me tengo que ir –dijo el menor caminando hacia la entrada.

–¿Pero que has dicho antes?

–Nada, Emi.

–Espera.

Emilio lo detuvo sujetando su mano al mismo tiempo que lo giraba hacia el y lo abrazó fuertemente.

–Gracias por estar conmigo –le dijo Emilio en un susurro.

Miró su rostro unos segundo y pego su frente con la del menor cerrando ambos los ojos.

–Y quiero que sepas que lo de hace rato no fue por algún efecto de las pastillas como de seguro lo piensas. Estoy consciente de ello. De verdad te queria besar, Joaco.

Abrieron los ojos y nuevamente hicieron contacto visual.

–Y sin duda lo volveria a hacer... –Emilio acerco mas su rostro al del pequeño. Sus labios ya rozaban pero el claxon del carro de la mamá de joaquín hizo aparición de nuevo.

–Hasta mañana, Emi.

Joaco se separo de y salió de la casa.

Emilio no sabía que iba a pasar después de eso. No sabía como iba a reaccionar el menor mañana. Creo que ya estaba claro que ambos se gustaban.

Lo amaba, quería estar con él y Renata se podía ir al carajo.

No sé si esto contará como un maratón, pero aquí estoy, holis donis 🍩

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