Martin Garrix IMAGINAS

#33

Advertencia: No.

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Entraste emocionada a tu casa la cual compartías con Martijn, tu novio.

Le diste paso a tu mejor amiga y esta se adentró y se sentó en el sofá.

—Ya quiero ver el regalo de Martijn —chilló tu amiga.

—¿Regalo? ¿Por qué? —comentaste confundida.

Serviste un vaso de agua y le empezaste a dar sorbos.

—¡¿Qué?! —se altera tu amiga.

—¿Qué? —preguntas extrañada.

—Hoy es el día de San Valentín —comenta obvia.

—¡Ah! —dices—. ¿Apoco? Ni me acordaba —tomas otro sorbo.

Vez como tu amiga se da una palmada en la frente.

—Osea que, ¿no le compraste nada? Pensé que ya tenías el regalo, por eso no te pregunté si le ibas a regalar algo a Martijn, ya que estábamos en el centro comercial.

—Pues... No, no le compré nada, el 14 de febrero no es el único día en donde uno puede dar regalos. Aparte de que eso es muy cliché y casi no me gusta —acompañas a tu amiga en el sofá.

—Pero, tal vez sí le guste a Martijn —comenta tu amiga.

—Le daré su regalo cuando menos se lo espere —dices.

—Bueno.

...

—Hola —llega Martijn y te da un beso en los labios—. ¿Quieres ir a cenar?.

—Hola, cariño. No gracias, tengo un poco de espagueti —dices y éste sonríe—. Lo hice con mucho amor.

—Lo sé, amor. Como todo lo que haces.

Te percatas que Martijn no traía bolsas ni globos, o flores, venía solo. Sentiste por un momento feo, como una desilusión por las expectativas que daba tu amiga y que ninguna se cumpliera.

Se sentaron a cenar y charlaron de lo que les pasó en su día, tú, por supuesto, evitaste la conversación que tuviste con tu mejor amiga.

Después de la cena, vieron la televisión.

—Oye —dice Martijn.

—¿Qué pasó? —le miras a los ojos.

—Me gusta estar contigo, ¿sabes? —comenta.

—¿Enserio? No lo sabía —le sonríes.

—Ahora ya —se endereza para tomarte de las manos—. Te quiero tanto, lo siento por no traerte un gran regalo, y que el mío sea muy pequeño, pero es muy significativo —acomoda un mechón de cabello detrás de tu oreja.

—¿A sí? ¿Qué es? —dices curiosa.

Martijn se acerca a ti y después se separa.

—Esto —te entrega una flor del florero que tienes a lado.

Sonríes, tomas la flor y se la vuelves a dar.

—Lo mismo para ti —comentas.

Éste te besa, pero por dentro sus nervios le ganan, ya que en realidad el regalo está en la habitación donde los dos duermen, en la misma cama. Una pequeña caja que en su interior tiene un lindo anillo.

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JeJeJe

No me quedé sin regalo. Mis amigas me dieron cartas xd.

Las amo, y este capítulo lleno de miel xd va dedicado a todas ustedes... Yoooo, les doy mi valioso tiempo, porque me dejaron un chingo de tarea y yo aquí escribiendo cursilerías :v

¡Feliz día del amor y la amistad! Amigas.

Bye :3