Martin Garrix IMAGINAS

#37

Advertencia: No

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—¿Te dejó plantada? —la voz de sorpresa de tu amiga se escucha en toda la habitación.

—Sí —suspiras.

—¿Por qué?

—Ay, no lo sé —le pegas al colchón y miras a tu amiga con decepción—. Prefirió a su amiga que a mí.

—¿Cómo?

—Hace unos días la amiga de Martijn llegó a esta ciudad, venía de Amsterdam para pasar las " vacaciones" acá —haces comillas con los dedos en la penúltima palabra—, él fue por ella antier al aeropuerto y hasta la fecha no a venido para acá. Ni siquiera vino a la cena que le preparé.

Tu amiga te mira con tristeza. Pasa su mano por tu espalda.

—Ven —toma tu mano.

—¿A dónde?

—A una fiesta —te jala, haciéndote parar de la cama.

—Pero...

—Pero nada —te interrumpe—, estará muy cool ir sólo tu y yo, creeme, no te aburrirás. Será una fiesta muy muy muy escandalosa. Rápido, alistate que ya va a empezar.

Con tus pocos ánimos te levantaste de la cama, tomaste tu toalla y entraste al baño.

Cuando saliste te diste cuenta que había un top negro con un short de mezclilla en tu cama.

—¡¿Ya saliste?! —escuchas como te grita tu amiga afuera del cuarto.

—Sí.

—Ahí está tu atuendo, alistate rápido —te dice.

—Está bien.

...

—Siento que fue mala idea esto —miras al rededor del estacionamiento.

—¿Por qué lo dices?

—Por las parejas que se están besando en esas esquinas.

—Ven, no te fijes en eso.

Y como lo había dicho tu amiga, la fiesta que les esperaba era muy escandalosa. Desde el estacionamiento se escucha la música a todo lo que da.

—¡Vez! ¡Está muy buena! —grita tu amiga para que la escuches.

—¡Sí!

Entre más tiempo pasaban las dos ahí adentro, más se prendía su visita. Un chico palmeó un glúteo de tu amiga, a ésta no le importó mucho, pues el chico no estaba nada mal. Pero ante tus ojos, todo fue muy diferente, ese chico le había faltado al respeto a tu amiga.

—¡Oye! ¡¿Podrías dejar de ser un estúpido?! ¡No la vuelvas a tocar! —le gritaste al chico.

Tu grito atrajo la atención de otro chico, pero no fue el único chico.

—Oye, tranquila. Sólo fue un pequeño golpe —un chico rubio llegó a tu lado sin ningún previo aviso. Tan inesperada fue su llegada que hasta diste un pequeño salto del susto.

—Puedes... Alejarte —empujas su pecho.

—¿No te gusta que me acerque? —pregunta éste.

—La verdad... No —tratas de moverte, pero rápido sus manos atrapan tus brazos.

—No te irás, preciosa —se acerca a tu cuello y empieza a besarlo.

Trataste de quitarlo, pero el se volvía mas brusco contigo.

—¡Quitate! —gritaste.

Sus labios succionaron tu cuello dejando una marca. Acto que hizo despertar a la bestia interior de un chico, que, aunque esté a unos cuantos metros de distancia, sus ojos azules se percataron del movimiento.

El chico no logró sacar sus labios por si sólo, ya que una gran mano cayó en el cuello de su camisa y lo jaló, apartándolo de ti.

No lo pensó dos veces y lo golpeó tan fuerte que éste prefirió alejarse rápidamente.

—¡¿Pero que de...?! ¡¿Martijn?! —por primera vez pudiste ver lo agresivo que se podría poner tu chico al defender algo que es suyo.

—Ven —Martijn jaló de tu brazo y te arrastró por toda la fiesta hasta llegar al estacionamiento.

No era el mismo lugar donde tu amiga estaciono su coche, por eso no viste su lamborghini.

—Espera, Mart... —tratas de separarte de su agarre.

—¿Por qué? ¿Por qué tenías que estar aquí? ¡Mira como te dejó! ¡Mira tu cuello! —lo toca sin ningún cuidado alguno—¡No debiste poner un pie aquí! ¡No debiste! —te toma fuertemente de los hombros.

—¡Gerard, me estás lastimando! —gritas.

Éste te suelta bruscamente y tapa su rostro con sus manos.

—Yo... Yo lo–lo siento, yo... Perdón. No era mi intensión lastimarte, sólo que... ¿Por qué estás aquí?

—Tu no mereces una respuesta alguna, Gerard.

—¿Qué? —te mira atentamente.

—Lo que escuchaste.

—Oye, sí merezco una explicación. Éste lugar es peligroso para ti, casi te... Te... Agh —gruñe.

—Te fuiste. Ni siquiera fuiste a cenar a mi casa, una cena que tú —lo señalas—sugeriste, y yo como una estúpida te esperé. Ni siquiera me pudiste avisar con anticipación que no ibas a ir por estar con tu amiga.  ¿Tanto te costaba decirme "no iré a esa tonta cena porque prefiero estar con la chica que me trajo muchos problemas en el pasado"? —tu vista se empieza a nublar por las lágrimas contenidas.

—¡Estaba ocupado! —grita—. Yo te advertí que si andabas conmigo, muchos planes no se cumplirían, la cena es una de esos planes...

—Ni siquiera fuiste a una entrevista, o a un concierto. Fuiste por ella al aeropuerto, y no volviste.

—¡Quería pasar tiempo con ella! ¿Sí? ¡Tiene tiempo de que no la veo! —suspira—. Es mi amiga.

Asientes, Martijn deja escapar el aire contenido y se acerca a ti para abrazarte, pero te apartas y cruzas tus brazos.

—¿Ahora qué? —pregunta.

—Tienes razón —te mira confuso—. Hay planes que no se pueden cumplir, lamentablemente yo soy la única que sale afectada con ello.

—Espera, ¿qué estás...? —estira su brazo para tomarte, pero te quitaste, dejando a medias la pregunta.

—Ve —señalas las escaleras que hace unos minutos los dos bajaron—. Hay alguien allá arriba que sabrá entenderte y que no le dolerá tu ausencia.

Miras la salida del estacionamiento.

—¿Qué estás tratando de decir? —pregubta desesperado.

—Esto se terminó, Martijn. Aquí termina todo, ya no habrá ningún "nosotros" —te acercas lentamente a la salida. Sonríes y te vas del lugar.

—No, no, no, ¡no! —corre pero no te alcanza, ya no estás ahí—. No me puedes hacer esto, no te puedes ir.

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No sabía como terminar esto, así que ahí lo dejé, je je je :3

Ahí ustedes inventen uno con su imaginación jiji.

¡Holaaaaaa! He vuelto, para nunca más irme, ok no, jaja, si me iré, de nuevo.

Es que, se me cortó la inspiración, aparte de que no tenía tiempo de pensar, ya que estuve ensayando una obra de teatro jaja.

Y ahora tengo vacaciones, pero tengo un chingo de tarea :'(

I love u, morritas.

Bye :3