Capítulo 17

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POV Alba

Cuando Natalia y yo llegamos al campo de Quidditch ya están prácticamente todas, excepto María, que aún está bajo los efectos de la cerveza de mantequilla, y Sabela, que está vigilándola para que no haga una de las suyas.

Julia está sentada con Dave y Carlos. Parece que ya han arreglado lo que fuera que les pasara, aunque tampoco les iba a durar tanto, al final y al cabo se necesitan. Igual que yo necesito contarle a Natalia como me siento. Carlos me saluda con la mano y me siento a su lado, él me rodea con un brazo y yo aprovecho para apoyar mi cabeza en su hombro.

—¿Me has echado de menos?—pregunto bromeando.

—Mucho.—contesta ironico haciendo que yo le de un pequeño golpe en el brazo.

En ese momento aparece Peeta, con su túnica de Hufflepuff y con los colores de su casa pintados a rayas en la cara: amarillo y negro.

—Harry tenía razón, si que eres un fanático  a este deporte.—le dice Dave.

—Cuando empecéis a entender el juego ya veréis que también os gustará.—afirma orgulloso.

—¿Como funciona el Quidditch?—pregunta Natalia.

Peeta se queda un momento en silencio, calculando como nos lo va a explicar.

—Es como una especie de fútbol-baloncesto aéreo, los jugadores juegan encima de sus escobas. El partido termina cuando los buscadores  atrapan la snitch dorada.—explica finalmente.—Se dice que el récord está en 3 meses de partido.

—¡¿3 meses?!—exclamo sin poder evitarlo.—No nos vais a tener aquí 3 meses ¿no?

Peeta simplemente se ríe y niega con la cabeza.

—No, durará poco más de una hora.—me tranquiliza—Luego celebramos una fiesta en honor a la casa ganadora.

Nadie nos mencionó nada de una fiesta. Voy a preguntar pero Natalia se me adelanta.

—¿Fiesta?—cuestiona.

—Si. Esas celebraciones dónde suena musica muggle, se bebe, se baila...—procede a explicarle Peeta.

—Ya sé lo que es una fiesta.—replica ella.— Solo que nadie nos había dicho que había una fiesta luego.

—Pues si que la hay. Espero que os controleis.—añade él.

—A Palmera le va a encantar esto.—dice Dave provocando una carcajada por parte de todas.

—Por cierto—interrumpe Julia— ¿Dónde están María y Sabela?

Natalia y yo nos miramos sin poder evitar sonreír. No deberíamos reírnos de María, realmente está mal, pero la situación se veía muy graciosa. Julia alza una ceja esperando nuestra respuesta.

—Sabela está cuidando de María.—explica Natalia.

—¿Y María...?—insiste ella.

—Bebió demasiada cerveza—termino yo.

—Pero si la fiesta es luego—dice Carlos.

—Pues ya ves.

Unas trompetas resuenan por todo el campo indicando que va a empezar el partido, se colocan todos los jugadores en el centro con sus escobas y la multitud enloquece. Yo ni siquiera sé cómo funciona el juego, pero cuando presentan a Hufflepuff no puedo evitar levantarme y chillar como Peeta para animarles, al fin y al cabo somos de la misma casa. Natalia me mira negando con la cabeza y suelta una pequeña sonrisa. Amo como suena su risa y lo feliz que se la ve.

—¿Que tiene tanta gracia?—le pregunto.

—Te ves muy tierna animando como loca a tu casa.—suelta de repente haciendo que me sonrojara.

—¿Y eso te parece gracioso?—replico tratando de volver mi color habitual.

Ella se encoge de hombros y devuelve su mirada al partido. Me cuesta un poco entender cómo funciona este deporte, pero finalmente lo comprendo y termino dejándome las cuerdas vocales para darles apoyo moral a mí equipo. Carlos y Dave también están muy animados, parecen orgullosos de ser Hufflepuff. La verdad es que están dándonos un muy buen partido, van empatados 40-40, está muy reñido, pero aún no han atrapado la Snitch y estoy deseando que la atrapen ya. A pesar de que me gusta mucho ver el juego no tengo ganas de estar aquí plantada tres meses esperando a ver cómo personas subidas en palos de madera persiguen una bola dorada escurridiza. Aunque dicho así suena un poco ridículo. Los buscadores, Draco y Summerby, llevan un buen rato peleándose por la snitch, están ambos apunto de atraparla pero se les resiste. Tan apunto que Draco la roza con el dedo pero se le escapa. Natalia pega un brinco decepcionada. No ha dicho nada durante todo el partido y sé que lo está disfrutando mucho pero no quiere ponerse fanática. Está tratando de controlarse.

—Si al final estás disfrutando el partido y todo.—le digo.

—Yo no dije que no lo estuviera haciendo.—constesta.

—Lo sé. Pero tampoco estás disfrutandolo al máximo. ¿O me equivoco? Si por ti fuera ahora mismo estarías chillando como una loca a tu equipo. Pero te mueres de vergüenza.—afirmo confiada.

—Eso no es verdad.—murmura.

—Tan verdad como lo mucho que te quiero.—suelto inconscientemente arrepintiendome al momento.

—¿Que has dicho?—pregunta Natalia para que lo repita.

—Nada—me apresuro a contestar.

—Nada no. Dijiste que me qu...

No la dejo acabar porque rápidamente alargo mi brazo hasta las pinturas de Peeta para untar mi dedo en la tinta negra y manchar la mejilla de Natalia antes de que pueda acabar su frase. Ella abre la boca bastante sorprendida.

—¿Acabas de...?—dice incrédula.—Te vas a enterar.

Entonces se empapa las manos con pintura mientras me rodea por detrás para intentar marcharme la cara. Yo lucho inútilmente contra ella, me estoy riendo tanto que siento que en cualquier momento voy a dejar de respirar. Pero me da igual porque estar con ella así es la mejor sensación del mundo.

—El tonteo lo dejáis para la fiesta.—dice Dave molesto concentrado en seguir el juego.

Natalia y yo nos sonrojamos y volvemos a nuestros asientos. Finalmente gana Hufflepuff, cosa que causa un gran revuelo ya que hacía tiempo, según me han dicho, que no ganaba nuestra casa. Natalia a regañadientes me da la enhorabuena por la victoria de nuestra casa. Es tan bonita...

—¿Listas para la fiesta?—pregunta Peeta.

—Listas. —dice Natalia lanzándome una mirada desafiante.

Los Juegos de OT || ALBALIA || JULRIGHT ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora