Capítulo 22

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POV Alba

—¿Los "refuerzos" son un gato?—cuestiona Dave.

—No les hagas caso Goose—susurra la chica rubia al animal—Te subestiman.

—Subid a la nave—ordena Katniss— Carol nos llevará a Chicago donde se llevará a cabo la ceremonia de Elección. Estaréis un tiempo entrenando y luego llegaran el resto de refuerzos para librar la guerra.

—No quiero iniciar otra guerra—replica Noelia.

—Tranquila, no vamos a empezar ninguna guerra—asegura Carol—Vamos a terminarla.

Acto seguida desaparece dentro de la nave junto a Katniss quien nos hace señales para que las sigamos.

Antes de que pueda dar un paso noto como alguien me agarra del brazo y me gira para quedar frente a frente.

—Luna dice que necesitarás esto—me dice Harry tendiéndome una ¿Varita?

—¿Que? Yo no puedo usar magia.

—Simplemente cógela. Y cuando termineis con esto, ven a verme.

—¿Como se supone que la voy necesitar si no se usarla? Soy una muggle—insisto.

—Alba, Panem no siempre ha estado aislado—apunta.

Sin resolver ninguna de mis dudas se va por dónde ha venido dejándome completamente confusa ¿Por qué me ha dado una varita? ¿La necesitaré? ¿Que me ha querido decir con Panem no siempre ha estado aislado? Significa eso que mis antepasados...No, eso es una locura. Además mi madre me lo hubiera dicho. O eso creo.

Oigo a Natalia gritarme de lejos y eso me saca de mis pensamientos, cosa que agradezco. Me meto la varita dentro de la manga derecha y me dirijo hasta donde está ella que me coge la mano para entrar dentro. Es mucho más grande de lo que aparenta. Carol está sentada en el asiento del piloto y el gato, al que ha llamado anteriormente Goose, está sentado en el asiento del copiloto. El resto estamos detrás admirando cada rincón y detalle.

—Más alto, más lejos, más rápido. Agarraos—dice Carol con una sonrisa.

Aprieta varios botones del comando y comenzamos a elevarnos. Al no estar acostumbrada me desestabilizo y Natalia me tiene que sujetar. Sin previo aviso la nave coge tanta velocidad que tan solo Katniss, quién ya se lo esperaba, consigue mantenerse de pie. El resto caemos al suelo torpemente.

—Definitivamente prefiero los palos voladores—balbucea María mareada.

—Escobas—le rectifica Natalia.

En apenas veinte minutos ya hemos aterrizado, desde luego esto es mucho más rápido que las escobas voladoras. Cuando pisamos tierra firme todas nos sentimos mareadas y nos cuesta enfocar. Excepto Carol, Goose, y Katniss que estan en perfecto estado.

—Espero que tengáis clara vuestra facción, pero por si no la tenéis clara, antes vamos a hacer la Prueba de Aptitud—anuncia Katniss.

—¿Eso que es?—pregunta Marta.

—La Prueba de Aptitud es una evaluación que consiste en examinar las aptitudes de cada persona o la disposición de este a las características que definen a cada una de las cinco facciones—explica.

—En otras palabras, es un indicador sobre la facción que una persona debe elegir, pero luego cada uno toma su propia decisión—aclara Tris, quién acaba de aparecer al lado suya—Y será mejor que empecemos ya.

Katniss y Carol se van juntas, acompañadas del gato, y nos dejan solas con Tris. Ella nos explica més detalladamente en qué consiste la prueba y como se lleva a cabo. No me hace mucha gracia que me tengan que meter un suero, pero doy por hecho que no tengo más opciones.

Tras andar un par de calles ya hemos llegado al recinto. Nos meten dentro de una sala y nos van haciendo entrar de una en una a otra habitación más pequeña. He calculado mentalmente cuanto dura cada prueba, y suele durar unos diez minutos, menos la de Julia, entre ella y la siguiente tan solo pasan tres minutos, lo cual es muy raro. Cuando me llaman a mí Natalia me aprieta la mano y me da un corto beso antes de dejarme entrar. La sala no es muy grande, están todas las paredes recubiertas de espejos y en el centro hay una silla de dentista dónde me indica Tris que me siente.

—Estate tranquila, no duele, creeme—me tranquiliza ella.

Me tiende un pequeño recipiente transparente con un líquido amarillento que supongo que es el suero. Me lo trago de un sorbo, y aparezco en la misma habitación pero sin la silla ni Tris. Delante de mí se alzan dos pequeñas columnas que me llegan por la cintura, la primera contiene un trozo de queso, y la segunda un cuchillo.

—Alba, debes escoger uno—resuena la voz de Tris por la habitación.

No me lo pienso mucho y alargo mi mano hasta el queso. Entonces aparece un cachorro de perro en los huesos, desnutrido y con expresión triste. Tengo la necesidad instantánea de ayudarme, así que le tiendo el queso, el menea la cola feliz por mi gesto. El escenario cambia y aparezco en un autobús dónde un hombre me pregunta si conozco a la persona que sale en la primera página del periódico que está leyendo. Por alguna razón extraña razón siento que le conozco de algo, pero si le digo la verdad presiento que algo malo va a pasar.

—Lo siento, no le conozco—miento tratando de parecer convincente.

—Porfavor, si lo supieras me ayudarías mucho, tan solo necesito que me digas quién es.

¿Ayudar? Yo quiero ayudarle, es un instinto que me viene de familia, siempre me han inculcado la empatía, y, si yo pudiera ayuda, me gustaría que de verdad me ayudarán. Así que finalmente le digo quién es esa persona.

La simulación termina y me despierto desorientada en la misma habitación, esta vez sentada en la silla y con Tris tocándome el hombro.

—¿Estás bien?—me pregunta.

Asiento y me levanta de la silla para llevarme hasta un ordenador. Me señala la pantalla dónde supuestamente está mi resultado de la prueba, aunque yo solo veo garabatos y no entiendo nada.

—Tu resultado es Abnegación—me aclara.

Los Juegos de OT || ALBALIA || JULRIGHT ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora