Hysteria |Kookv|

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Un simple mandado. Comprar la verdura y fruta de la semana. El señor Minho le encargó mucho dinero, debía tener cuidado en no perderlo.

Jackson estaba a su cargo, así que sería fácil ir de un lado a otro sin problema. Es lo que todos pensaban al no tener a sus hijos cerca. Pero para ese chico de cabellos castaños se sentía solo y emocionalmente nervioso de no estar agarrado de la mano con alguien o estarlo cargando.

No recordaba como es que Jackson llegó a su vida. Pero no hacía falta porque lo cuidaba desde el primer día que nació. No existía una marca que le indicará estar atado a alguien. O no que recuerde.

Llevaba consigo un pedazo de metal para poner ahí los costales con todo lo que se le pidió. Sería más fácil de transporte por todo el mercado.

Vió, analizó y tocó para después comprar cada cosa se le presentaba. Cómo su padre le decía "Siempre revisa lo que te vendan" se refería a la ropa o la fruta y verdura para checar si estaba bueno pero el "Siempre" le decía que revisara cada una de las cosas. Gracioso, sí. Pero lo realizaba.

Casi a medio día tuvo que volver y recorrió nuevamente todo el mercado. Salió a las calles para esperar el autobús pero algo que no vio venir es que varias personas de su edad saliera temprano de la escuela. Justo a esa hora y ese día. Lo sabía por el uniforme.

Eso lo puso nervioso, sudando un poco pensando que todo mundo tenía su mirada clavada en él como siempre. Juzgando cada palabra que decía, cada acciones que realizaba. Incluso cada pensamiento que pasaba por su mente. No. Debía tranquilizarse o si no le daría un ataque de pánico. No. Su deber era regresar a casa sano y salvo con las cosas para Jackson, pronto le necesitaría sino es que ya lo hacía.

Tuvo que esperar al segundo autobús porque el primero venía un poco lleno y con todos los alumnos tomando el mismo. No hubo espacio para él y otras personas más.

Al sentarse se puso incómodo que alguien tomará asiento a su lado. Pero la sonrisa del joven a su lado lo tranquilizo.

-Hola-le saludó el mismo chico. ¿Le hablaba a él? Lo dudo unos segundos antes de que se presentará-Soy Baekhyun. Es la primera vez que te veo por aquí...¿Cómo te llamas?-

-Tae... Taehyung...-

-¡Un gusto! Vaya...debes venir de muy lejos. No hay chicos tan lindos en esta zona...como tú-

El Omega se sonrojo en demasía por el halago. Era la primera vez que alguien que no fuera su familia se lo decía. Choi era la que más le recordaba su belleza aunque no le creyera del todo.

...

-Y... él...me dió...un...beso en la...en la me-mejilla- El castaño tocó el lugar mencionado recordando los suaves labios del chico. Ese chico que lo traía loco desde hace tiempo. Le gustaba demasiado y ahora que le besará. Era un sueño.

-¿Y está vez sí quiso salir con Jackon?- Preguntó la señora Choi sentando al otro lado de la mesa tejiendo un suéter roto de la vecina. Su rostro no era de mucho agrado.

Estaba feliz de que Taehyung estuviera feliz y risueño por un alfa. Lo conocía por dejar al Omega en su propia casa alguna vez. Pero no le caía bien desde que notó el desagrado por el su sobrino favorito.

Taehyung por su síndrome le impedía identificar muchas cosas. Dentro de ellas estaban las indirectas. No podía entenderlas por las que se las repitieras tampoco las cosas de doble sentido. Le tenían que decir las cosas tal y como eran para que pudiera comprender la situación.

Baekhyun. No le importaba. Ni siquiera estaba enterado de que tuviera un defecto. Simplemente pensó que era demasiado inocente y muy tonto como para entender las indirectas. Y eso era lo mejor. Era tan "idiota" según él que resultaba perfecto para lo que necesitaba.

Pero no quería involucrarse mucho con su hijo. De hecho, le irritaba pero no sería obvio si quería conquistar al omega.
Así que le pedía de favor no traer al niño con excusas baratas que sólo el las creía.

"Tal vez la próxima ves...es que quiero estar contigo. Disfrutar el día nada más contigo"

"A los niños les hace daño salir en este clima, no se vaya a enfermar"

"Es que a ese lugar no dejan entrar niños de esa edad"

"Jackson se aburrirá, llorara"

"Le puede pasar algo si sale"

Choi y Minho sabían que no era bueno para él pero se veía tan feliz que no querían romper su ilusión.

Jackson incluso se sentía mal de que su padre se fuera mucho tiempo y lo dejara. No le molestaba estar al cuidado del resto de su familia pero como buen niño pequeño le lloraba a su papá.

Tae era tan ciego y se dejaba comprar por tan poco, cuando valía demasiado. Unos chocolates, unas rosas, unas salidas. Todo eso creía que eran los mejores regalos del mundo aún sí tenía que dejar a su hijo en casa para poder salir con el alfa.

La gente tiene malas intenciones y Baekhyun sólo tuvo que esperar poco tiempo para que el Omega cayera rendido a sus pies. Y por fin, hacer su cometido.

Y aquí acaba el maratón. Nos vemos en la siguiente semana, a ver que pasa 6u6