Hysteria |Kookv|

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El último día y se iban. Sólo quedaba uno entero porque al siguiente por la mañana debían tomar un vuelo de regreso a casa.

Jungkook ni siquiera se atrevía a mirar el buzón de mensajes. Era suficiente con la notificación de más de 100 mensajes y 50 llamadas perdidas de Sana. Tres llamadas de Lisa y dos de Hoseok.

No quería leer nada ni escuchar su voz. Quería disfrutar al castaño sin una preocupación.
Es por eso que ahora estaban en un show de mímica impresionante en una de las calles de New York. Había a muchas personas al rededor de un hombre vestido en blanco y negro, también pintando de los mismos colores. Los cuatro se reían cuando debían y miraban interesados el resto del acto como el resto de las personas.

El mimo comenzó a señalar al público y todos sabían que buscaba a alguien para pasar al frente.  Pero Tae no sabía porqué se había quedado señalando a su hijo mayor.

Le pidió que viniera con un gesto en la mano. El pequeño miró a su padre para ver si estaba bien y este miró a Jungkook para preguntar lo mismo.

-Está bien Jackson. Ve- Le dijo tranquilo para que escuchará y en cuestión de segundos fue emocionado a donde estaba el señor pidiendo que saltará por cada pitido que diera. Claro, todo eso a base de movimiento y gestos en el rostro. Jackson obedeció pero en una de esas resbaló cayendo boca abajo. El golpe sonó fuerte y la gente hizo un sonido de sorpresa tapándose la boca en el acto ya que el pequeño parecía haberse dado un buen golpe. El mimo quiso ayudarlo dejando el silbato en su boca y resopló. El sonido salió y Jackson como buen niño levantó su trasero al escuchar el pitido. Todos rieron por aquello. Incluso el mimo que no podía hablar soltó una buena carcajada corta.

Silbó de nuevo y la contestación por parte del niño era la misma desde el piso tirado. El señor le pidió levantarse y en  recompensa por esa gran risa que le sacó le dió unos chocolates en bolsa del tamaño de su cabeza. Estaba muy feliz y fue directo con su hermano y emocionado le dijo;

-¡Hermanito! ¡Hermanito! Me dieron una bolsa por mover el trasero como papí- Lo dijo como si nada en voz alta. No hubo señales de que la gente pudo haber entendido lo que dijo Jackson agitando la bolsa de chocolates. Pero Jungkook abrió los ojos y se le quedó viendo al castaño intrigado por eso. "¿Mover el trasero como pap?'" Taehyung recordando eso no quería devolverle la mirada al alfa ni siquiera un segundo como era costumbre.

¿Cómo le diría a ese alfa que había hecho exactamente lo mismo que su hijo pero hace unos meses en la casa que tenían? El padre estaba tan casando ese día y con tanto calor que le pareció lo más placentero del mundo quedarse tirado boca abajo con la cara pegada al piso. Sus hijos no sabía que pasaba, pedían una señal de vida. Taehyung  tuvo el intento de levantarse pero sólo pudo alzar un poco el trasero y dejarlo caer pues la fuerza de voluntad no era suficiente. Sus hijos rieron y comenzó a darle pequeñas palmaditas al redondo y bonito trasero de su padre mientras lo seguía moviendo de arriba a abajo.

Ese recuerdo no quería que lo supiera el azabache. Ah, pero sus amados hijos fueron muchísimo más rápidos que sus súplicas de que no dijeran nada y solo puso pensar "Que hijos tan chismosos tengo"

El alfa reía por la forma en que los niños lo contaban y no podía evitar imaginar a su padre haciendo eso. Era muy gracioso en su mente. Cada ocurrencia que podía hacer ese castañito.

Tae estaba muy rojo por eso y jugaba con el final del abrigo negro que portaba. Jungkook notó aquello y fue directo a darle un pequeño beso en su mejilla. Solamente había provocado que el Omega quisiera esconderse bajo ese mismo abrigo.

-Creo que deberíamos dejar de tortura a su padre e ir a comer niños- Se quedó a lado del mencionado poniendo sutilmente la mano en la cintura por detrás pegándolo a si mismo. Y así se marcharon a comer, Jungkook no apartaba la mano de donde estaba, como si lo estuviera aferrando a su cuerpo. Tae no contrajo objeción por el acto, le gustaba porque podía oler el aroma del alfa mucho más cercas mientras que sus hijos iban adelante de ellos tomados de la manos estando a un metro.