El niñero del señor Howlett (Wolvesilver)

Capítulo 9

Logan tenía a una dormida Laura entre sus brazos, ya luego hablaría con su hija, por ahora estaba interesado en saber que decía el médico sobre el estado de su novio.

Un rubio bastante joven se había llevado a su Peter algunos minutos atrás, no había pasado desapercibido para el profesor la forma en la cual el joven había mirado a su novio, estaba seguro que el maldito médico le había coqueteado de forma descarada, pero Peter ni siquiera lo había tomado en cuenta, el platinado iba maldiciendo sobre el dolor en su muñeca mientras cojeaba, Logan no se había dado cuenta de eso anteriormente.

Luego de una espera que se le hizo eterna, Peter salió con una escayola en el brazo y otra en el tobillo, mientras con una boba sonrisa le agradecía al médico quien lo tenía tomado por la cintura, Howlett no soportó mucho más, dejando con cuidado a Laura sobre los cómodos sillones, dio grandes zancadas hasta Peter, tomándolo por la cintura, llevándolo a su cuerpo y dándole un cálido beso en el hombro.

—¿Cómo se encuentra mi novio? — preguntó prácticamente gruñéndole al rubio.

— Todo bien Logan, nada de que preocuparse — fue Peter quien respondió — el médico solo exagero poniéndome las escayolas. Lo del pie es una vieja lesión y lo del brazo fue ayer cuando me caí en las escaleras de mi departamento — explicó el platinado, no quería que Logan se enterara que sus lesiones en realidad eran producto del altercado con Laura, no quería que la castaña fuera castigada por su culpa, después de todo, ella no lo había empujado, él se había resbalado del árbol.

— Gracias por todo, hasta luego — finalizó el profesor, mientras se llevaba de la mano a Pet, ya hablaría seriamente con él, era más que obvio que estaba mintiendo.

En uno de sus brazos se llevó a una dormida Laura y del otro, llevó a Peter apoyado sobre su cuerpo, no quería que su chico sufriera un nuevo accidente. Acomodó a su hija en la parte trasera, luego puso a Peter en el asiento del copiloto y finalmente él tomo su automóvil.

— Se que todo fue porque caíste del árbol, ¿por qué me mientes? — lo regañó Logan, haciendo que el chico mirara el suelo avergonzado.

— No quiero que te enojes con Laura, no quiero que ella me odie más — expresó el chiquillo lleno de preocupación — no quiero ser una carga en su vida — sentía que cada vez se hundía más y más en el asiento — si ella no nos acepta, no podemos seguir con esto — no se dio cuenta que estaba llorando hasta que Logan había detenido el auto y en ese momento lo estaba abrazando mientras regalaba tiernos besos en su cuello.

— Cariño, ella te adora, sólo estaba celosa — le beso la frente — no vuelvas a repetir eso de separarnos, no seas cruel mi amor — llevó la mano de Peter a su pecho, justo donde estaba su corazón — y ella será castigada por lo que provocó, no quiero que sea una muchacha caprichosa, no tienes que consentirla — finalizó el castaño dándole un golpecito en la nariz.

Apenas llegaron Logan llevó a su hija a su habitación, era obvio que su pequeña gruñona necesitaba un buen descanso luego de haber dormido tan mal. Él se llevó a Peter hasta su habitación, con cuidado lo desprendió de sus ropas y le puso una cómoda camisetas de las de él, amaba verlo vestido con su ropa, no pudo evitar gruñir al darse cuenta que su novio estaba lleno de magulladuras, con delicadeza beso cada una de las heridas, para luego llevar a Peter sobre su pecho y comenzar a arrullarlo, su pequeño necesitaba dormir, el mismo necesitaba descansar.

Peter despertó cuando unas pequeñas manitos lo mecieron, con pereza abrió los ojos mientras su novio lo imitaba, la imagen que vio frente a él le entibio el corazón, Laura tenía una bandeja con un vaso de leche y algunas galletas, junto a unas flores del jardín y un lindo dibujo.

— Pet realmente lo siento — las mejillas de la niña se sonrojaron — yo no quería, yo lo siento tanto, no te vayas, no quiero que nos dejes — comenzó a sollozar la niña.

— Amor, estuvo mal lo que hiciste, podrías haberte lastimado seriamente — la regañó Peter — y gracias a algún dios alcancé a tomarte antes de que te estamparas en el suelo, te imaginas lo triste que se hubiera puesto tu papi o yo, si algo te llegara a pasar — siguió relatando mientras Laura sorbía por la nariz  — pero tranquila corazón, no me voy a ir, los quiero demasiado para hacer eso — en ese momento Peter la acunó con su brazo sin escayola — te perdono peque, sólo con una condición — ella lo quedó mirando mientras asistió con la cabeza — que la próxima noche de películas, yo la elija — Laura sonrió feliz, para luego explicarle que le había preparado el desayuno.

— Alto ahí — ahora fue el turno de Logan para hablar — Laura, estuvo muy mal lo que hiciste, pero estoy muy orgulloso de que hayas dicho la verdad y admitieras tu culpa — le revolvió sus cabellos — pero, jovencita estás castigada — la miró de forma severa — todo un fin de semana sin caricaturas y una semana sin tu muñeca favorita — a Laura se le aguaron los ojitos, pero salió corriendo para luego extender a su padre el juguete.

Durante el día olvidaron todo el asunto, se dedicaron a jugar y a ayudar a Peter quien refunfuñaba por tener que usar los estúpidos yesos, agradecía que el de su pie solo fuera una semana, lamentablemente su muñeca tendría que estar inmóvil por más tiempo.

Decidieron ir al supermercado por algo de comida preparada y algunas golosinas, luego de que Peter insistiera en que solo eso subiría su ánimo, Logan no tuvo corazón de negar la petición de su novio, no cuando lo miraba con ojitos de cachorrito.

El profesor adoraba salir con sus dos amores, sentía que por fin había formado su familia, se llenaba de orgullo cuando su chico explicaba algo a su niña, cuando la tomaba de su mano o cuando ambos sonreían de forma idéntica, entre ellos había un amor tan genuino que a Logan se le entibiaba el corazón, estaba seguro de que cualquier mal día se alegraría con ver a sus personas favoritas.

Erik que estaba decidiendo cual cerveza sería del gusto de Charles, jamás había comprado algo así, estaba seguro de que muy pocas veces había visitado un supermercado, el estaba acostumbrado a visitar bares y tomar de los destilados más finos, por lo tanto, no entendía para nada las etiquetas de aquellas cervezas de baja calidad, hizo una mueca, no entendía el gusto que su ex novio tenía por esas cosas.

Pero minutos atrás le había llegado un mensaje de su “amigo” uno en el cual lo invitaba a ver una película en su casa, sólo pedía a cambio cervezas y comida chatarra del supermercado, no quería nada superfluo, quería compartir con Erik las citas que realmente le gustaban, no aquellas llenas de pompa y alcurnia que eran del estilo de Lehnsherr.    

Estaba seguro que había terminado arrugando algunas latas al ver una imagen que no se esperó, su hijo iba tomado del vejestorio del bar en compañía de una mocosa, se quedó mirando la imagen pero lo que le llamó la atención fueron los cardenales que tenía su hijo y las dos escayolas que llevaba, apretó los dientes mientras tomaba las cervezas más caras, quería llegar cuanto antes donde Charles y hacerle un par de preguntas, quería saber quien era el animal que estaba con su hijo.

Charles llevaba vieja ropa deportiva, su invitación a ver películas, realmente era eso, no era ningún eufemismo ni una frase con doble significado, abrió con una gran sonrisa mientras abrazaba a Erik, quien le extendió una bolsa con el ceño fruncido.

— ¿Todo bien? — inquirió el castaño que conocía muy bien a su exnovio.

— Si todo bien — respondió no muy seguro, tenía algo de vergüenza de preguntar a su exnovio algunas dudas.

Charles alzó la ceja al comprobar las elecciones de Erik, eran curiosas pero bastante buenas, incluso había recordado en llevarle algunos chocolates y algunas cajas de té, agradeció el gesto con una enorme sonrisa. Minutos después ambos estaban disfrutando de una película, el castaño dejó a Erik decidir, el hombre de negocios estuvo más de media hora revisando el catálogo de Netflix, no sabía que opción sería la más adecuada para ver con Charles, estaba seguro de que en esos momentos estaba traspirando, era más fácil elegir en que invertir que la película que disfrutaría con su exnovio. Finalmente, optó por una vieja película de romance, una llena de drama pues su castaño adoraba llorar con esas cosas que su frío corazón no entendía realmente.

— Charles, ¿cómo es ese anciano que se mete con mi hijo? ¿es violento? — preguntó Erik algo nervioso, se sentía un tanto idiota por preguntar algo así, Charles estuvo seguro de que escupió algo de su cerveza ante la sorpresiva pregunta, Erik y Logan se habían transado a golpes en un bar y ahora le preguntaba si era violento, tenía que ser una puta broma.

— ¿Logan? — Erik lo quedó mirando mientras asistía, apretando los dientes al pensar en el maldito asaltacunas— tu ya lo conoces, tu pómulo derecho lo debe recordar muy bien — no disimulo risita — no es violento como tu crees, es una buena persona, algo gruñón y malgenio, pero un excelente amigo y un muy buen padre ¿por qué? — preguntó el castaño algo intrigado mientras le ponía pausa a la película.

— Nada, curiosidad — intentó excusarle Erik para luego cambiar el tema, Charles no siguió indagando y aprovecho de disfrutar la compañía de Erik, acurrucándose a su lado mientras sus hombros rozaban, para Lehnsherr era una tortura, pero él no pasaría a llevar los términos en los cuales estaba con Charles, no quería perder su amistad. 

Peter estaba siendo ayudado por sus amigos, no querían abrumar a Laura con su nuevo noviazgo así que el platinado había decidido no volver a quedarse en el hogar Howlett hasta que Laura se acostumbrara a su presencia no sólo como si niñero, si no también como la pareja de su padre. Logan no podía creer lo maduro y comprensivo que era su chico, realmente jamás lo abandonaría, estaba seguro era algo así como su alma gemela, dio una carcajada al pensar en lo cursi que se estaba poniendo, quizás los años le estaban afectando.

Kurt y Warren estaban sorprendidos de las acciones de la castaña, pero entendían el actuar de la muchacha, sólo regañaron a Peter por no haberles avisado esa noche de que había llegado herido o que necesitaba ir a un hospital.

Warren y Kurt le envolvieron las escayolas con bolsas y cinta adhesiva, habían decidido hacer turnos para ayudarlo en la ducha, el platinado estaba algo avergonzado, pero sus amigos prácticamente eran sus hermanos, tampoco es que le estuvieran viendo algo que no le habían visto antes, no pudo evitar morderse al pensar en lo que diría Logan, estaba seguro de que su jefe se pondría algo celoso, ya vería como controlar a la bestia.

Un incesante toque en el timbre hizo que Logan dejara lo que estaba cocinando de lado mientras Laura levantaba la vista de su dibujo, su nueva afición ahora que estaba castigada. El hombre fue gruñendo hasta la puerta, prácticamente nadie lo visitaba y menos un domingo por la mañana, no tenía idea de quien interrumpía su día, pero quedo sorprendido al ver quien estaba al otro lado de su puerta.

— Lehnsherr — extendió su mano — ¿adelante? — invitó algo inseguro, haciendo pasar a su sala. Erik se sentó algo inseguro mientras sentía la férrea mirada de la mocosa del día anterior.

— Laura, él es el padre de Peter — explicó Logan a su hija — saluda al señor Lehnsherr — solicitó el profesor de historia, una cosa es que el no se llevara bien con el hombre y otra muy distinta es que no le enseñara modales a su hija.

— Abuelito — fue lo que pronunció la castaña mientras se abrazaba al cuerpo del hombre de negocios, quien en ese momento estaba rígido ante las palabras de la niña — perdón por haber lastimado a Pet, el se porta muy bien conmigo, es el mejor padrastro no como la madrastra de cenicienta — empezó a explicar la Laura mientras Logan disimulaba una carcajada, no todos los días se podía ver al gran Erik Lehnsherr siendo descolocado por una pequeña.

Luego el profesor pidió a su hija ir a su habitación, él necesitaba hablar con su suegro, se estremeció al pensar en eso último. Finalmente, ante la cara de desconcierto de Erik, él comenzó a explicarle el episodio con Laura, haciendo que Erik se sintiera aún más idiota al haber pensado que Logan maltrataba a su hijo, por suerte no tuvo que preguntar en voz alta o hubiera pasado una vergüenza aun más grade, luego tendría que agradecerle a Laura por haberle evitado el bochorno.

— Pero Erik, ¿cuál era el motivo de tu visita? — preguntó Logan que aun no entendía que hacía el hombre en su hogar.

— Pensé que Peter estaría aquí, quiero hablar con él como no ha respondido ninguno de mis mensajes — fue lo que respondió, aunque esa no fue realmente el origen de su visita — gracias por todo Howlett — se despidió de forma amable para abandonar el lugar cuanto antes.

Una vez en el auto no pudo evitar soltar una carcajada, por alguna tonta razón se le había entibiado el corazón cuando la hija de la bestia lo había llamado abuelito, nunca pensó que alguien se dirigiría a él de esa forma, no desde que sabía que su hijo era tan gay como él y su pequeña era lesbiana.

Entró a pasos parsimoniosos a su gran mansión, su cabeza estaba llena de recuerdos, por alguna razón ese día estaba nostálgico, no pudo evitar sonreír al recordar como sus mellizos correteaban con el lugar.

— Papi — escuchó una voz ya conocida, rápidamente sintió como unos cálidos brazos lo rodeaban, el imitó el gesto y acunó a su pequeña niña entre sus brazos.

— Mi dulce Wanda, no sabes cuanto me haces falta — respondió Erik mientras sus ojos se ponían vidriosos — cariño, quiero recuperar a tu hermano — dictaminó lleno de confianza — necesito tu ayuda — la mujer asistió con una enorme sonrisa dando un sonoro beso en la mejilla de su padre.

Erik estaba dispuesto a recuperar a Peter, pero no por Charles, si no por él mismo y, sobre todo, por el bienestar de su hijo. No quería seguir siendo un hijo de puta, no quería ser como su padrastro, no quería perder a las personas que más amaba, y, sobre todo, no quería perderse la oportunidad de formar una familia que siempre soñó, una llena de amor.

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¿Leyeron en medio de la guerra? Si no lo han hecho, les aseguro que les va a gustar.

¿Cómo creen que va esta historia?

Un besito.