El niñero del señor Howlett (Wolvesilver)

Capítulo 14

— Buenas...Buenas noches señor....señor Eve...rett —Peter intentaba saludar al esposo de su médico, quien en ese momento le dedicaba una mirada evaluadora, lo miraba con el ceño fruncido mientras el joven cada vez se ponía más nervioso y miraba el suelo, estaba seguro que no debería haber aceptado ir a la casa de su médico, de seguro ahora tendría problemas con el esposo de Stephen.

— Un gusto muchacho — Peter dio un sobresalto al sentir como era abrazado — eres bienvenido en nuestra casa, cada vez que lo necesites — eso lo susurró un poco más bajo y dio una gran sonrisa al sentir como el más joven lo abrazaba con mayor intensidad.

— Hola querido — Stephen se acercó a su esposo y beso sus labios de forma tierna, Peter se sintió enternecido ante la escena — ve a ducharte, ya pedí algo de comida china — explicó el médico dándole una gran sonrisa.

— Yo, Stephen, debería irme — explicó el platinado avergonzado.

— Ni se te ocurra muchacho, quiero conocerte — le gritó Ross quien iba subiendo las escaleras — necesito saber como es la persona que hizo que mi esposo tuviera alma otra vez — Strange sólo rodo los ojos con una sonrisa torcida.

Peter se reunía con Stephen prácticamente todos los días, al comienzo lo hacían en el hospital, pero a ninguno de los dos les gustaba ese ambiente, así que comenzaron a hacerlo en cafeterías, inclusive ese día, Stephen lo había invitado a su hogar.

La cena fue tranquila, la terapia había quedado atrás y ahora conversaban de cosas banales, Peter estaba realmente entretenido conversando con la pareja, realmente ambos eran simpáticos y lo comprendían muy bien, en ese momento el muchacho les comentaba que Wanda y él comenzarían a dar talleres de arte y música para los pequeños del hospital, idea que a Palmer la tenía sumamente emocionada. La velada terminó cuando Ross se ofreció a ir a dejar a Peter, ya que Stephen debía dormir algo pues tenía que estar temprano en el hospital.

— Peter, me alegro de conocerte, realmente puedes contar con Stephen o conmigo cuando lo necesites — Everett le dio un cálido apretón de manos — gracias por soportar a la diva de mi esposo, se lo difícil que puede ser, créeme no tiene muchos amigos, sólo a Loki y Tony, un par tan arrogante como él — Peter soltó una fuerte carcajada, se había enterado de algunas cosas en el hospital, su doctor era realmente una persona engreída, y definitivamente, lo había visto ser una perra con un tal doctor Stuhlbarg.

Peter estaba divertido mirando a su hermana ordenar su equipaje, su melliza había decidido que se irían de vacaciones, pues su amor platónico se encontraba en una playa cercana y ella ansiaba verla, al admitirlo en voz alta Wanda se había puesto más roja que un tomate mientras Peter estallaba en una fuerte carcajada, aunque sabía que su hermana también lo hacía para que se distrajera, él no era tonto, sabía todos los esfuerzos que su castaña estaba haciendo, sin aviso abrazó a su hermana y comenzó a darle besos por la coronilla, haciendo que la muchacha se sintiera enternecida.

Al día siguiente Wanda y Peter se encontraban bajo una sombrilla, la mujer estaba roja mirando a lo lejos a una sexy rubia, quien en ese momento recibía miradas de prácticamente todos los hombres y algunas mujeres del lugar.

— Te lo dije Peter, ella es hermosa, mírala — explicaba Wanda avergonzada — nunca se fijaría en mí.

— Wandis por si no recuerdas soy gay, pero si, no está mal — respondió Peter levantando la mirada de su libro — pero tú eres hermosa y no lo digo porque seas mi hermana. Deberías hablarle, sobre todo ahora que la rubia viene directo para acá — en ese preciso momento la joven Lehnsherr quería desaparecer de la tierra, no sabía que hacer o donde esconderse — iré por una bebida, buena suerte — le guiñó un ojo y se fue rápidamente del lugar.