Capítulo 17

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Habían pasado algunas semanas, Peter y Wanda trabajaban arduamente en lo suyo, solo quedaba una semana para la exposición del gran artista Steve Rogers.

En esos momentos Logan se encontraba realizando un masaje en los cansados hombros de Peter, el muchacho tenía los ojos cerrados mientras aspiraba el exquisito aroma del aceite de lavanda. Dio un respingo cuando sintió unos cálidos besos en su cuello, mientras la rasposa barba de Logan le hacía cosquillas.

No pudo evitar soltar unas risitas, haciendo que Logan no pudiera resistirse las ganas de tomar sus labios con amor, realmente estaba prendado del muchacho, todo en él era hermoso, estaba realmente enamorado y estaba seguro de que no quería separarse del mocoso jamás en la vida.

— Te amo mocoso.

— Yo también anciano.

Divertidos se dieron algunos besos más, para que luego el platinado se acunara en su pecho disfrutando de los mimos de Logan, disfrutaba que su novio lo acariciara, que jugara con sus cabellos y le diera besos en el cuello, era realmente feliz cada vez que eso ocurría y para el mayor no era un problema, pues él se sentía más que pagado cuando veía como los ojos de Peter se hacían chinitos por las amplias sonrisas llenas de dulzura que le entregaba mientras sus mejillas tomaban un leve color rosa.

Logan tomó a Peter al estilo princesa haciendo que el chiquillo soltara una carcajada la cual rápidamente tapó con sus manos, no querían despertar a la pequeña Laura. Se abrazaron con cariño, mientras Peter comenzaba a bostezar, estaba realmente exhausto, durante el día asistía a clases y en cada momento libre se dedicaba a ensayar mientras algunas veces cuidaba a Laura pues con Logan ahora se turnaban.

Sabía que su hermana estaba igual de estresada pues debía terminar sus cuadros, su melliza estaba más que irritable y agradecía de poder pasar las noches en la casa de Logan, pues la última vez que había estado en su casa recibió algunos oleos y un par de pinceles por la cabeza, su hermana sí que era un demonio cuando estaba estresada.

— Hey gatito te estás durmiendo — Logan comenzó a besar el cuello de Peter haciéndolo sacar suspiros, pero el muchacho por más que intentaba mantener los ojos abiertos estaba perdiendo la batalla.

— Logan perdón, yo no... — el muchacho no sabía qué hacer, no quería dejar con ganas a Logan, mucho menos cuando eran tan pocas las posibilidades que tenían para hacerlo.

— Tú nada, ahora vas a descansar — junto sus narices con cariño mientras no dejaba de sonreír — sé que estás cansado y yo igual, no pasa nada si no tenemos sexo en algunos días, la idea es que ambos disfrutemos, no que sea una obligación — beso su frente — pero ven a acurrucarte en mi pecho, realmente disfruto quedarme dormido mientras acaricio tu suave cabello — Peter se acurrucó ocultando su rostro mientras algunas lágrimas se le escapaban — hey bebé ¿por qué estas llorando? — Logan lo hizo levantar la cara preocupado.

— Porque soy demasiado feliz — ahora estaba llorando más fuerte — nunca pensé en sentirme así de amado — cada vez su llanto era peor, era como si no pudiera detener sus lágrimas. Logan rápidamente lo abrazó con amor.

— Amor este fin de semana vas a descansar — dijo de forma determinante — el estrés te tiene muy vulnerable y estás muy cansado. Y no, no te atrevas a llevarme la contra, no te dejaré hacer nada que no sea descansar — Peter comenzó a hacer una mueca — y no señor, no habrá violín ni piano hasta que las ojeras dejen tu rostro, además — ahora tomó sus manos y comenzó a dar cálidos besos en sus dedos — tus manos deben descansar, crees que no me di cuenta que tienes heridas — Peter se sintió avergonzado, estaba siendo regañado como un niño pequeño. El profesor no hizo más que reír, mientras lo abrazaba.

El niñero del señor Howlett (Wolvesilver)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora