Capítulo 13

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Cada vez se sentía con menos fuerza y su visión estaba borrosa, como pudo se arrastró hasta alcanzar su mesita de noche, cogiendo su móvil, apenas podía mover los dedos, no podía desbloquear el maldito aparato.

— Ayu...yuda, mi casa — fue lo único que alcanzó a decir cuando el teléfono se resbaló de sus manos revotando en el suelo, ahora su destino estaba en juego ¿le habían alcanzado a tomar la llamada o fue solo su imaginación? — comenzó a dormirse con aquella interrogante, sólo si tenía algo de suerte lo habían escuchado, quizás este era su momento de morir, sentía como algunas lágrimas se acumulaban en sus ojos mientras el en un frío que jamás pensó en sentir comenzó a dormirse lentamente.

Wanda dejó caer su móvil y pegó un grito, pero rápidamente reaccionó, necesita hacer algo cuanto antes, tomando su bolso salió corriendo de su hogar, tomó el primer taxi que pudo y mientras indicaba al chofer la dirección marcó a su padre, rogándole porque fuera al hogar de Peter cuanto antes.

Soltó muchos billetes al hombre del taxi y salió corriendo, subió las escaleras como nunca y comenzó a golpear la puerta, la cual para su mala suerte estaba cerrada, comenzó a llorar mientras seguía golpeando hasta que sus puños empezaron a sangrar. Ella lloraba desesperada por ayuda, y al parecer nadie podía hacer algo por ella.

— ¡Wanda! ¿qué mierda está pasando? — escuchó una voz masculina a su espalda, de inmediato se giró encontrándose con los amigos de Peter quienes le miraban llenos de preocupación.

— Abran la jodida puerta, ábranla — les gritó ella con los ojos anegados en lágrimas, rápidamente Warren se encargó de abrir, la Lehnsherr entró corriendo a la habitación de su hermano.

Peter estaba sobre su cama, se veía sumamente blanco, en el suelo había un frasco de pastillas abierto, dejando aquellas píldoras blancas por todo el lugar. Wanda comenzó a mover a su hermano, pero el no reaccionaba, ella entre llantos pidió una ambulancia, sintiendo como la respiración de Peter era cada vez más lenta y su cuerpo de tornaba más frío, su hermano se estaba muriendo y ella no podía hacer nada.

— ¡Hija! ¡Peter! — gritó Erik que había entrado al lugar, seguido con un consternado Charles — ¡nos vamos al hospital! — demandó Erik tomando en sus brazos a Peter, viendo como este no reaccionaba a ningún estímulo. Wanda tomó el frasco de pastillas y salió corriendo tras su padre, no iba a dejar a su hermano solo, nunca más.

Kut y Warren tomaron sus cosas, para salir en búsqueda de un taxi, ellos tampoco abandonarían al platinado. Kurt lloraba pensando en como nunca se dieron cuenta en lo mal que estaba, como habían pensado que Peter estaba bien, como no habían visto todo el dolor que cargaba. Pensaron en llamar a Logan, pero quizás lo mejor sería esperar más, no querían crear más problemas, ahora lo importante era saber que Peter estaba bien.

Erik condujo a máxima velocidad, mientras Charles y Wanda tenían firmemente agarrado a Peter, intentando en vano hacerlo reaccionar. Lehnsherr lo llevó hasta uno de los hospitales más lujosos y gritando comenzó a pedir ayuda por su hijo, rápidamente dos enfermeras estuvieron junto a él, mientras un tercero traía una camilla, dejaron al pálido e inmóvil joven en el lugar y repentinamente el cuerpo de Peter comenzó a convulsionar, se formó un caos y entre gritos las enfermeras se lo llevaron del lugar, gritando que tenían una emergencia.

Cuando Kurt y Warren llegaron al lugar, Wanda se colgó en sus cuellos y comenzó a llorar, explicándoles lo que había ocurrido, pocos minutos después los tres chicos se sentaron en silencio mientras algunas lágrimas caían, necesitaban saber que Peter estaba bien.

— Todo esto es tu puta culpa — Wanda no soportó más y comenzó a gritar a su padre — todo lo que ha pasado mi hermano a sido por ti, te odio Erik Lehnsherr — le gritó ella llena de veneno.

El niñero del señor Howlett (Wolvesilver)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora