Capítulo 7

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Fuí hacía la entrada donde estaban los tres chicos en estado de shock mirando todavía el lugar donde estaban el coche de Stephen aparcado.
Antes de que alguno reaccionara, corrí y fui hasta mi habitación. Entré y cerré la puerta con pestillo.
Solté un suspiro y me apoyé contra la puerta mientras que sonreía.
Joder, había sido... ¡maravilloso!
Deseaba tener sus manos en mi cuerpo otra vez. Me relajaba y a la misma vez me excitaba.
¿ Pero qué mierda me estaba pasando? Yo no soy así. ¡Joder!
Fui a darme una ducha y me acosté.

. . . . . . . . . . . . . . .

Me desperté por el ruido de la dichosa alarma.
Esa noche no tuve ninguna pesadilla y estaba realmente feliz por eso.
Me desperté y me planté delante del armario pensando en que ponerme hoy.
Al final me decidí por unos pantalones negros rajados por la rodilla, con un jersey largo blanco y unas botas negras. El pelo lo dejé suelto.

Salí de la habitación y fui hasta la cocina

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Salí de la habitación y fui hasta la cocina. Allí estaban mis hermanos desayunando.
Matt me vio y se fue de la cocina chocando nuestros hombros.
¿ Qué mierda le pasaba?
Dylan me saludó con un beso en la mejilla y siguió comiendo su tostada.
Yo cogí cereales. ¡Los amo!

-¿ Qué le pasa a Matt? - pregunté tras un largo silencio.

Dylan levantó los hombros en señal de indiferencia mientras que seguía comiendo.

- Creo que está molesto por el chico con el que estabas ayer. No le cae bien.

Bufé ante el comentario de mi hermano.
¿ Enserio? ¡ Pero si no le conocía!

- Pues que se aguante.

Dylan siguió desayunando como si nada. Después de unos largos minutos Matt apareció en la cocina moviendo en el aire las llaves del coche dando a entender que nos íbamos ya.
Dejé el tazón en el fregadero y me uní con mis hermanos en el coche.
El camino fue en silencio. Notaba la tensión a tres kilómetros.
Tan solo aparcar salí disparada en busca de la clase que me tocaba ahora. Ni siquiera me despidí de mis hermanos y sabía que se habían enfadado por haber eso.
Iba tan sumida en mis pensamientos que no noté que me choqué con una chica pelirroja tirando todos sus libros al suelo.

- Lo siento, en serio, estaba distraída y no me fijé, lo siento - me disculpé mientras recogía sus cosas del suelo.

Al levantarme le di sus cosas.

- Gracias ,soy Daniella,¿ y tú?

- Allyson, un placer - sonreí.

- Bueno, me tengo que ir, pero a sido un placer conocerte. Ya nos veremos - dijo alejándose por el pasillo mientras que se despedía con su mano.

Seguí con mi camino y encontré mi aula justo cuando el timbre sonó.
Economía.
Lo odiaba. En verdad, odiaba todo que estuviera relacionado con pensar mucho, moverme o madrugar.
La mañana pasó tranquila.
Ya era la hora del almuerzo por lo que estaba deambulando por los pasillos buscando la cafetería.

- Hey ,hola - escuché una voz a mis espaldas y me giré.

Estaba el trío ahí. Estaba Stephen,Poll y el chico misterioso. Estaban radiantes, como siempre.

- Hola - dije tímidamente mientras colocaba un mechón de pelo detrás de mi oreja.

- ¿Ibas a la cafetería?¡Nosotros también!¡Venga vamos que me quedo sin patatas fritas! - gritó Poll alegremente sin dejarme contestar.

Pasó su brazo por mis hombros y me obligó a caminar con ellos. Me mantuve callada todo el camino hasta la cafetería. Al llegar pude diferenciar a mi hermano Matt rodeado de un montón de chicos en una mesa a lo lejos, mientras que Dylan estaba sentado solo en una mesa apartada.
Dylan era como yo, amábamos la soledad y aprovechábamos cualquier momento para estar solos.
Los chicos se fueron a pedir mientras que yo me dirigía hasta la mesa donde estaba mi mellizo.

- ¿ Qué haces? - le pregunté tan solo llegar a su lado.

- Nada interesante. Oye, ¿ por qué has salido tan rápido esta mañana?- frunció el ceño y cerró el libro de matemáticas que estaba mirando. Levantó su cabeza y me miró directamente a los ojos.

Levanté los hombros.

- Quería encontrar mi aula de economía pronto sin perderme.

Suspiró pesadamente y asintió con la cabeza lentamente mientras que me examinaba.

- ¿ Podemos sentarnos? Es que esta toda la cafetería llena. - Poll estaba de pie con una bandeja con un montón de patatas fritas en su mano.
Detrás de él estaba Stephen mirando su móvil y el chico misterioso que miraba un punto fijo detrás de mi.

- Claro - me apresuré a decir antes de que mi hermano dijera nada.

Los chicos se sentaron de tal forma que acabé sentada entre Stephen y Poll. Tenía a mi hermano justo en frente y al lado de él, el chico misterioso que a la vez estaba al lado de Stephen.
Nadie decía nada. Cada uno estaba haciendo algo. Dylan leía algo del libro.
Poll comía patatas fritas. Stephen estaba con el móvil y el chico misterioso le robaba la comida a Poll en cuanto éste se despistaba.

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habitación de Allyson.

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