Diferente

Capítulo 26

Seguí a los dos chicos escaleras arriba hasta entrar en una habitación que estaba cerrada con llave.

La sala no tenía ninguna ventana, las paredes eran negras al igual que  el suelo.
Hay una mesa que llega desde una esquina hasta la otra,y encima hay cinco ordenadores.
Delante de la mesa hay dos sillas de giratorias de cuero negro al igual que el sofá colocado al final de la sala.

Stephen y Dereck se sentaron en las sillas dejándome a mi en el sofá.

Dereck sacó unos cables de unos cajones de la mesa y conectó mi móvil al ordenador central.

—¿Qué vais hacer? -pregunté tumbándome boca arriba en  el sofá.

—Vamos a intentar rastrear el mensaje para ver quien te lo ha enviado y donde.

Asentí con la cabeza consciente de que no me miraban.
Cerré los ojos,dejando descansar mis manos sobre mi regazo.

Sentí  el sofá hundirse a la altura de mis pies, haciendo que abriera los ojos.
Levanté la cabeza y Stephen  colocó su mano sobre mi muslo acariciándolo lentamente arriba y abajo.

Mordí mi labio inferior.

—No hagas eso -ordenó en un susurro.

Lo miré sin entender. ¿Que no haga qué?

Como si me hubiera leído la mente, contesto;

—Morderte  el labio,porque no me voy a poder contener y te voy acabar poniendo en cuatro princesa -susurró en mi oído haciéndo que de sonrojara.

De alguna manera,sus palabras y sus caricias lograron excitarme.

—¿Quién dice que quiero que te contengas?

Se que estaba jugando con fuego,pero al fin y al cabo,no me importaría quemarme lentamente por él.

Me cogió en sus brazos y me sentó sobre su regazo.
Aproveche y moví mi cadera lentamente sobre la suya.

Escondió su cabeza en el hueco de mi hombro y mordió mi lóbulo haciendo que soltara un pequeño jadeo.

Una tos, que podía jurar que era falsa,hizo recordar que no estábamos solos.
Me levanté y alejé lo máximo que pude en  el sofá, de Stephen, mientras Dereck nos miraba a ambos con una sonrisa.

Mi novio gruñó y le volvió acercarme a él por la cintura.

Volvió a sentarme en su regazo,pero esta vez solo apoyé mi cabeza en su pecho mientras trazaba círculos imaginarios en sus hombros.

...

Un grito por parte de Dereck hizo que me despertara de un sobresalto y clavara mis uñas de porcelana grises en los hombros de Stephen.

—¿Qué pasa?

—¡Lo he conseguido! ¡Maldita sea!¡Lo he hecho!

Stephen se levantó de un salto dejándome caer al lado del sofá mientras se acercaba al ordenador.

—¿Quién ha sido?

—¿Eh? ¡Oh,lo del mensaje! -Dereck se dio con la palma de la mano en la frente y rió - De eso ni idea,pero... ¡He conseguido una cita con la chica más caliente y sexy de la galaxia!

Stephen se detuvo a medio camino y empezó a maldecir por lo bajo mientras que su hermano hacia una especie de baile raro en la silla.

—¿Cómo se llama? -tenía curiosidad,y aunque Stephen pareciera que me quería matar con la mirada,no me contuve.

—¿¡ De verdad quieres saberlo!? ¡Bueno te explico! ¡Se llama Michelle,es rubia,ojos azules, tiene una pequeña nariz...!

—¿¡Pero tu éstas loco o qué mierdas te pasa!?  -Stephen hizo que Dereck se callara - ¡Esa tía es la hija de Donald! ¡El tío que quiere nuestras cabezas! ¿Y tu vas a tener una cita con la hija? ¡Mis cojones!¿Acaso no te acuerdas de cuando nos tendieron la trampa,las amenazas, los avisos,cuando nos robaron?

Parecía que en cualquier momento iba a explotar.
Por una parte le entendía, si uno de mis hermanos se liara con una de mis enemigas,no dudaría en cortarle el pene,aunque, es muy distinto a la vez,ya que a mi no me amenazan de muerte ni nada de eso.

Quería levantarme y decirle a Stephen que se tranquilizara,  sin embargo,no soy capaz ni de articular una sola palabra.
Me mantengo  callada y al margen de todo mientras ellos discuten.

—¡Me importa una mierda tus comentarios! ¡Voy a salir  con ella esta noche te guste o no!¡Ya soy mayorcito!

—¡Si te digo que no,es que no,y punto!

—... ¿Y si hacemos una cita doble? -rompí el incómodo silencio, encogiéndome ante la mirada de mi novio.

—¡Así podrás ver que estamos echo el uno para el otro!

Stephen gruñó y salió de la habitación dando un portazo que me hizo estremecer.