Capítulo 36

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Salí de la pequeña floristería con un ramo de tulipanes.

Caminé con cuidado entre la gente,hasta llegar a la gran verja que custodiaba el cementerio.
Me hice paso entre las lápidas y dejé el ramo sobre la tumba de mi hermana.

Un nudo en la garganta se me hizo presente.
Abrí la boca en busca de palabras,pero lo único que salió de ahí fue un grito.
Un grito de dolor.
Me estaba consumiendo por dentro e iba muy rápido y sin darme cuenta, me estaba rompiendo.

Dejé mi cuerpo caer sobre mis rodillas mirando la lápida, esa lápida.

—Lo siento,lo siento tanto... -confesé susurrando - Siento no haber estado aquí para ti,siento ser una cobarde,siento ser tan débil...

Tomé una bocanada de aire,dispuesta a seguir.

—Siento lo que te paso por mi culpa,tú no deberías estar aquí, tú deberías...deberías vivir,no yo. Te hecho de menos enana,las cosas no son lo mismo sin ti. En casa todo es diferente,contigo todo era alegría pero ahora... Ahora nada es así. Dylan está bien,a encontrado a una chica,Matt... Bueno,tú ya sabes como es Matt y papá y mamá siguen igual que siempre. Conocí a un chico,Stephen -sonreí sin darme cuenta - Él es,¿cómo decirlo? Diferente. Si eso es,él es diferente al resto. No es como Jordan,te hubiera caído bien,estoy segura.

Alcé la vista y limpié todo rastro de lágrimas, me coloqué de pie con cuidado y limpié mis rodillas.

—Me tengo que ir. Te quiero enana.

Salí del cementerio angustiada.
Necesitaba respirar,y aún estando en un lugar al aire libre no conseguía el suficiente aire que necesitaba.

—¡Agh!

Choqué mi pierna sin darme cuenta contra la verja. Un dolor se implantó en mi muslo,al igual que un color rojizo.
Hice presión con mi mano sobre la tela del pantalón mientras caminaba cojeando por la calle hasta llegar a un parque cercano.
Me senté en un banco frente a una fuente y observé mi muslo.

Estaba sangrando.

Saqué mi móvil sin saber que hacer.Miré cuanto dinero me quedaba y... Perfecto, no me quedaba absolutamente nada.

¿Y ahora cómo volvería?

Me quedé mirando mi fondo de pantalla,una foto de Stephen y yo haciendo el tonto.

Podría llamarle.

Dudosa,le llamé. Coloqué el móvil en mi oreja con una mano,mientras con la otra seguía presionando mi herida.

—¿Allyson?

Tragué saliva duramente y vacilé antes de hablar.

—¿Me...me puedes venir a buscar?

—¿Qué? ¿Dónde estás?

Le di la dirección de donde estaba mientras dejaba mi cabeza caer.
El dolor se había traspasado de la pierna a la cabeza también.
Un dolor penetrante que molestaba.

Intenté ponerme en pie pero un mareo hizo que me volviera a sentar.

Las personas que caminaban a mi alrededor me observaban con incógnita.

—Hola...

Bajé la vista y un niño pequeño de unos cinco años estaba de pie al lado mía.
Su pelo rizado parecía de oro con el contraste de la luz del sol lo que hacia que su piel blanca se viera aún más pálida. Sus ojos negros y grandes hacían contraste y su ropa azul le quedaba a juego.

—Hola pequeño,¿necesitas algo?

—Es que se me ha caído la pelota,pero no llego a cogerla — bajó su cabeza y jugó con sus pequeños dedos —¿Tú podrías cogermela por favor?

—Claro.

Sonreí lo máximo que pude y me coloqué de pie apoyándome en el banco.
Seguí cojeando al niño hasta el final del parque donde apenas había gente.

Subimos por un pequeño puente hecho de madera sobre una laguna y el niño se paró señalando una pelota sobre el agua.

Abrí la boca cogiendo aire y me acerqué al borde estirando la mano lo máximo que pude ignorando el sofocante dolor que emanaba mi herida.

Gotas de sudor frío bajaban por mi espalda y sentía frío.

Cogí la pelota con mis dedos y se la di al niño.

—¿Cómo te llamas?

El niño cogió la pelota feliz y dando saltos.

—Thomas. ¡Muchas gracias mujer desconocida!

El niño,de nombre Thomas,salió corriendo hasta una pareja sentada en un banco lejano y yo me puse en pie propulsando mi espalda.

Me apoyé sobre la barandilla del puente.

¿Cuánto más tardaría Stephen?

Y fue como si lo hubiera invocado.

Stephen apareció con su pelo despeinado,con una sudadera gris y unos pantalones negros ajustados que hiciera que se le marcaran sus gruesas piernas.

—¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Qué haces aquí?

Tragué en seco. Ahora mismo mi cabeza estaba en blanco, el dolor me impedía pensar y mis piernas me estaban fallando.

Stephen me se acercó y pasó un brazo por mis rodillas y otra por mi  espalda,alzándome.

Dejé descansar mi cabeza sobre su torso que subía y bajaba a causa de su acelerada respiración.

Cerré los ojos escuchando los latidos de su corazón que se iba calmando poco a poco.

—Tranquila,descansa -susurró sobre mi oído haciendo que miles de mariposas se implantaran revoloteando en mi estómago.


...


Desperté tendida sobre una cama de matrimonio.
Las sábanas eran blancas y la colcha gris.
Las paredes de la habitación tenían un color blanco roto y la poca luz que entraba era a través de un ventanal  que dejaba ver casi toda la ciudad,ahora de noche.

Me levanté con cuidado.

Estaba vestida con una sudadera larga seguramente de Stephen.

Recogí mi pelo en un moño improvisado y salí de aquella habitación.

Estaba en el piso de Stephen,pondría la mano en el fuego.

Me acerqué a las escaleras donde se escuchaban voces.

Bajé lentamente y me coloqué detrás de la pared escuchando.

—¿Está bien?- su voz era grave.

—Sí, la he dejado durmiendo sobre mi cama -era la voz de Stephen.

—Ten cuidado,vigilad vuestras espaldas,ahora que ellos saben tu punto débil, no dudaran en atacar,y si con ello tienen que matarla,ni siquiera se lo pensaran, te lo aseguro.

—¡Joder! ¿Crees  qué no lo sé?

—¿Entones por qué corres tantos riesgos?

—Porque es la única manera que tengo para salir de toda esta mierda.

—¿Tan enamorado estás?

—Sí, haría cualquier cosa por ella,si ella me pidiera que le bajara la luna,lo haría sin duda,por tal de verla feliz,haría lo que fuera,porque ella se lo merece, eso y muchísimo más.

Sonreí mientras lloraba,sabía que hablaba sobre mi,y esas palabras,llegaron a tocarme de alguna manera.

—Solo espero que todo esto salga bien chico. Esa chica tiene suerte de tenerte.

—No,yo soy el que tengo suerte de tenerla.

—¡Mirate! ¡Si hasta te has vuelto un cursi!


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⏰ Última actualización: Nov 16, 2019 ⏰

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