Capítulo 30: "Amor" por accidente

271 7 2
                                    

—¿Qué fue eso?—exterioricé mis pensamientos confundido. Creo que están viendo un partido de fútbol, ¿estará jugando México? No escuché nada sobre aquel partido—. ¿Contra quién está compitiendo?

—¡Valentín, nos vamos a México!—celebró mi hermano, ¿acaso hubo necesidad? Pudieron haberlo hecho más normal y menos raro, asusta a veces. Ni sé cómo Maia le hace caso—. ¡Aliados ha sido invitada al festival!

—Tengo que ir a reservar los pasajes ahora mismo, ¿alguien puede prestarme dinero?—preguntó rebuscando entre sus cosas. Había chicles, dos caramelos, algunas pocas monedas y estaba su celular—. Olvidé la billetera en el hotel, ¡pero sí devuelvo!

—Igual no tengo guita—me encogí de hombros cerrando aquel cuaderno rojos, ¡adiós, matemáticas! Siempre las he odiado—. ¿Pueden explicarnos?

—¿De qué festival están hablando ustedes?—inquirí Devi intrigada, ella también dejó sus tareas aunque seguro ya había terminado todo—. ¿Hay uno allá?

—Exacto, y Aliados es una de las bandas invitadas—aclaró Maia entusiasmada. Suena genial, ¡suerte, vayan! Porque a mí ni locos van a dejarme Mary y Taylor, tengo escuela—. Recién salió esa dichosa lista donde dirían los invitados.

—¿En qué ciudad será?—interrogó ella, con Kobu sentado sobre sus piernas pese a tener gran tamaño. Ellos crecieron junto y Devi sigue viéndolo como cachorro indefenso—. ¿Van a pasarlo por televisión?

—Supongo que sí, es bastante conocido—supuso Maia mientras contaba dinero, ¿pensaba que le íbamos a cobrar? Jamás pagan al venir acá—. ¿Cuánto sale todo esto?

—Gratis, sencillo y eficaz—respondí viendo a cierta persona, quien miraba hacia aquella computadora cansada de tantas ojeadas—. Como Joaquín.

—¿Disculpa?—cuestionó molesto—. Y yo teniendo buen corazón, ¡quería llevarte conmigo! Olvidate ahora—negó ofendido, aunque sé que no le ha enojado mi comentario.

—¿Querías?—seguí su juego, él asintió. Seguía viendo esa pantalla, ¿ahora sí será pornografía? Estamos en un lugar público así que… quién sabe—. De igual forma, estoy con muchos exámenes.

—Por eso, ¡si tienes demasiadas tareas, debes relajarte!—afirmó tranquilo, quitándole importancia. Adivino, tal vez ni sea considerado secreto, Joaquín ocupaba últimos puestos contrariamente a lo que su actitud responsable hace pensar—. ¡Anímate! Yo los convenzo, ¿querés venir vos, Devi?

—Gracias pero quiero quedarme aquí—aseguró, ¡aburrida! Y sí, igual la amo—. Alguien tendrá que pasarle las clases también y quiero subir mi promedio—añadió ella, le faltaban lentes para que se vea más inteligente. Sin embargo, así ya lo es.

—¿Nos vamos? Esos boletos tienen que ser nuestros—deseó Maia guardando todas las pertenencias que trajo—. Ah espera, debo avisarle a los demás, ¿cierto?—asintió silenciosamente, continúa concentrado.

—¿Y Azul?—quiso saber Devi, ella acariciaba a Kobu que se había casado de jugar hace rato, interesado por nuestra conversación.

—¡Azul! Casi lo olvido, ¿podrá viajar estando embarazada?—hizo aquella pregunta retórica deteniendo sus apresurados planes. Segura está imaginándose allí, ojalá encuentren vuelo directo y no, en escalas—. ¿La llamo primero? Aunque podríamos llegar tarde al aeropuerto…

—Siglo veintiuno, amor, estoy comprando los pasajes ahora—hasta Kobu noté eso. Joaquín se contuvo tarde, sé que le gusta y acaba de confirmarlo más. Maia guardó silencio, sin saber qué responder.

—¿Por qué no vas a llamar a los chicos?—le propuse yendo al rescate, ella sacudió su cabeza y asintió. Saliendo del lugar, supongo que para tener mayor señal y privacidad, dejo solo a mi hermano—. Metiste la pata.

Aliados 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora