Mi jodido Ángel ( katsudeku omegaverse)

Capitulo 4

Bakugo se encontraba afuera de la cabaña meditando lo que su prima había hecho.

- Perdón pero era lo mejor - dijo la omega abrazando a su primo.

- Pero mira cuando el sea mayor podrás marcarlo sin ningún problema - este solo gruñón lo que no sabia era lo que la chica realmente tramaba.

- nee Onisan -

cuando el trato de voltear a verla sintió un piquete en su nuca que lo hizo caer con la vista nublada miró a su prima.

- Espero me perdones mi amor - fue lo único que escucho antes de cerrar sus ojos.

- Bien ahora el niño -.

La chica subió a donde el omega se encontraba durmiendo acercándose a el quedando en cuclillas.

- No es nada personal pero no puedo dejar que lo tengas...  no tú, un simple humano - le dio un beso en la frente para después borrar su memoria todo lo que tenía que ver con el alfa lo borró y lo remplazó con otros recuerdos.

- así estarás mejor, créelo, por la marca no te preocupes, la cancelé para que no te afectara no soy tan mala - después cerro la puerta llevándose a bakugo en su espalda una vez transformada en un dragón.

El sol entró por sus ventanas tocando sus ojos despertando los  al mismo tiempo, algo faltaba para ambos...  un vacío en sus corazones se presentó pero no sabían que era así que decidieron ignorar dicho sentimiento.

Con el pasar del tiempo una gran guerra se soltó entre los clanes más poderosos por culpa de aquel despreciable rey que solo buscaba poder, apesar de que muchas veces se le dijo en consejo que no lo hicieron, que era una locura, Endeavor no entendió.

- No subestimes a la raza humana !! Atacaremos primero a los dragones después a los gigantes y por último a los dioses -

Rugió desde su asiento la orden que sin más tuvieron que acatar. Sangre de inocentes fue derramada, personas perdían sus vidas frente a los ojos del joven omega, incluso un niño que no hace más de 2 años ayudó en el parto, murió en sus brazos por alguna razón su poder no servía de nada, algo tenían esas armas.

- no... no... no puedes- decía mientras tomaba el cuerpo del pequeño y sin éxito lograba curarlo.

- no ... no , tú debes vivir - sus lágrimas Caían con frustración y al levantar sus ojos la escena era desgarradora, la aldea completa era quemada y sobre los tejados habían  dragones.

- no ... - miraba a su al rededor buscando.

- por qué... esto no .... - pero antes de que pudiera rendirse un llanto de un bebé en una de las casas que se quemaban.

- Aún puedo ... aunque sea solo una ... aún puedo salvarla - poniendo de lado el cuerpo del menor sus piernas se movieron con la velocidad de un Rayo.

- Debo salvarla .... -

Encontrando el sonido entro a la casa donde subió por las escaleras llegando a la  habitación, el sonido se escuchaba tras esa puerta y al entras vio una figura, una capa roja y una mano con una daga apunto de apuñalar al pequeño.

- No lo hagas ! - y antes de que siquiera este racionar lo empujo tomando al bebé en brazos saliendo del lugar.

- Estaras bien ...todo estará bien ahora - le decía al pequeño que no tardo en reconocer y le sonrio mientras fijaba de nuevo su mirada en el camino una flecha con fuego le rozó su mejilla.

- NO ESCAPARAS MALDITA MIERDA -

Este no volteo seguía su mirada al frente buscando como perderse de la vista de ese hombre pero solo llegó aún callejón sin salida.

- Fuiste un completo imbecil creer que te escaparías de mi -

Izuku solo abrazo al pequeño entre sus brazos mientras lo llenaba de besos y lágrimas.

- No te preocupes seré rápido con el bastardo-

Entre más se acercaba a él, más temía y sintió un jalón de su capucha haciéndolo para atrás.

- por favor ... hazme lo que quieras pero no lastimes al bebé... por favor -

Sus lágrimas caían los llantos del pequeño sonaban mientras que de un agarre los separo lanzando a izuku a un lado.

- No por favor ... !! -

su súplica no fue escuchada el llanto fue callado en seco.

- Te dije que sería rápido -

izuku se arrastró hasta el cadáver del pequeño.

- No... solo una vez más... una vez ... funciona -

Un susurro fue lo único que escuchaba el mayor y de repente el llanto llegó de nuevo.

- Pero que mierda ... -

El susurro paró y el llanto ahora era una pequeña risa proveniente del pequeño que hace poco estaba muerto izuku volteó para mirar a su agresor para enfrentarlo pero tanto como el y el otro no se movieron cuando sus ojos se encontraron, ojos carmesí chocaron con los esmerada del omega, segundos que parecían horas hasta que el omega reaccionó y corrió lejos de aquel hombre que por alguna razón su corazón latió con fuerza .