Ayano se equivoca en un maléfico, cayendo en "La maldición de Fun-Girl", donde se encontrará expuesta a la muerte.
Una serie de asesinatos repetitivos se desencadenarán en ella, mismos provocados por Nemesis-kun, consiguiendo que la chica se vea env...
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Al día siguiente Ayano despertó con un gran presentimiento. Había soñado con un ente de cabello blanco pero su imagen parecía distorsionada y borrosa por lo que no pudo saber con seguridad de quién se trataba.
Sin embargo algo comenzaba a molestarla, sobre todo con es chico de nombre Oko Ruto. Como si se tratase de algo maligno.
Como un día normal, tomó una ducha y se alisto para ir al instituto, dispuesta a ver a Taro, aunque eso era imposible.
Mientras el tiempo pasaba los recuerdos y experiencias iban desapareciendo. Solo tenía que vivir en un nuevo mundo desde cero.
Caminó hacia la puerta, para disponerse a salir. Al momento de abrirla, un cuerpo yacía de pie frente a ella. Enseguida fue grande su sorpresa.
En un santiamén el chico se acercó envolviendola en un gran abrazo. Ella se mantuvo inmóvil sin saber cómo responder. Pero emanaba un aura completamente diferente e inaudito. Muy agradable.
─L-lo siento─Hablaba con una voz baja y compadecedora.
La chica estaba realmente confundida por su acción.
─Entiendo tú dolor─¿De qué estaba hablando?, Se preguntaba. Un poco sofocada de la situación rápidamente lo aparta.
─¿Que rayos te sucede?─espetó la chica. Mientras lo miraba amenazadora. Oko parecía un poco anonado, pero no pudo evitar compadecerse de Ayano.
─Lo se todo─Aclaró, lo que hizo que la joven estuviera aún más confundida. Frunció el seño todavía sin entender. ─Se que no lo recuerdas, pero lo único que puedo decir desde el momento en que te vi─Se ruborizó al malinterpretar sus propias palabras. ─Q-quiero d-decir, que pude notar un aura maligno a tu alrededor. Parece que alguien te ha maldecido.─Dijo mientras jugaba con su dedos.
─¿Maldecido?─Le miró extrañada. ─¿Estás bromeando conmigo?─Reclamó enojada. Lo tomó del cuello de su playera amenazante ─No me gusta que me mientan─El chico no pudo evitar estar nervioso. Intentó decir unas palabras pero se quedaron atoradas en su boca. Ayano suspiró y rápidamente lo soltó.
La pelinegra se mantuvo sería, sin creerse nada de lo que el chico le mencionó.
─S-siento hacerte creer que es una broma─Se disculpo en voz baja con la cabeza mirando hacia abajo. Ayano suavizó sus facciones.
─No importa, pero no entiendo lo que estás diciéndome, además personalmente no creo en nada paranormal.─Oko asintió entendiendo su punto de vista.
─No te preocupes, no permitiré que nada malo te suceda─Su rostro reflejaba seguridad y firmeza. Dicho esto se dispuso a irse.─Ten cuidado Ayano─Susurró.
La chica río ante lo estúpido que eso sonaba. ¿De qué rayos estaba hablando?, Sacudió la cabeza restándole importancia.
