Ayano se equivoca en un maléfico, cayendo en "La maldición de Fun-Girl", donde se encontrará expuesta a la muerte.
Una serie de asesinatos repetitivos se desencadenarán en ella, mismos provocados por Nemesis-kun, consiguiendo que la chica se vea env...
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Todos sus pensamientos la estaban perturbando y el temor constantemente crecía al pensar que pasará de ella sin Taro, eso le hacía perder la calma más rápido.
Sentada en una de la habitaciones de la segunda planta donde nadie solía ir, se encontraba escondida de todos, especialmente de aquel chico.
Había sobrevivido a todas las situaciones extrañas y la estaban volviendo loca que comenzó a comerse la uñas.
No puede estar pasando─ se tomó la cabeza con ambas manos intentando volver a la realidad que ella conocía como si eso fuera a ayudarle.
Solo es un mal sueño, una pesadilla─ Dió un largo y prolongado suspiro mientras se tallaba los ojos resistiendo a cerrarlos. Una lágrima salió sin poder contenerla, lo único que quería ahora era estar con Senpai y despues de haber trabajado duro para quitar del camino a sus rivales no se le era permitido. Solo deseaba paz.
Cada vez que recordaba esta realidad, también recordaba aquel beso y no le gustaba lo que estaba sintiendo, su pecho cada dolía más y un vacío crecía en el. Tenía miedo, miedo a perder las emociones que la hacían sentirse viva.
Taro fue el que le dió esa bendición, todos esos sentimientos que la hacen florecer y por eso, él era su mundo, pero sin él presente, todo se podría terminar.
Se abrazó a si misma tratando de reconfortarse.
Un sonido la hizo alarmarse en el momento en que la puerta se abrió dejando ver una silueta masculina.
Éste le miró compadecido al notar que ella estaba llorando.
─ Hey...no te ves bien ─ él se agachó a su altura intentando darle algo de confort. Ayano apartó su mirada y Osano la miró entristecido culpandose de lo sucedido. ─ Lo siento, no estoy seguro de lo que sucede. Te comportas raro es como si no me conocieras, me ignoras y ahora estás abatida....Quiero saber que ocurre....Yan-chan ─ La chica apretó los puños indispuesta a mirarlo, él le tomó de la mejilla con delicadeza obligándola a verla, le dedicó una sonrisa enternecido y el corazón de la chica se aceleró desfrenético.
El chico seco las lágrimas ajenas y la aprisionó contra su pecho, está se sorprendió tensandose y sin saber cómo actuar o responder, pero se dejó envolver por su cálido cuerpo resultando de cierta manera agradable, estaba segura que nunca antes le habías dado un abrazo tan sincero como ahora.
Osano se separó dejándole nuevamente un vacío. Frunció el ceño confundida y se encontró con su mirada, esos orbes de color como el atardecer que resitaban calidez.
─¿Por qué? ─ ella preguntó cómo si él supiera la respuesta.
─ ¿A qué te refieres? ─ El chico aún estaba intentando adaptarse a los constantes cambios de su chica.
─¿Qué es lo que esta pasando y quién eres tú?─ Una fuerte curiosidad nació en ella y por un instante ella quería saberlo todo de él. Aunque no le terminará de agradar la idea.
