Hasta que la muerte nos separe©★ (MaleRivals×Ayano)

•Capítulo Especial. Yandere-kun: "Parte 1"

[Ayano]

Mis párpados estaban pesados, y le costaba a mi cuerpo el levantarse.
¿Cuánto tiempo había pasado desde que no veía a Taro? Parecía como una eternidad.

Sin ánimo, me force a levantarme, claramente, mi cerebro había decidido colisionarse un día anterior. Apenas y podía recordar algo de lo que había sucedido esta semana.

Sin embargo, unos vagos recuerdos aparecían en mi mente, eran unos chicos con un gran físico y belleza ¿Se trataban de Idols? Ya que nunca en mi vida los había conocido.

¿Cómo puedo tomarme esto con naturalidad?─La ducha de algún modo lograba relajarme. Senpai, Senpai─Quería verlo, abrazarlo, sentirlo, Hacerlo mío.

Mi cuerpo se estremeció, tan solo imaginarlo recorrer mi cuerpo y yo el suyo, no pude evitar tocarme un poco.

Las ilusiones que surgían de mi cerebro, era placenteros y exitantes.

Sin embargo no podía quedarme en la ducha imaginandolo junto a mi, tenía que hacerlo realidad costará lo que costará.
Solo yo puedo decidir con quien debe estar Mi Senpai y esa debo ser Yo.

Al cabo de varios minutos, al fin salí de casa, deseando, lo mas posible encontrarme con Taro, pero no parecia haber señales de él, lo que me preocupo bastante.

Continúe mi camino sin pasar por su casa. Aunque posiblemente me arrepentiré.

Mi mirada se concentraba en mis pasos, sin la preocupación de mirar hacía el frente, ya que alcanzaba a ver todo desde el ángulo de mi visión, pero desafortunadamente para mi, un cuerpo me empujó hasta caer al suelo.

─Lo siento tanto─El chico que accidentalmente me hizo caer, yacía de pie frente a mi, mientras me tendía una mano. Mi mirada se poso sobre sus ojos, notando que se trataba de el chico de mis sueños. Taro.

Recuerdo este momento como aquella vez que lo conocí. Parecía un angel caído, con su mirada genuina y esa sonrisa que me robó mil veces el aliento.

Tome su mano nerviosa, y el me ayudaba a levantarme.

─Oh, eres tu de nuevo─¿Acaso el me recordaba? Un felicidad creció en mi interior tan solo el hecho de saber quien era. Mis mejillas se tornaron rojas, casi al apunto de reventar.─Yan-chan, ¿Cierto?

Su melodiosa voz sonaba tan sensual al mencionar mi nombre. Levemente asentí, mientras mis piernas flaqueaban y mis bellos permanecían erizados, debido a su cercanía.
Baje la mirada nerviosa. Aquello me molestaba pues mi cuerpo me fallaba cuando él estaba cerca.

─S-si s-soy y-yo─Mi voz comenzó a tartamudear.

─Gusto en conocerte, creo que no me había presentado antes. Soy Taro Yamada─Me tendió la mano con una radiante sonrisa. Mi mano temblaba al hacer contacto con la suya.