Capítulo 24

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_______ Haakosson

Seis meses habían pasado desde que estaba con Hiccup, todo era perfecto. Pero como toda pareja, tenemos nuestras diferencias que se suelen desatar en pequeñas discusiones y hoy, era uno de esos días.

  —No me puedes negar el hecho de que yo pueda volar con Chimuelo— se quejó.

  —¡No te lo niego!— grite— ¿No comprendes?, El deber de tu padre, pasará a tus manos y debes saber cómo llevar las cosas...

  —No eres la indicada para decírmelo, tú escapaste de ese deber ¿No?— frunció el ceño.

Maldita sea, él sabe muy bien porque escape de mi padre.
Lo miré y me fui de su casa, al salir, me encontré con su padre en la entrada.

  —Señor Estoico— dije en tono de saludo, tratando de sonreír.

  —Hola, ______. ¿Todo bien?— me miró detenidamente, quizás se dio cuenta de que algo no iba bien.

  —Hiccup es un cabeza dura. Espero que tenga una buena tarde— me despedí antes de continuar mi camino.

Fui junto a Moody, mi dragón, a los alrededores de la isla, los que nunca suelen estar ocupados. Me senté en la hierba y mi dragón se ubicó a mi lado.

  —¿Te has planteado en volver?— le pregunté— oh claro que no, mi padre casi te asesina allí.

Me había plantado en volver muchas veces, solo para ver como iban las cosas allí.
Sin embargo, nunca iba. Podrían capturárme y dejarme allí, podrían matar a mi dragón, o si lograba escapar podrían seguirme hasta Berk y desatar una guerra.

   —¿Todo bien?— escuché a Astrid a mis espaldas, al poco rato se sentó a mi lado.

En todos estos meses, se ha vuelto mi mejor amiga, nos contamos todo y confiamos plenamente una en la otra.

  —Hiccup— dije como respuesta, ella me miró incitándome a continuar— Le dije que debería pasar más tiempo con su padre, para que vea que hace un buen jefe...—bufé— en fin, me dijo que no tenía el derecho de decirlo porque...

  —porque tú escapaste de tu padre, por lo que te libraste de ese deber— termino por mí y yo asentí— se le pasará, ¿Te parece ir a volar?

Yo sonreí y asentí, ella sabía como animarme.

Cada una se subió a su dragón, volamos por tal vez dos horas y en el camino hablábamos de cosas banales y divertidas.

  —¿Qué hay allí?— me dijo casi en un susurro.

Le hice unas señas para que se quedara en silencio, volamos más cerca del objetivo, que se encontraba en una isla. Grave error.

Observé como un hombre sacaba algún artefacto, del cual disparo diversas flechas.

  —¡Cuidado!— me ubique al frente de Astrid, Moody lanzó fuego, quemando algunas flechas, sin embargo una llegó a mi brazo izquierdo y otra fecha lo rozó, dejando una herida. —volemos hacia el este para despistarlos— le dije a Astrid, quien asintió viendo mi brazo horrorizada.

Volamos alejándolos de la isla, cuando nos dimos cuenta de que no había peligro comenzamos a volar hacia Berk.

  —¡Dioses! ¡Tu brazo!— me dijo preocupada— ¿tienes algo para ponerte allí?

Mi única opción era mi camiseta, la rompí por abajo, me mordí el labio y saqué la flecha que tenía incrustada, no era profundo. Al hacerlo un pequeño aullido salió involuntariamente de mis labios. Rápidamente puse el trozo de la camisa sobre las heridas.

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora