Desde que te conocí [Hiccup y tú]

Capítulo 19

_______ Haakosson. 

Hiccup no quiso besarme y actuaba raro. Sé que ese debería ser el menor de mis problemas, pero, ¿Cómo no preocuparme por eso?.

 ¿Acaso ya no me quería? ¿Se arrepentía de todo?

  —¿______? ¿Qué sucede?— miré al frente, Astrid me miro preocupada. 

Estábamos con los chicos en los comedores, excepto Hiccup. 

  —Oh nada...

  —¿Hiccup?— me miro Brutacio, seguramente se había referido a la conversación que tuvimos en la noche. 

  —Oh, no tiene que ver con eso...pero sí con él...¿Me explico?— miré a todos, aparentemente nadie había entendido. —Solo que...no nada, que vergüenza contarles— sentí como mis mejillas ardían. 

  —¿Podrías explicarnos?, somos amigos, y como ahora eres uno de los nuestros, debes saber que nos contamos todo— dijo Brutilda sonriendo. 

  —Sí, ¿Recuerdan esa vez que les dije que le vomité a Estoico?— todos miramos a Patán asqueados, pero él mantenía una sonrisa victoriosa.

  —Bien, sucede que...no se rían— les advertí aún con las mejillas ardiendo— Hiccup no quiso besarme...no lo sé, quizás se arrepiente de todo y ya no me quiere o...

  —O tal vez solo estas suponiendo situaciones extremas— me paró Astrid. 

  —Para asegurarnos, ¿te habías lavado los dientes?— Hablo Brutacio. 

  —¿Qué? ¡Claro que sí!— ahora estaba más roja y mis amigos rieron. 

Pero me sonroje más al notar que Hiccup venía hacia nosotros con un plato en su mano, se sentó al lado de Patapez y todos nos callamos. 

  —Oh, no se callen por mi, pueden seguir hablando— dijo Hiccup nervioso. 

  —Sí, sí...— Brutacio miro a Hiccup, iba a decir algo pero me adelante temiendo que dijera algo sobre el tema de conversación anterior. 

  —Así que, ¿quienes harían patrullaje?— mire a Astrid suplicante, ella entendió. 

  —Oh sí, eso, hum— se detuvo a pensar—Los gemelos y Patapez, ¿Les parece bien?— ellos asintieron y Astrid me sonrió. 

  —Hiccup, no te vimos en todo el día—dijo Patapez, haciendo que recordara el momento incómodo que habíamos tenido antes. 

  —Sí, trabajo en un proyecto...— habló hasta que lo interrumpí. 

  —Secreto— Trate de imitar el movimiento de manos que él había hecho cuando me había mencionado su proyecto. 

  —¿Qué fue ese movimiento de manos?— Rió Astrid. 

  —¡No lo sé!— llevé mis manos a mi cara nerviosa, ésta ardía. 

  —¿Estas bien?— preguntó esta vez Hiccup con un tono divertido en su voz. 

  —Sí, solo que no se lavo los dientes—Rió Brutacio junto a su hermana. 

  —Les dije que lo había hecho— dije casi en un susurro. 

Luego de unos momentos, volví a alzar la vista debido a que nadie hablaba, mire a Hiccup, su expresión era de confusión. 

  —¿Podrían explicarme?— Mire sus ojos verdes, ojalá no lo hubiera preguntado. 

  —Sí, ______ nos contaba cuando...— dijo Patán hasta que lo miré mal. 

  —Nos contaba cuando...vomitó y no se había lavado los dientes...en la...¿mañana?— me miró Astrid nerviosa. 

¿Fue lo mejor que se le ocurrió?, eso era peor de lo que en realidad había pasado

  —¿Vomitaste?— me miro Hiccup preocupado. 

  —No, no...— me pare de mi lugar— pueden explicarle si quieren, pero...¿por qué lo harían?. Él ya debería saber— mire a Hiccup antes de salir del comedor. 

 Hiccup Haddock. 

  —¿Ella esta bien?— miré a _______ que estaba saliendo por las puertas del comedor. 

  —Sí, o sea no— Dijo Astrid rápidamente. 

  —Entonces...¿me explicarán?— miré a los chicos preocupados. 

Todos ellos miraron a Astrid. 

  —¿Y ahora se callan?— dijo enojada— ¡Que idiotas! —Luego se volteo a mirarme— Deberías hablar con ella, estuvo sacando conclusiones muy precipitadas, de que ya no la querías o que te arrepentías...

  —¿Por qué?— la miré sin entender.

  —Porque no la besaste, amigo— dijo esta vez Patapez. 

Lleve mi mano a mi frente, luego, para disimular un poco, alboroté mi cabello. Pude sentir lo sonrojado que estaba, 

  —E-esa no había sido mi intención— mire a los chicos— O sea sí, pero...¡Chimuelo!

  —No culpes a tu dragón, eso es caer bajo— Dijo Brutilda— Es normal que no la quieras, teniéndome a mi en frente— Brutilda me guiño un ojo. 

  —Chimuelo me lleno de babas— dije ignorando a Brutilda — y tú sabes lo asqueroso que es eso—indique a Astrid la cual rió divertida. 

  —Cuando nosotros estuvimos juntos, no te preocupabas por eso— Astrid soltó una carcajada.

Me puse aún más rojo de lo que ya estaba. 

  —Podrían saltarse el noviazgo y casarse— sugirió Patán riendo. 

  —Es buena idea, se nota que estas muy enamorado—Astrid había dejado de reír

  —Iré a hablar con ella— los mire mal y salí de los comedores en su búsqueda.