Desde que te conocí [Hiccup y tú]

Capítulo 65

_______ Haakosson

La guerra se había desatado oficialmente.

Todos estábamos peleando y luchando, está vez en equipo y sin nuestros dragones.

—¡Cuidado! —me gritó mi prometido, cortando una soga y provocando que una cosa botara a un cazador.

—¡Agáchate! —le grité a Hiccup, y lancé un martillo a un cazador que estaba detrás de él.

—Gracias, señorita —Hiccup se acercó a mí.

Yo agarré una de sus pequeñas cápsulas que contenían el gas inflamable de los dragones. Abrí la cápsula y la lancé. Hiccup me sonrió coqueto, sacó su espada de fuego y la lanzó hacia donde yo había tirado anteriormente, el gas. Se escuchó una explosión, pero no tuve tiempo de observarla, puesto que los labios de Hiccup estaban sobre los míos, en un beso que expresaba temor, pero a la vez, mucho amor.

Al separarnos, silbe llamando a Moody, mi dragón no tardó en llegar, me monté sobre él al igual que Hiccup.

—Te llevaré donde Chimuelo —dije mientras Moody volaba.

—¿Y tú dónde irás? —me preguntó Hiccup.

—A despedirme de mi padre —dije mientras Hiccup saltaba de mi dragón, para ir hacia Chimuelo.

Moody voló hacia una parte del barco, allí estaba mi padre observando como Hiccup salvaba a su dragón.

—Supongo que es el adiós ¿No? —pregunté algo apenada, de todos modos, él era mi padre.

—¡Todo esto es tú culpa! ¡Si no hubieras huido! ¡Si no hubieras sido tan irrespetuosa! ¡Si tan solo hubieras sido como yo! —exclamó mi padre tomando peligrosamente un hacha.

—¡Lástima! ¡No fue así! —exclamé molesta— ¡Tenía la esperanza de que algún día pudieras cambiar!

—¿Cambiar? ¿Yo? —mi padre soltó una risa— la única que debía cambiar eras tú. Espero que te hayas despedido de ese niño, Hiccup. —mi padre silbo llamando a uno de sus dragones controlados, y mientras estaba por los aires me lanzo el hacha— ¡Nunca quise tenerte como hija!

Cerré los ojos asustada, esperando el impacto del hacha sobre mi piel. Pero no llego.

Abrí mis ojos, sobre mi estaba Moody cubriéndome con su cuerpo.

—¡No! —exclamé con lágrimas en mis ojos.

Mi dragón cayó sobre la superficie del barco. Me senté a su lado acariciando su rostro. En su estómago, estaba incrustada el hacha.

—No, no, no, no. Amigo, recuerda que me debes ese vuelo —dije entre lágrimas— ¿Lo recuerdas? Íbamos a volar cuando todo esto acabase

Mi dragón rugió débilmente y poco a poco fue cerrando sus ojos.

—Amigo, no me dejes —dije llorando aún más.

Pero ya era tarde. Mi amigo, me había dejado.

Él reptil que me acompaño durante difíciles años junto a mi padre. Él amigo que me ayudó a escapar y a sobrevivir. Junto a él descubrí grandes cosas y lugares, con él viví grandes experiencias y momentos que nunca podré olvidar.

Él dio su vida por la mía.

Retiré un par de sus escamas, como recuerdo del gran amigo que tuve.

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Hiccup Haddock

Chimuelo se había librado de esos dragones que estaban siendo controlados, debido a que se teletransporto y había electrocutado a los dragones que nos habían acorralado.

Nunca dejará de sorprenderme.

Observé a Grimmel que tenía una expresión de asombro. Algo difícil de ver en él.

Salté de Chimuelo y extendí las alas de mi traje y volé hacia Grimmel.

Pude hacer que cayera de la furia luminosa, pero él se aferró mi pierna.

—¿Éste es tu plan? —gritó Grimmel— ¡Muchacho! ¡Ya no tienes una chica por la que luchar! —Grimmel comenzó a reír maniáticamente— no sabes el placer que me causo matar a mi hija.

—¡Cállate! —grité enojado, ______ no podía estar muerta, no podía. No— salvalo —le dije a la furia luminosa, mientras la desataba y me dejaba caer por las alturas.

Al fin y al cabo, mi razón de vivir era Chimuelo y _______.

Chimuelo ya tenía su vida, y _______, al parecer ya no la tenía.

Sonreí al ver a la furia luminosa ayudar a Chimuelo, mientras yo aún caía por los aires.

Grimmel comenzó a destrozar mi traje, y yo trate de empujarlo, lo logré pero él aún se sujetaba de mi prótesis.

Me horroricé al observar sangre saliendo de su boca, alcé la vista y observé a ______ con la ballesta de su padre, iba montada sobre brinca nube. Ella había matado a su padre.

La furia luminosa rápidamente voló hacia mí. Me saqué la prótesis, puesto que Grimmel aún se aferraba a él con los últimos alientos que tenía.

La furia luminosa me agarró por los aires mientras Grimmel caía hacia el mar.

—Sabia que te agradaría —le dije a la furia luminosa que me dejó sobre la colina, donde yacía Chimuelo.

Fui a acariciarlo.

—Estas lleno de sorpresas, amigo —le dije.

Todos llegaron a reunirse acá, con nosotros.

Observé a ______ bajando del dragón de mi madre, corrió hacia mí y me abrazó a la vez que me ayudaba a ponerme en pie.

—Dioses...pensé que...—dije asombrado.

—Moody, él dio su vida por la mía —explicó ______ apenada, aún con lágrimas en los ojos.

Junte nuestras cabezas, todo había acabado. La mayoría de nosotros estaba a salvo.

Chimuelo me observó y luego observó el horizonte.

Salté hasta él y acaricié su rostro. Apenado por lo que venía.

—Tienes razón amigo, es tiempo. Estaba tan ocupado preocupándome por el mundo que yo quería,  que no me detuve a pensar en tus necesidades —miré a la furia Luminosa— es tiempo de que se cuiden entre ustedes, conmigo no estarán a salvo. Llévalos al mundo oculto —las pupilas de mi amigo de agrandaron, mientras yo sentía mis ojos humedecer— lo sé, también te amo —dije finalmente llorando.

Chimuelo me abrazó torpemente, y luego unimos nuestras cabezas.

—Ve amigo...ve —dije con un hilo de voz.

Me separé de él y ______ volvió a ayudarme a ponerme en pie.

No tenía idea de lo que sucedía alrededor, mi vista estaba fija en mi amigo. Quería recordarlo como fuera, también quería recordar cada momento que viví junto a él.

Nunca más lo volvería a ver.

Todos los dragones comenzaron a volar.

Chimuelo lanzó un rugido y luego me miró por última vez, sonriendo.

Le sonreí y asentí.

Él también se fue volando y desapareció en la distancia.

Todo había acabado, finalmente, los humanos y los dragones estaban en paz, aunque eso implicaba estar separados.