7-. Muchas disculpas

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Astrid Hofferson

Vi a los lejos que Brutacio y Brutilda peleaban con alguien, me acerque a ellos y los ayude noqueando a su contrincante.

  —¡Hey! ¡La teníamos!— la indico Brutacio

  —Sin mi ayuda, ustedes habrían terminado así— indique el cuerpo inerte de la chica. —Llevenla a los comedores, a esta hora está vacío y atenla, iré a buscar a Hiccup o Estoico y les informaré de la situación.

Ellos asintieron y tomaron a la chica, los vi alejarse y me dirigí a la casa del jefe.

Golpee la puerta varias veces hasta que Hiccup abrió.

  —¿Astrid? ¿Qué pasa?— dijo mirando para todos lados.

  —¿Estoico no está allí?— trate de mirar dentro de su casa.

  —Esta con Bocón en la herrería, tal vez estén tomando un par de cervezas— se encogió de hombros —¿Por qué lo buscas?

Tome su mano y lo dirigí al comedor, al llegar allí, estaba Brutacio y Brutilda sentados enfrente de la chica, la cuál estaba amarrada.

  —La vimos volando junto a un dragón y aterrizando aquí, quizás sea alguna espía de cazadores o algo así— dije mirando a Brutacio y Brutilda, los cuales asintieron.

  —Dioses, ¡¿Le hicieron daño?!— Hiccup grito y fue hacia la chica tomando el rostro de ella entre sus manos.

Lo miré sin comprender.

  —No reacciones así con el enemigo— intervino Brutacio tratando de alejar a Hiccup de la chica.

Hiccup en cambio fue a desatarla.

—¿Hiccup? ¿Qué diablos haces?— lo tome de las manos deteniéndolo.

—La estoy desatando— se safó de mi agarre y continuo en lo suyo hasta que la desató.

—¿Estás bien?— Le hablo a la chica que parecía estar despertando.

  —Sí, un pueblo pacífico, solo sentí cosquillas— dijo la chica irónica y Hiccup rió.

Los gemelos y yo lo miramos atónitos.

¿Ella es la chica?

_______ Haakosson

Desperté por unos gritos que escuchaba a la distancia, pero cada vez que trataba de abrir los ojos se escuchaban más fuerte, en esos gritos solo distingí la voz de Hiccup.

  —¿Estas bien?— escuché a Hiccup y abrí los ojos.

  —Sí, un pueblo pacífico, solo sentí cosquillas— dije irónica, el golpe no había sido tan duro.

Hiccup soltó una pequeña risa y me ayudó a poderme de pie, pasando mi brazo por sus hombros.

  —¿Hiccup? ¿Qué haces?— le dijo una chica, al parecer ella me había noqueado porque no la había visto.

—La llevo a mi casa— dijo frío.

Hiccup decidió tomarme en brazos y llevarme así.

  —¿Sabes que tengo piernas?

Hiccup no respondió, estaba serio.

Por los Dioses, seguramente estaba enfadado conmigo.

Llegamos a una casa, era acogedora, al parecer no había nadie más en ella, salvo nosotros.

Subió por unas escaleras hasta llegar a una habitación y me dejó en la cama.

Trate de hablarle pero se había ido.

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora