Capítulo 35

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Astrid Hofferson

Debo admitirlo, guiar a mis amigos para buscar a Hiccup y ______ no había sido la mejor idea. Gracias a eso estabamos a punto de saltar a un barco y caer en aguas profundas y heladas. 

Habíamos conocido a Eret, hijo de Eret. Afortunadamente fue capaz de guiarnos hacia Drago Manodura, me sorprendí al saber que los prometidos no se encontraban allí. 

Lo que paso luego de eso fue la captura de nuestros dragones, nosotros como reenes a punto de morir y la inesperada captura de Eret por su mal trabajo. 

 —Se ve refrescante—me sonrió Eret luego de ver el agua, en la que dentro de unos minutos estaríamos —Damas primero— me sonrió y guiño un ojo. 

Si no fuera porque esta del lado de Drago, sería mi tipo. 

Hice una mueca ante su orden.

 —Agáchate— me susurró, rápidamente obedecí. 

Cuando volví mi vista hacia Eret, él se había liberado y estaba acabando con todos los demás cazadores. Cuando lo logró le sonreí de lado. 

 —Me sorprendes— le dije como halago. 

 —Era mi intención— me guiño un ojo, luego comenzó a guiarnos —sus dragones deben estar por aquí. 

Camine junto a mis amigos, Brutilda se acercó a mi.

 —¿Por qué siempre te quedas con los buenos?— mi amiga me observó y luego le lanzó una mirada a Eret.

Yo reí divertida.

 —Patán y Patapez pelean por ti— le sonreí. 

_______ Haakosson.

Valka, Estoico, Bocón e Hiccup se encontraban comiendo y hablando. En fin, recuperando el tiempo perdido.

Me sentí incómoda y me fui a caminar, decidí ir a ver al alfa.

Llegue y lo observé de lejos. Ser un dragón debía ser impresionante.

—Hey...— Hiccup llamó mi atención.

—Tengo una cicatriz en el brazo, eso también te lo oculté— mencioné molesta y fingí pensar —creo que también te oculte que mi padre ya me había comprometido con un idiota.

Hiccup me vio confundido.

—Es broma— le dije molesta, Hiccup me miró del mismo modo y se volteó para irse —Recuerdame, ¿Por qué seguimos juntos?— mencioné desesperada, no soportaba que me ignorase.

—Si con eso quieres decir: "terminamos" dilo— espeto molesto.

Por unos instantes observé a Hiccup, parecía no retractarse de sus palabras, luego observé la sortija que tenía en mi dedo, dudosa la saqué de él.

—Espero que te sirva en otra ocasión— me acerqué a él y deje la sortija en su mano.

—______...— observó la sortija.

Lo miré por última vez y me fui rápidamente, mi dragón me siguió.

Cuando estuve lo suficiente lejos y en un lugar donde probablemente no me encontrarían comencé a sollozar.

—Amigo, ¿Qué hice?— me senté en el frío suelo y Moody acomodó su cabeza entre mis piernas

Hiccup Haddock

Observé la sortija que ______ había depositado en mi mano. Me había costado demasiado hacerla y realmente pensé que ______ no terminaría conmigo, o al menos no de esta forma.

Luego de unos minutos volví hacia donde estaban mis padres.

—¿Todo bien?— mencionó Bocón —Te perdiste del momento musical.

—¿Momento musical?— cuestioné y observé a mis padres.

—Es la canción que siempre canto cuando estoy afilando mis armas— dijo mi padre observando a mi madre con amor en su mirada.

Recordé a _____ y presione fuertemente la sortija que aún seguía en mi puño.

—¿Y _____?— pregunto mi padre —¿Mencioné que habrá una boda pronto?— mi padre miró a mi madre emocionado.

—Ya no más— dije antes de que comenzaran a animarse ante la idea, infle mis mejillas y traté de mirar a otro lado.

—¿Qué quieres decir?— pregunto esta vez mi madre.

Sujete el anillo con mi dedo índice y pulgar, de modo que lo vieron claramente.

—Discutimos— aclaré, no me atrevía a decir que habíamos roto, si lo decía en voz alta, significaba que era más real.

—Como toda pareja ¿No?— mencionó Bocón y me dio un golpe en la espalda tratando de animarme.

Mi madre se acercó a mi comprensiva

—Si de verdad es la indicada, superarán esto. Lo sabes ¿No?— sonrió mi madre —Si supieras todas las veces que discutí con tu padre...

—Estoico estuvo durmiendo en mi sofá por una semana— corroboró Bocón provocando que sonriera.

—Con el amor viene la perdida, es parte del trato— mencionó mi padre.

Mi madre le dio un codazo.
En ese momento no pude evitar pensar como hubiera sido mi vida junto a mis padres, los tres juntos. Probablemente no hubiera causado tantos problemas, quizás nunca hubiera conocido a Chimuelo.

Quizás nunca hubiera conocido a ______.

—Debo encontrarla, quiero disculparme con ella— les dije a mis padres y ambos sonrieron.

Estaba por ir a buscarla cuando sentimos un gran estruendo a las afueras del refugió, los dragones comenzaron a volar.

Mi madre corrió, yo la seguí junto a mi padre.

En el lugar pudimos observar que sucedía afuera, montones de barcos, catapultas, trampas de dragones.

Y un montón de cazadores.

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora