Capítulo 37

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Hiccup Haddock

Estaba observando el barco que estaba en medio del mar, allí yacía mi difundo padre. Él que dio su vida por la mía.

Acerqué la flecha al fuego, la posicione en el arco y la lancé directo al barco mientras un par de lágrimas salían de mis ojos.

Luego de unos segundos un montón de flechas aterrizaron en el barco, éste comenzó a incendiarse.

¿Dónde estaría ______? ¿Cómo estaría Chimuelo?

Perdí todo, todo lo que me importaba, mi mejor amigo, mi padre y la mujer que amo. Todo por culpa de un hombre: Drago Manodura.

  —No soy el hombre que querías que fuera, tampoco el pacificador que creía ser...— dije pensando en mí padre, como si el aún estuviera aquí y pudiera escucharme.

  —Llegaste a este mundo antes de tiempo— mi madre se acercó a mí apoyando su mano en mi hombro —Pensé que no sobrevivirias, pero tu padre, él jamás dudo; siempre decía que serías el más grande vikingo. Y tenía razón, tienes el corazón de un jefe y el alma de un dragón— mi madre me miró de frente.

Pensé un momento en sus palabras, aún tenía que vencer a Drago, recuperar a Chimuelo y a ______.

—Chicos, tenemos que vencer a Drago- me voltee decidido —y salvar a Berk, un jefe protege a los suyos— dije recordando las palabras que mi padre me hacía dicho.

—Buena idea pero algo falla en tu plan— mencionó Brutacio y observó a su hermana.

  —Se llevo a nuestros dragones— complementó ella.

  —No a todos— recordé cuando mi madre mencionó que los dragones bebés, no podían ser controlados por el alfa.

Observé a mi madre que asintió y comenzó a guiarnos hacia donde se encontraban los dragones bebés, mis amigos nos siguieron confundidos.

______ Haakosson

  —¡Idiotas!— les grité a los cazadores que acababan de encerrarme en una celda.

Drago había mandado a algunos de sus hombres a encerrarme en las celdas de un barco y llevarme directamente donde mi padre.

Sabía que Drago se dirigía hacia Berk con todos los dragones.

Tenía miedo, por primera vez en mucho tiempo sentía demasiado miedo.

Drago iba atacar Berk, todos los dragones estaban siendo controlados: Moody, mi mejor amigo estaba siendo controlado. Había hecho una estupidez, quería disculparme con Hiccup pero probablemente no podría hacerlo, quizás nunca más lo volveré a ver.

Me senté en un rincón de la celda, no pude evitar llorar.

Recordé lo feliz que había sido en Berk, lo feliz que había sido junto a Moody. Lo feliz que me hacía Hiccup.

Drago me capturo y por ello sentí un odio profundo hacia él, me arrebató lo que más quería, también le quitó la vida a él padre de Hiccup.

Dioses, eso significaba que Hiccup sería jefe... él no quería serlo. Debe estar devastado con todo lo que está sucediendo.

  —¡Déjenme salir!— me paré rápidamente, limpie mis lágrimas y comencé a golpear la celda.

  —Cállate un rato— dijo un hombre.

  —No creo poder soportarla durante unas horas— mencionó otro.

¿Unas horas? ¿En unas horas volvería a estar junto a mi padre?

Desde que te conocí [Hiccup y tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora