Revelaciones (parte 2)

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Planeta Tierra

Apenas abrió los ojos y un deseo fugaz atravesó su corazón, un anhelo tan punzante que la hizo ponerse de pie de improviso y caminar hacia el balcón, el aire mecía suavemente su cabello largo y los rayos del sol le transmitían una paz que no era capaz de definir pero que en ese preciso momento fue devastadora. Alzó la vista hacia el cielo, a un punto indeterminado del espacio que sus ojos no eran capaces de apreciar y aquel anhelo creció, crepitó en su interior aquella sensación de vacío y soledad.

Se sintió tan extraña que no dudó en regresar a la cama, últimamente tenía estos arranques le daban muy seguido y no lograba encontrar el motivo, a pesar de que ella no estaba sola, no sabía por qué a veces esa sensación invadía su pecho. Tenía a sus padres, a su hermana mayor, a sus amigos, tenía a Yamcha y sobretodo ahora tenía a su bebé, un pequeño ser maravilloso que crecía dentro de ella. No sabía por qué pero tan sólo pensar en él, las ganas de llorar de felicidad la invadían. Estaba demasiado sensible, demasiado feliz, demasiado todo. Únicamente encontró un detalle que no encajaba, pero no le dio importancia, después de todo. ¿Qué podría ser más importante que su hijo? Lo demás eran trivialidades.

Hace varios días que no veía a Yamcha ya que se había ido a entrenar, tenía un partido muy importante en unos días, ella por su lado no lo atosigó con llamadas ni mensajes, ya aparecería. Estaba concentrada en su bebé y su trabajo, que dicho sea de paso también le traía grandes satisfacciones. Estaba muy feliz, su vida era casi perfecta. Lo tenía todo y más. Y ese día en especial estaba muy animada, ese día sería su primera ecografía y al fin sabría el sexo de su bebé, ella se lo había dicho a Yamcha, esperaba que no lo olvide y logre acompañarla, era importante que los dos estén presentes en un momento así. Por el momento descansaría unas horas más, aún tenía tiempo de sobra pues eran apenas las ocho de la mañana y su cita era a las tres de la tarde. Recordaba la conversación que tuvo con su hermana Tights la noche anterior, su hermana estaba obsesionada con los viajes por el espacio y la cultura de los otros planetas.

Su hermana era una persona muy extraña pero a la vez muy madura, ella estaba convencida de que en el espacio había muchas formas de vida quizás mucho más desarrolladas que la nuestra, sonreía, a ella también le gustaría conocer aquello. Sería un misterio siempre. Cerró los ojos nuevamente, con una sonrisa en su rostro y la ilusión recorriendo cada poro de su piel, pronto tendría a su bebé entre sus brazos y eso era todo lo importante ahora. Se adentró en el mundo de los sueños y se arrulló a sí misma en la cama, anhelando algo de lo que no tenía idea, anhelando un calor y una presencia que la haga sentir completa, anhelando sin saberlo el calor de aquel ser del espacio que en ese momento la anhelaba y daba por muerta.

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Planeta Hendion

En menos de tres días había terminado con todos los hendonianos, con cada ser de este planeta; ahora estaba listo para ser colonizado. Después de varios meses prendió el scouter, las llamas y mensajes rebasaban, al parecer habían tratado de contactarse con él hasta el cansancio. Entre todos esos mensajes y llamadas, halló un mensaje recibido hace meses atrás, jamás se había percatado de su existencia. La curiosidad pudo consigo y apretó el botón indicado para escucharlo. Jamás pensó que lo que oiría iba a partir su alma en dos.

"VegetaVegeta mi amorestoy con los demás terrícolas, Bardock nos está pidiendo que nos marchemos pero todas están tan asustadas, mi padre ha sugerido que vayamos a un planeta cercano, te dejaré las coordenadas, por favorderrota a ese miserable; todo depende de ti mi querido Vegetaconfío en ti, siempre confiaré en ti¿Sabes? Me di cuenta de que cuando me dijiste que huya, lo hacías para protegerme ¡Muchas gracias!, quiero que todo esto termine rápido, tengo algo que decirtealgo muy importanteTe veo pronto, te dejo las coordenadas son diecinueve trece uno ocho dos cuadrante veinticinco, el planeta se llama MKH, si lo conoces ¿Verdad? Me dijiste que me buscarías, confiare en tus palabrasTe amo Vegeta, no tengo miedo de decirlo ¡Te amo!, ya tenemos que irnosTe esperaré"

Tu, mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora