Prólogo.

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Algunas personas dicen que enamorarse de alguien mayor es bueno, porque de ellos puedes aprender muchas cosas.

Dicen que un hombre mayor busca chicas o su chica especial, les atraen las menores porque son más tímidas y jóvenes, es lo que un hombre adulto busca en una mujer, por eso los hombres casados les son infieles a las mujeres o llegan a su divorcio.

Pero para mí no es verdad, los hombres mayores te mienten y de una manera muy discreta, te hacen ver las estrellas e incluso hacen todo por ti pero cuando por fin tienen toda tu bondad e inocencia te dejan y buscan a alguien mejor que tú.

-Entonces, ¿Buscaste a alguien mejor que yo?- Pregunte mirándolo a los ojos.

-Entiende Sook, lo nuestro solo fue algo... Solo olvídalo, no hagas esto más difícil.- Hablo con un tono serio al igual que su rostro, no presentaba ni una emoción en ella.

-Te amo ¿Acaso no importa?- Mi garganta sentía el típico nudo cuando vas a llorar y estás tan rota por dentro.

-Me voy, lo lamento.- Se giró y camino cruzando la calle.

-DongWook, no me dejes.-Grite pero él seguía su camino.

Gritaba su nombre y aun asi no me hizo caso, cruce sin mirar la calle y solo sentí un golpe, los gritos de sustos se escuchaban. Mire hacia su dirección pero desapareció, iba a morir de una manera estúpida.

Acaso esto era ¿Morir de amor? Jamas debí acercarme a él, debí seguir con mi vida patética y normal. El amor solo es un desafío de la vida, siempre el amor es de uno y no de dos.







La etapa de la adolescencia es genial, vives, disfrutas de la compañía pero igual sufres por amor, autoestima entre esas cosas, pero para mí he tenido de las dos.

Mi nombre es Jung Sook y tengo 16 años, vivo con mis padres aunque ellos no me atienden mucho por su trabajos y los entiendo. Y mi primer amor fue algo trágico, doloroso e incluso duro.

Me enamore de un hombre mayor, diez años mayor que yo, suponía que estaba casado pero no lo era, lo conocí por una de las fiestas de mi padre. Lo más gracioso fue que cuando me vio pensó que era mayor de edad, lo cual se avergonzó y se disculpó.

-Es una linda noche, ¿No lo crees?- Pregunto el hombre.

-Lo es.-Le sonreí y el tambien, su sonrisa era lo más hermoso que había en él.

-¿Quieres un trago?-Pregunto, lo cual reí.

-Soy menor, no puedo tomar y aunque tuviera la edad no lo haría.- Él se sorprendió y se avergonzó.

-Lo siento pensé que eras mayor de edad.-Negué y sonreí.

-Soy Jung Sook, un gusto.- Estire mi mano, el sonrió y la estrecho.

-Lee Dong Wook, el gusto es mío.- Sonrío y por dios en cualquier momento le diría que no sonriera porque me iba a desmayar.

La noche paso lenta, él y yo nos conocimos más, incluso intercambiamos números, teníamos muchos gustos iguales, nos gustaba ver el cielo cuando estábamos estresados, oíamos los mismo artistas e incluso la misma mentalidad.

-¿Y cuantos años tiene señor Dong Wook?-Pregunte, la curiosidad me mataba y es que parecía muy joven.

-Tengo veintiseis años ¿Y tu?- Mi cara era para una fotografía, no pensaba que tendría esa edad, había calculado unos 20 o un poquito menos.

-Se ven muy joven, yo tengo 16 años.- Le sonreí.

Desde aquella noche pasó algo interesante en mí, me había enamorado por primera vez en mi vida. Nos veíamos en una cafetería cerca de mi escuela, les había contado a mis amigas lo cual me miraron mal.

-¿Estas loca? No puedes andar con un hombre mayor que tú , se ve mal muy mal.

-Estoy de acuerdo con Hye, se ve mal, tú eres joven y el es un señor muy grande.

Hice oídos sordos y aún así veía a Dong. Esa tarde nos veríamos en el mismo café, no deja de pensar en el, su rostro, su voz, sus labios me atraían mucho y su piel blanquecina.

Caminaba por el local y lo vi, sentado leyendo un libro. Entre y me senté frente a el.

-Hola.-Dije sonriendo, bajo su libro y río.

-Te ves muy linda hoy.- Sonrió

-Siempre estoy linda.- Dije riendo.

-Tienes razón, eres demasiado linda.- Dijo mirándome

Hablamos por mucho tiempo y se estaba haciendo de noche, ese día fue especial, me sentí muy rara después de lo que pasó.

Dong Wook, me había llevado a casa, estaciono el auto y me miró.

-Muchas gracias.- Le sonríe

-De nada.- Me sonrió y no dejaba de verme, no quería salirme de su auto.

Quedamos en silencio por muchos minutos, no sabíamos cuando nuestros rostros estaban muy juntos. Y mágicamente tenía mis labios pegados a los suyos, eran suaves como si de la seda estuviera hablando. Se alejó de mí y abrí mis ojos encontrándome con los suyos.

-Me gustas.- Dijo sin más.

-Tambien me gustas.- Sonríe y volvimos a juntar nuestro labios.

El mejor día de mi vida, pero no sabía que estaba jugando con fuego y que iba a quemarse muy mal.



Forbidden Love |Lee Dong Wook|✓ (E D I T A N D O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora