Veinticinco

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Narra Dong-Wook.

Una semana había pasado desde que Sook no había estado en casa, una semana donde la busque por todos los lados donde le gustaba ir o donde ella iba incluso había estado dos noches seguidas sentado en su banca favorita de su parque favorito, no había rastro de ella, es como sí se hubiera esfumado.

Las noches las pasaba en vela, no sabía a quien más acudir, incluso mande a seguir a SeungMin y Felix pero estos solo actuaban un poco normales y desanimados.

No sabía la gran falta que me hacía mi pequeña Sook me sentía muerto como antes de conocerla. Encontraba vida a lado de ella.

Los días pasaron y deje de buscarla, sabía que se había ido, ella no regresaría, esta bien por lo que sabía. No estaba muerta por que incluso busque en hospitales y funerarias, no había rastro de ella en Seúl no sabía donde más buscarla.

In-Na trataba de ayudarme, ella estaba un poco más desesperada, no sabía por qué o el motivo pero ella seguía buscando a Sook. Sabía que si In-Na encontraba a Sook está me diría dónde estaba y con quién.

El día paso lento, solo iba a la empresa por compromiso, no la podía dejar solo así como se me plazca, estaba estresado y más con Suzy encima de mí, era imposible no estarlo solo hablaba de ella misma o cosas de modas, nada importante hablaba para la empresa. El teléfono de mi oficina sonó y lo cogí para atenderlo.

-¿Bueno, con quien hablo?.- Pregunté.

-Soy el señor Bae, no he recibido la respuesta desde hace tiempo... Es un trato que debe aceptar señor Lee, usted sabe que si no acepta la empresa decaerá, le doy dos días más para que me confirme, que tenga un buen día.- Colgo el señor Bae quien era el padre de Suzy.

Suspire frustrado, no sabía que hacer... tenía dos opciones; dejar de buscar a Sook, casarme y aceptar el trato del señor Bae o buscar a Sook como de lugar y dejar que mi empresa decayera. Eran dos opciones difíciles, no sabía que hacer, la empresa no podía decaer y tampoco podía dejar a Sook.

Esto era un mierda; escuche a alguien entrar a mi oficina.

-¿Vas aceptar, verdad?.- Asentí.

-In-Na si no lo hago nos iremos a la ruina, somos la tercera empresa líder en Seúl, ni podemos echarnos solo así por que sí In-Na.- Me levanté y salí del edificio llendo a casa.




















Narra Sook.

La semana paso y cada vez me sentía mejor, no sentimentalmente pero me sentí sin presión; estaba triste pero JooHyuk ayuda mucho en mi ánimo, era muy lindo incluso algunas ocasiones me traía un pedazo de pastel o algunas rosas. Me agradaba la compañía de él por las tarde mientras caminábamos por la orilla de la playa el hablando de su día en el trabajo y yo sobre mi bebé.

Mis ojos brillaban al verlo hablar, hace tiempo que alguien no me tomaba en cuenta o me daba esos detalles y a pesar de que JooHyuk me hablaba de cosas sobre su trabajo me ponía feliz; el solo echo de que comparta cosas conmigo me hacía sentir bien.

Hoy era otro día caminando sobre la orilla, tome la mano de JooHyuk para que metiera sus pies en la tibia agua de sal.

-No Sook, esta muy fría.- Me reí y jale más su mano.

-Esta tibia, vamos solo mete un momento tu pie ¿si?.- Le sonreí y este asintió quitándose sus zapatos. -Ves, es muy refrescante.- Este río y solté su mano.

-¿Ya sabes qué harás Sook?.- Pregunto mirando hacía el extenso mar abierto.

-¿De qué JooHyuk?.- También miré hacía donde él.

Forbidden Love |Lee Dong Wook|✓ (E D I T A N D O)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora