ʻOHANA ||HOPEV||

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Definitivamente no le gustaba esto.

Se sentía como un niño pequeño siendo obligado a comer los vegetales que odia.

Pero ninguno era un niño pequeño.

-¿Es esto necesario?

Preguntó, observando como el mayor ponía un gran plato de comida frente a él.

-Sí, porque debes comer. Así que comienza, yo comeré después de asegurarme de que hayas comido todo.

-Pero es demasiado.

-Es menos de lo que comías normalmente- Le contestó, a la defensiva -Anda, come.

-No quiero.

-No era una pregunta, Taehyung, era una orden.

-No puedes darme órdenes.

-¡Mierda, Taehyung!- Gritó Hoseok, con exasperación -Solo come, ¿Sí? No es tan complicado.

El menor se recostó en la silla, con los brazos cruzados.

-No pienso comer absolutamente nada.

Hoseok suspiró, y cubrió su rostro con sus manos, apoyando los codos en la mesa.

Taehyung observaba al mayor, sin decir o hacer nada.

Solo se mantenía quieto.

Miró el plato de comida, y lo alejó de su lado, sin ánimo de probar alimento alguno.

Eso creía, hasta que escuchó un sollozo ahogado por parte de Hoseok.

Y su alma se rompió en mil pedazos.

Y se sintió culpable por hacerlo sufrir.

-Hobi...

-Por favor...- Pidió, entre pausas -Come algo.

Y sin esperar otro segundo, estalló nuevamente en lágrimas.

El menor sintió una gran presión en el pecho, y que le costaba respirar.

Taehyung comenzó a llorar también, sintiendo como puñales en su alma cada lágrima que abandonaba los ojos del mayor, dejando un rastro por las mejillas de este.

Estiró su mano, y con el pulgar secó una lágrima del mayor. Hoseok tomó la mano de Taehyung, sintiendo claramente los huesos del menor, pero sin importar la acercó a sus labios, y la besó.

Y eso fue una puñalada directa a su pobre corazón.

-Soy una mierda, ¿No es así? Lo único que hago es destruirme y dañar al resto. Quizás si debí morir cuando aquello ocurrió. Soy un asco de persona.

El mayor respiró con fuerza, y juntó valentía para mirar a Taehyung al rostro.

-Lo siento, me estoy matando.

-¿Podrías vivir por mi?

El menor suspiró con tristeza.

-No lo sé, Hobi. Pero lo intentaré, por ti lo intentaré.

Y ambos se levantaron de la mesa, solamente para abrazarse con fuerza y llorar en el hombro del contrario.

La presión en el pecho de Taehyung aumentó, pensando que todo aquello era su culpa.

Solo su culpa.

Estuvieron un rato así, abrazados llorando, aferrándose al cuerpo del contrario como si la vida se les fuera.

Aunque Taehyung, en el fondo, no quería que su vida se fuera.

-No te mueras, por favor. Quédate conmigo para siempre, como prometimos cuando pequeños.

-¿Hasta que el sol ilumine nuestro día por última vez?

-Y hasta que la luna nos acompañe en nuestra última noche.

Recordaba con perfección la noche en que ambos se prometieron eso, exactamente unos días antes de que el padre de Hoseok muriera.

Cuando todo era perfecto en la vida de ambos.

Cuando Taehyung tenía suficientes motivos para vivir, y Hoseok la suficiente energía para sonreír.

Quizás podría intentar recuperar aquellos años.

Podría intentarlo, intentar salir del pozo sin fondo en donde estaba cayendo con fuerza.

Y recuperar aquella brillante sonrisa que tenía Hoseok cuando era un adolescente.

Taehyung sintió su interior llenarse de emociones, y no pensó mucho lo siguiente que hizo.

-Hobi.

-¿Mmm?

-Aliméntame.

El mayor se separó, un poco sorprendido, pero no se demoró en asentir.

No desaprovecharía una oportunidad así.

Acercó el plato de comida junto con los cubiertos, y se sentó, dejando que Taehyung se acomodara en sus piernas, como si fuera un niño.

Entonces, con mucho cuidado, tomo una pequeña porción de comida y la llevó a la boca del menor, quien la aceptaba con gusto.

Hoseok intentaba no seguir llorando, mientras con mucho cuidado seguía alimentando a Taehyung, y este no ponía resistencia ninguna a la comida y a las lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas.

-Se siente bien, está exquisita- Habló, de manera entrecortada, acomodando de mejor manera su cabeza en el hombro de su pareja.

-La preparé con mucho amor- Explicó, con una sonrisa -Cuando cocinas con amor todo queda exquisito, eso es un truco que me dio mi madre cuando aprendí a cocinar.

-Es un buen consejo- Posteriormente, recibió otra cucharada de alimento, la cual masticó con cuidado y tragó, esperando la siguiente cucharada.

El mayor se sentía contento, ver a su pareja comer con tanto entusiasmo le hacía sentir bien, y aprovecharía porque no sabría cuando Taehyung volvería a aceptar comer.

Tanto era el hambre, que cuando el plato se terminó, el menor lo miró con tristeza, haciendo una pequeña mueca.

Se levantó de las piernas del mayor, estirando su cuerpo y viéndolo a los ojos.

-Gracias.

-Te amo.

Sonrió, con sus mejillas un poco rosadas.

-De seguro tengo todo el rostro hinchado y rojo por las lágrimas, debo ser un desastre.

-Aún así, eres la persona más hermosa que mis ojos han visto alguna vez.

Rió, avergonzado, desviando la vista.

-Detente, me estoy sonrojando.

Hoseok se acercó, sonriendo. Puso ambas manos suavemente en las mejillas del menor, y juntó ambas narices.

-Te amo.

-Te amo muchísimo más.

Se besaron, lentamente, sintiendo algunas lágrimas mezclarse y caer por las mejillas de ambos.

Taehyung pasó sus brazos por el cuello del mayor, atrayéndolo más a él y disminuyendo la separación entre ambos cuerpos. Hoseok puso sus manos en la cintura del contrario, de manera suave, dejando pequeñas caricias.

Se alejaron unos segundos, y el menor sonrió.

-¿Besito?

El mayor rió, y se acercó al menor para depositar un pequeño beso en sus labios.

-Otro besito.

Y volvió a besarlo, sonriendo.

Ambos rieron, mirándose directamente a los ojos.

-¿Te cuidarás más?

-Lo intentaré.

-No, esa respuesta no me sirve.

-Entonces sí, lo haré.