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El lugar era demasiado extraño para él.

Estaba lleno de plantaciones y remolques coloridos, flores decoraban la entrada dándole un mejor aspecto de que tenía.

Comenzó a caminar, buscando entre todos los remolques el que necesitaba.

Después de años, nunca pensó que recibiría una carta de aquella persona, y mucho menos con tanta información y detalle de todo.

Esquivo a unos niños, y al fondo del lugar, entre dos árboles, se encontraba el lugar que buscaba.

Caminó más rápido, y al llegar tocó la puerta con un poco de nervios, sin saber que le esperaría.

La puerta fue abierta, y una delgada figura se hizo presente frente a él.

Llevaba ropa muchísimo más holgada que antes, y su cabello estaba mucho más largo, teñido de un morado oscuro.

-Nam, no pensé que vendrías tan luego- Fue lo primero que escuchó, con la melodiosa voz de  la chica -Entra, bienvenido a mi hogar.

Entró, quitándose los lentes de sol, y observando la decoración del lugar.

Seguía con los mismos gustos que cuando la conoció, como aquella joven de cabello negro y rostro serio.

-¿Quieres algo para beber?

-Agua, por favor- Pidió, intentando esquivar el hecho de que ambos se sentían nerviosos, como nunca antes lo habían estado.

Ya no se sentía igual el estar con ella.

Era como si ahora ambos fueran conocidos, como si nunca hubieran sido amigos cercanos.

Como si nunca hubieran compartido tantos momentos juntos.

-Y, ¿Como están los chicos?

-Taehyung tiene depresión, intentó matarse una vez y ahora está sufriendo de anorexia. Hoseok está cada vez más cansado y débil, y Minsu llora por las noches porque su mamá no está con él. Como puedes ver, son la familia más feliz del mundo.

La chica bajó su rostro, y caminó hasta Namjoon, entregándole el vaso con agua.

-No era mi intención...

-Oh cariño, claro que no. Obviamente no era una posibilidad el que su madre muriera.

-Estaba nublada por la ira, no lo pensé dos veces y simplemente actué. Yo no sabía lo que ellos harían con su madre y su hermano, de verdad que no- Explicó, intentando no exaltarse mucho -Cuando vi que los tenían me arrepentí de todo lo que hice, y cuando todo salió de control solo pude huir, porque tenía muchísimo miedo.

Namjoon bebió un poco de agua antes de seguir hablando.

-Y, al parecer, todo no salió como esperabas.

Seulgi negó con su cabeza, con el rostro cubierto por su largo cabello.

-¿Qué te han dicho?

-Que lo están buscando, pero que nadie sabe donde está. También dijo que no quería matarlo, pero todos sabemos que es mejor estar muerto que estar secuestrado por él.

-Supongo que no le dijiste absolutamente nada de nosotros, ¿No es así?

-No dije ni diré nada que los involucre. Solo le dije que la última vez que los vi fue en el funeral de la madre de Taehyung, y que no los he vuelto a ver.

-¿Pero Hyeon no estaba en la cárcel?

-Está ahí, consiguió que bajaran su condena y saldrá el próximo año, si es que no logra salir antes. Pero aún ahí sigue controlando a su equipo, y enterándose de absolutamente todo. Consiguió mi nueva dirección, cuando casi nadie sabe cuál es, quizás cuantas cosas más mías sabe y planea usarlas.

-Quizás te quiere matar también.

-Pues que lo haga, me cansé de vivir con la culpa clavada en mi alma.

Después de unos segundos de silencio, Namjoon volvió a hablar.

-¿Aún mantienes tus contactos?

-Algo así, me hacen favores cuando lo necesito. ¿Por qué?

-Tengo un plan, demasiado arriesgado para hacerlo solo. Necesitaría bastante ayuda.

Seulgi lo observó, y una idea pasó por su cabeza, haciéndola negar con su cabeza.

-Si es lo que estoy pensando, déjame detenerte. Es una locura, Nam, una maldita locura.

-Es la última carta que nos queda contra él.

-Hay demasiadas posibilidades de que no salga como lo esperas.

-Lo sé.

-Te pueden matar.

-¡Lo sé!- Respondió, hablando un poco más fuerte -Confía en mi, ¿Sí? Yo no seré como tú y traicionaré a todos.

Otro puñal directo al corazón de la chica, pero no hizo nada más que suspirar, porque sabía que era verdad.

-Pero, dejemos eso de lado por ahora- Dio otro sorbo de agua -¿Hace cuanto te mudaste aquí?

-Desde que todo pasó. Me sentí tan mal que me alejé de todo lo que me recordara al pasado, así que terminé aquí. Fue lo más lejos y tranquilo que encontré, y me gustó mucho.

-Es muy bonito, la verdad. Nunca te imaginé viviendo en un remolque.

-Hace años que tenía ganas de mudarme, creo que te lo había contado hace tiempo.

El chico asintió, terminando de beber su agua.

-¿Sigues siendo policía?

-No, lo dejé hace un tiempo. Borré los datos de todos y me fui. Ahora trabajo cuidando ancianos algunos días- Sonrió levemente -También cuido niños, pero eso no es tan seguido. Supongo que tu sigues trabajando con los chicos.

-Si es que eso se llama trabajar...- Rió suavemente -Pero si, sigo junto a ellos. 

-Ustedes robaron el banco, ¿No es así?- Lo miró directamente -Estoy casi segura de eso.

-Sí, fuimos nosotros. Tuvimos un par de meses de preparación pero lo conseguimos.

-Felicitaciones, ese banco está llenísimo de seguridad, es un gran logro poder robar ahí.

Y cuando hubo un segundo de silencio, Seulgi miró por la ventana, y su rostro se transformó.

-Mierda, son ellos, son los ayudantes de Hyeon. Debes esconderte, no te pueden ver aquí.

-¿Donde me escondo?- Namjoon se levantó, tratando de esquivar la ventana.

Seulgi tomó la mano de Namjoon y lo guió hasta su habitación, dejándolo entrar.

-Cuando entren, es mejor que salgas por la ventana y te vayas. Es lo más seguro.

Cerró la puerta, justo cuando las otras personas tocaban la puerta principal.

Arregló su cabello, y fue a la puerta, con nerviosismo.

Cuando Namjoon sintió como los ayudantes entraban, abrió la ventana de la habitación y miró hacia afuera, asegurándose de que nadie estaba mirando.

Y entonces, con cuidado, salió por la ventana, y comenzó a correr mientras se alejaba de la casa de Seulgi, deseando que nadie lo viera.



ʻOHANA ||HOPEV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora