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Por fin, después de mucho tiempo, tenía la mente en paz.

Estaba de pie, viendo como a unos metros, el cadáver de su mayor enemigo era enterrado entre unos matorrales.

Su rostro se mantenía sereno, al igual que él.

Desde que lo había matado, sentía que un gran peso desapareció de sus hombros, dejándolo libre por fin.

Había costado bastante limpiar todo el desastre de sangre y carne putrefacta del sótano, pero no se arriesgaría a que su hermano se encontrara con aquella espantosa escena. Así que limpió y limpió por horas hasta que todo la escena del crimen desapareció por completo.

También quemó su ropa que se encontraba manchada, volviéndola cenizas que después arrojó a la basura sin problemas.

Ahora solo esperaba que su vida volviera a la normalidad, de una vez por todas.

-Voy a dejarlo.

Ambos chicos frente a él le observaron, con curiosidad.

-¿A qué te refieres?

-A este estilo de vida, voy a dejarlo.

En su rostro se reflejaba la seriedad que contenían sus palabras. Dio un pequeño suspiro, antes de volver a hablar.

-Ya acabé con la mayor de mis preocupaciones, no quiero seguir arriesgando mi vida. No quiero que Minsu crezca con el miedo de que algo malo pueda ocurrirle, o que crezca rodeado de todas estas mierdas- Hizo un gesto con su boca, dejando en claro su desagrado -Quiero que tengamos una vida normal, y si es necesario dejar todo para lograr eso, lo haré.

Jimin asintió, con una pequeña mueca.

-Debo dejarlo también, ¿No?- Hoseok observó a su pareja -Si quieres que Minsu crezca en una familia normal, yo también debo dejarlo.

-Sé que te gusta esta vida, Hobi. Tener el control de la situación, sentirte como un rey destruyendo a sus enemigos. No te quiero alejar de esas emociones que te alimentan.

Taehyung rascó su cabeza, un poco nervioso.

-Es tu vida, puedes hacer lo que desees hacer.

El menor sabía que Hoseok no lo veía igual.

Después de las cosas que le confesó, sabía que Hoseok ya no lo veía con los mismos ojos, y temía que ya no lo quisiera como antes. Después de todo, le había mentido con algo muy importante solo para su beneficio.

La relación entre ellos llevaba meses sin ser la misma, pero Taehyung no culparía a nadie.

El lugar que alguna vez se había sentido lleno de vida, ahora no era más que un par de paredes frías y una oscuridad que los envolvía.

-No, no, debo dejarlo. Prometí que estaría contigo siempre, y si tú lo dejas, yo haré lo mismo. Después de todo, ambos deseamos el bien de Minsu.

Y después de dedicarle una última mirada, Hoseok volvió a lo que estaba realizando antes.

Cavaba con fuerza y de manera rápida, puesto que no quería estar ahí más tiempo del que fuera necesario.

Además, el hecho de que ambos niños estuvieran jugando unos metros alejados, lo hacía sentir nervioso de igual manera. No quería que ninguno de ellos viera lo que estaban haciendo.

Chaeyoung cuidaba a los pequeños, mientras jugaba con ellos para distraerlos de lo que pasaba en realidad. Taehyung decidió acercarse a ellos, incapaz de dejarlos solos mucho tiempo.

Cuando Minsu lo vio acercarse, corrió hacía el y lo abrazó con fuerza, a lo que el mayor le respondió el abrazo con fuerza también.

-¿Ahora me llevarás de viaje a mi también?- Preguntó con una sonrisa -Yo también quiero viajar de vacaciones.

-Está bien, nos iremos juntos de vacaciones, ¿Te parece la idea?- Preguntó con una sonrisa -¿Donde quieres ir?

-¡Por todo el mundo!- Respondió, soltando a Taehyung y abriendo sus brazos -Quiero ver todo el mundo.

-Yo también quiero- Jieun se acercó a ellos -Yo también quiero conocer el mundo, ¿Vamos, mami?

Ambos mayores rieron, sin poder aguantar al ver la ternura de ambos pequeños.

El corazón de Taehyung se sintió satisfecho y feliz de estar vivo, por primera vez en mucho tiempo.

Ahora su mayor preocupación sería cuidar de Minsu, y verlo crecer como un chico con buenos valores, como su madre hubiera querido.

-¿Podemos viajar al cielo? Quiero ver a mamá, la extraño mucho.

Taehyung quedó en blanco observando a su hermano por unos segundos, sin saber qué decir.

-Minsu, nosotros no podemos viajar al cielo- Chaeyoung le habló, poniendo su mano en el hombro del menor -Al cielo solo puede ir la gente a la que llaman, nosotros no podemos ir allá hasta que nos llamen.

-¿Y cuándo nos llamarán?- Preguntó, con un poco de nerviosismo evidente.

-No lo sé, pequeño. Pero sí se que tu madre te estará esperando cuando llegue tu momento.

Minsu sonrió, y comenzó a jugar con Jieun otra vez, dejando a ambos mayores solos.

Taehyung observó a Chaeyoung, demasiado nervioso.

-¿Como le explico que el cielo no existe?- Preguntó -En algún momento tendré que contarle que en realidad su madre está muerta y que no sé si la volverá a ver.

La chica lo abrazó con fuerza, aferrándolo a su pecho.

-Se lo dirás cuando sea el momento, cuando esté más grande y entienda mejor las cosas- Le respondió -Puede ser peor si se lo dices ahora, ya que aún es pequeño.

-¿Y si se enoja conmigo por no decírselo antes?- Volvió a preguntar.

Chaeyoung simplemente le abrazó con un poco más de fuerza, siendo esa su única respuesta.


***


Ambos mayores se encontraba en la sala de su casa, sentados en el mismo sofá. Habían tenido otra conversación minutos atrás, pero ahora se encontraban inmersos en un profundo silencio.

-Eres tan bonito cuando estás enojado.

Taehyung miró con una ceja alzada a Hoseok, sin agregar ninguna palabra más.

El mayor simplemente le sonrió de vuelta, mostrando los dientes.

Y Taehyung supo que no podía enojarse con su pareja.

-Pero te ves mucho mucho más bonito cuando me sonríes.

Le dio un pequeño golpe en el brazo al contrario, y ambos rieron.

-No estaba enojado, solo estaba preocupado- Explicó -De verdad no quiero que te ocurra nada.

-Y nada ocurrirá. Sabes que siempre tengo cuidado al hacer las cosas, así que puedes quedarte tranquilo- Hoseok tomó la mano del menor entre las suyas, y la acarició -Prometo mantener todo lo más lejos posible de ti y de Minsu, así no les ocurrirá nada malo.

-Eso espero- Taehyung suspiró -Pero confío en ti, así que no me preocuparé por eso.

Se abrazaron con fuerza, acomodándose en el cuerpo del contrario.

Ahora que todo había acabado, solo quedaba disfrutar de la vida como si mañana fuera el último día.

ʻOHANA ||HOPEV||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora