EL PODER DE UNA LUTHOR (TERMINADA)

NI UNA LÁGRIMA MÁS

POV LENA

El viento movía las cortinas de la habitación dejando entrar una pequeña y suave brisa dentro de ella. Este cuarto siempre fue cálido, pero esa mañana estaba bastante helado. No tardé mucho en incorporarme para por fin cerrar por completo la puerta corrediza con dirección al balcón.

Entonces solo volví a retomar lo que estaba haciendo, sin embargo, la vista fue a parar en las sábanas blancas que cubrían a Kara. Una parte del cabello rubio perfectamente acomodado caía por su rostro en pequeños mechones. Caminando lentamente fui en dirección ella y con mi mano izquierda retiré ese pequeño rastro de cabello, dejando ver su belleza.

––¿Porqué me importas tanto? ––me pregunté. ––como es posible que a pesar de todo siga siento esto.

¿Cuánto más podré soportar verla sin caerme a pedazos? me di cuenta de muchas cosas cuando Kara cayó ante mí en aquel lugar, dejando salir sus últimas fuerzas con tal de no hacer lo que yo tanto le exigía. Creí tener todo controlado pero no fue así, mis planes y estrategias siempre eran perfectas pero esa mañana fallaron por completo, dejándome consumir por el odio. Tuve que llevarla a mi habitación, lo cual no fue una de mis mejores opciones pero, ¿realmente importaba?

《¿Cuántas personas has llevado a ese cuarto?》

Es verdad, este lugar era muy personal y propio, donde sentía seguridad o simplemente podía desahogarme por completo, sin temor a que alguien contemplara una mujer destrozada creyendo ciegamente haberlo dejado en un lejano pasado.

《¿Aun lo sigues creyendo? 》

Lo complicado no fue traer a Kara hasta aquí, sino retirar su traje por completo y sustituirlo por una bata. Todo en ella era tan angelical, su piel y ese complejo tan alejado de un simple mortal.

La Kriptonita había entrado en todo su cuerpo dejándola sin fuerzas, aunque no sabía en cuanto tiempo despertaría.

––Nada ha cambiado, ––lamenté. ––todo sigue igual, tú despertarás y seguirás odiándome tanto como yo a ti. ––de repente un ligero sonido hizo apartar mis dedos de su mejilla.

Fue el celular de Kara que yacía sobre el mueve, lo tomé para ver la causa y entre tantas notificaciones tontas se dejó ver un interesante mensaje, llamando completamente mi atención. "Tiene un mensaje de Alex Danvers" Ese nombre hizo querer saber más, así que revisé la fecha dándome cuenta de que había sido hace tres días, la última vez que supe algo de ella. Estaba decidida a leerlo, pero para entonces Kara comenzó a moverse sin aún despertar.

––Len... ––escuchar mi nombre salir de sus labios provocó un estrago, era evidente que pasaba por una pesadilla. ––por favor. ––comenzó a entrar en fiebre, ––No lo hagas... ––sus palabras seguían sin tener algún sentido.

––Kara, ––sujeté sus manos con sumo cuidado. ––es solo una pesadilla. ––me coloqué a su altura mientras tocaba su frente, sin embargo, en ese momento despertó. 

《¡Mierda!》

––Tú... ––su expresión cambió radicalmente al verme justo a unos escasos centímetros de ella. ––¿Me has traído aquí? ––su mirada recorrió el lugar ignorado por completo mi presencia. ––¿tu cuarto? ––hizo una leve pausa, estaba por pararse de la cama, pero en cuanto lo hizo volvió a caer sobre esta, dándose cuenta de las consecuencias. ––No es posible... ––comenzó a tomar las sábanas entre sus manos apretando sus puños con fuerza. ––¿mis poderes? no comprendo.

––Necesitas... ––estaba por alejarme y para entonces lo había impedido, sujetándome del cuello, y haciendo que mis manos se colocaran encima de las suya tratando de soltarme de su agarre.

––¡Cómo es posible que seas tan hija de puta! ––dijo contrayendo la mandíbula, dejando ver una delgada vena en su cuello. ––tienes una idea de lo que me has hecho pasar...

––E-es una pena, ¿cierto? ––sonreí con cinismo.

Mi respiración se volvió complicada dejándome casi sin aliento y la vena en mi frente resaltó por la fuerza que estaba ejerciendo para liberarme.

––Debería de... ––entonces lo que hice fue empujarla con fuerza haciendo que finalmente decidiera soltarme, automáticamente retrocedí aun con las manos en el cuello mientras tocia, intentando recuperar el aliento.

––¡No vuelvas a tocarme en tu jodida vida! ––la sobredosis de Kriptonita le hizo perder una gran parte de sus poderes, en estos momentos era tan vulnerable como un humano.

––Te creí capaz de muchas cosas pero, ¿esto? ––Observó horrorizada. ––esto no tiene perdón, Lena. ––sus ojos se cristalizaron. -––lárgate... ––pude ver algo más que odio en esa mirada. ––¿no escuchaste? ––Volvió a insistir. ––¡vete y déjame en paz!

《¿Cuanto más seguirás con esto?》

––Intenta escapar, quizás lo logres. ––me dirigí a la salida. ––pero siendo honesta... ––giré el picaporte. ––dudo que puedas.

––Solo vete... ––cerró los ojos dejando caer la primera de muchas lagrimas, y es que el dolor, recién comenzaba.