POV LENA
Mis pensamientos seguían a flote luchando en contra de la desastrosa marea mientras se encontraba invadiéndome y es que tener que vivir con esto no sería nada sencillo, pero tampoco imposible.
Siendo realista ya nada más importaba, las cosas estaban hechas me gustaran o no. Sintiendo la pesadez en mis hombros decidí tomar una ducha fría. Me había desecho de toda ropa puesta, desde la chaqueta hasta los jeans junto a unos guantes de piel y finalmente fue cuestión de segundos para encontrarme desnuda en la bañera.
Era sorprendente que las estúpidas marcas estuvieran allí, aunque inevitablemente formaban parte de mi cuerpo. Odiaba que se notaran demasiado, debido a la tonalidad tan pálida en mi piel. No mentiré la extraña sensación de sentirme bien, acompañada de una inexplicable personalidad al no sentir la más mínima culpa.
《Tratas de huir de una realidad en la cual no existe ninguna salida》
Cerré los ojos por un corto momento olvidándome de quién era y las mil cosas ocurridas incluyendo hacia donde me dirigía, pensando, ¿cuál es el propósito de esto? Tras analizarlo salí de la bañera y posterior a eso comencé a vestirme. Hoy tendría que darle la pésima noticia a Kara y por desgracia suya sabía lo mucho que le dolería.
Bajé las escaleras cuidadosamente recordando las formas de sus posibles reacciones, comprendiendo que estaba apunto de ponerle un final a nuestra historia. Kara es una persona fuerte y sé que siempre ha lo demostrado, sin embargo, la conozco tan bien que incluso sé lo desgarrador que podría ser la desaparición de Alex.
Era cuestión de tiempo para que la DEO la diera por muerta y para que su familia dejara de buscarla pero, ¿y Kara? Ella jamás se perdonaría que por su culpa Alex estuviera pagando las consecuencias, afortunadamente yo me encargaría de recordárselo todos los días de su vida. Por fin lograría comprender el dolor que aún siento y sentí durante tantos años.
Cuando al fin llegué al sótano logré observar a Kara dándole la espalda a la puerta principal, se encontraba recargada en el campo de fuerza con las manos extendidas de lado a lado y su mirada perdida en el suelo mientras una parte de su cabello permanecía en su rostro.
—¿Aún sigues creyendo que todo estará bien? —me adentré de lleno a la habitación cerrando por completo la puesta de tras mío. —¿De verdad crees que vendrán a salvarte? —tardó unos instantes en hablar, pero al final lo hizo.
—Es una pena que aun sigas creyendo que tus palabras podrían importarme. —confesó manteniéndose indiferente.
—Entonces porque no me das la cara. —mi semblante estaba firme y centrado en sus movimientos.
—¿Soy yo la que tiene qué darte la cara? —sus manos se alejaron de donde estaban para después voltearse y rencontrarse con mi mirada. —¿soy yo la cobarde? o es acaso que tú lo eres. —expresó. —tanto temes que un día de estos te llegue a ignorar por completo a tal grado de no importarme en absoluto tu presencia. —negó dejando salir una sonrisa forzada. —es una lástima...
—Pretendes odiarme, pero puedo ver en tu mirada que aun no logras hacerlo. —llevó una mano a su cuello mientras dejaba salir una mueca de fastidio.
—¿Quieres saber qué pienso al respecto? —preguntó. —asco de la persona en la que te has convertido, eso es lo único que me provocas.
—¿Asco? —tomé el control y me deshice del campo de fuerza para ahora ser yo la que estuviera adentro con ella. —mírame. —estaba a unos escasos centímetros de Kara. —¡mírame y dime que solo te genero repulsión! —podía sentir la enorme tensión que nos rodeaba.
—No sé que pretendes, pero no lo conseguirás. —contestó sin perder la firmeza en su voz
—No pretendo nada, —contesté. —solo quiero dejarte en claro una cosa, y es que aun te falta mucho para poder superarme. —sonreí. —¡por dios, Kara! —sus ojos azules aún seguían tan deslumbrantes como siempre "Llenos de esperanza" su mirada al verme no había cambiado en absoluto y aunque tomó tiempo darme cuenta logré verlo. —¡míranos! y acepta que nuestra relación es tan tóxica que estamos en esta habitación haciéndonos pedazos una a la otra, intentado ser mejor y tratando de no derrumbarnos con las palabras hirientes que salen de nuestra boca, —mi mano acarició su rostro. —¿y ahora dices que te causo una enorme repulsión? —me burlé. —no quieras engañarme, ni tampoco trates de engañarte a ti misma. —rosé la comisura de su labio inferior. —ahora mírame, y dime el asco que te causo.
—Lena... —cerró los ojos para después abrirlos lentamente. —quizás si hayas llegado mucho antes habría funcionado, ¿pero ahora..? —sus manos retiraron las mías bajándolas por completo. —ahora no tienes ni la menor idea de la enorme y profunda repulsión que veo en ti. —su mirada seguía en mí. —arrogancia es lo único que siento cuando te veo. —agregó. —en esos ojos verdes que una vez lo fueron todo para mí, ahora son una completa obscuridad y miedo. —reprochó. —es una lastima, me das lástima...
《Ahora ella te rechaza》
—¿Miedo y lástima? no te confundas, jamás podría sentir algo tan absurdo como eso.
—Eres fuerte con tus juegos estúpidos, pero sin ellos no eres nada. —sonrió divertida. —¡nunca has sido nada!
—Si eso crees entonces no seré la que te haga cambiar de parecer. —tomé la tableta. —¿estas segura de ello? —bien, veremos que tanto puedes soportar con uno de mis juegos estúpidos como tú los llamas.
—¿Qué haces? —sus venas tomaron un color verde dejando ver la Kriptonita recorriendo su cuerpo. —¡no lograrás nada con esto! —contrajo su mandíbula dejando salir un leve quejido.
—Me sorprende que aún permanezcas de pie, ¿aumentamos la dosis? —sin previo aviso lo hice viendo la debilidad en su cuerpo, era difícil de rendirse y mientras trataba de caminar hacia mí volví aumentar el nivel.
—¡Eres una! —su cuerpo estaba cansado de cargar tanto dolor.
—¡De rodillas Kara! —grité. —siempre estarás de rodillas ante mí y sin importar que hagas siempre permanecerá por debajo mío con la mirada arriba, observando cual es tu estúpido lugar aquí.
—¡Jamás!
—¡Suplícame! —reclamé. —implórame que pare, porque si no lo haces entonces no me detendré...
—No... —se rehusó. —¡no lo haré!
—Arrodíllate y pídeme perdón por todas las estupideces que has dicho.
—Sigue soñando... —la fuerza en sus piernas la estaban abandonando por completo. —Len... —"y así fue" en segundos ya estaba en el suelo.
—Creo que eso te enseñará a no desafiarme. —retiré la Kriptonita intensa de la habitación a lo normal de siempre y cuando comencé acercarme caí en cuenta de un pequeño detalle. "Ella no estaba reaccionando" Seguía en el suelo y de repente algo extraño comenzó a invadir mi cabeza. —¿Kara..? —toqué su hombro, sin recibir respuesta. —Kara... —algo no estaba bien. "Nada está bien" —No. —coloqué su rostro en mis piernas, pero ella seguía sin despertar. —Kara, escúchame... —tenía miedo, realmente tenía miedo en ese momento. —reacciona, Kara. —comencé a entrar en pánico. —No, por favor. —me había sobrepasado con la dosis. —Tienes que despertar...
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EL PODER DE UNA LUTHOR (TERMINADA)
De TodoTener de rodillas a la última hija de Kripton nunca estuvo en sus planes, pero verla tan débil y exhausta en aquella habitación le hizo darse cuenta que sólo ella tendría el poder para tener a un super estuviera ante sus pies de esa humillante maner...