Prologo

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Me desperté por los gritos de mamá, su novio le está gritando… Otra vez  

-Eres una Puta, maldita sea ¿dónde está la plata?- lo escucho decir mientras arroja cosas

-Te la di a ti- escucho llorar a mama y me da mucho coraje tengo 13 años y comparada con el no tengo la misma fuerza, pero no puedo dejarla así, me levanto de mi cama y voy a la cocina

-Basta, yo tengo plata para que te compres las cervezas maldito borracho- le digo furiosa y evitando que le dé un cachetazo a mama, Él me mira

-Que dijiste?- me pregunta con una advertencia en su tono

-lo que escuchaste infeliz- le retruco

-Anda a dormir hija por favor no te metas- suplica mi madre ella es tan frágil y este hijo de puta la maltrata, muchas veces le dije a mama que nos escapemos, que lo dejemos, pero ella no quiere dice que lo ama y el también que la que no entiende soy yo porque soy chica pero que el amor es asi. Sinceramente si esto es amor prefiero no enamorarme nunca

-No mama— le contesto luego me dirijo a el— ¿queres la plata o no? - él se acerca a mí y me agarra de los pelos escucho a mamá decirle que me deje

-Vuelve a decirme Infeliz otra vez maldita puta-

-IN-FE-LIZ- le digo desafiante y mirándolo directamente a los ojos Él me tira contra la pared haciendo que un dolor punzante recorra mi cabeza, sentí un líquido caer por mi oreja y el dolor ya estaba acostumbrada a esto pero por lo menos ahora mama va a ser olvidada

-Donde está la plata?- me grita mientras me patea, escupo sangre

-En mi habitación debajo de mi colchón- digo con la voz inestable ya que los golpes en el estómago evitan que mi voz salga pareja, empiezo a odiarlo cada vez más estaba guardando esa plata para irme pero esto es más importante por lo menos va a poder mandarse tremenda borrachera y desaparecer por unos días y si tengo suerte le va a dar un coma alcohólico y va a dejarnos tranquilas, me mira por última vez mientras se dirige a mi habitación mama se acerca a mí con lágrimas en los ojos

-¿por qué no te quedaste en tu habitación?- agarra unas servilletas y limpia mi sangre frenéticamente

-Por favor mama, vámonos, esto no puede seguir así- le suplico

-No hija, el solo se pone así porque trabaja mucho pero él nos ama, todo va a estar bien- siempre dice lo mismo y nada cambia nada está bien nunca, lo escucho tirar todas las cosas de mi habitación mi mama se estremece y tengo tantas ganas de matarlo el vuelve con la plata y se la mete en el bolsillo

-córrete- y empuja a mi mama a un lado

-Como hiciste tanto dinero?, ¿me estuviste robando?- me pregunta cerca

—Ja! como si tu trabajaras— le digo, me pateo mentalmente y el me mira furioso, me agarra un montón de pelo tironeándolo y acercándome  a el

—Contesta la maldita pregunta— me aguanto el dolor punzante en mi cuero cabelludo

-estuve trabajando en el almacén de Don Gregorio, después de la escuela- le digo entrecortadamente, el me suelta y se queda pensando un segundo mirándome, yo me estremezco por que tengo el presentimiento de lo que se le puede ocurrir, una sonrisa maliciosa aparece en sus labios

-pues vas a tener que venir conmigo tengo unos amigos que me van a dar buena plata por vos- no pude evitar sentir temor, desde que cumplí los 12 y crecí unos centímetros que el me mira distinto

-No, Por favor, es una niña- intenta razonar mi madre, Él la mira y la fulmina con la mirada

-Esta puta no es una niña y es muy bonita así que tengo que sacar provecho - me toma del brazo y me lleva afuera, mi mama, gritaba  e intentaba llegar a mí ,yo empecé a forcejar para que me suelte el empujo a mama haciendo que chocara contra la mesada, cayó al piso y no se movió más, el pánico me invadió

-MAMAAAA- grite pero nadie me escucho me subió a su auto a empujones y manejo, intente pensar en todas las maneras de salir pero no encontraba una, el dejar a mama tirada en el piso me tenía nerviosa y no podía pensar con claridad, un rato después él se detuvo en un auto servicio

-Te quedas aquí y no haces ningún ruido pendeja!- y sale de seguro a comprar más licor ya apestaba como una fábrica de alcohol no podía dejar de pensar en mi mama y ¿si la mato?, mire atrás del auto y encontré una de las botellas de vodka  lo agarre y lo puse bajo mi asiento, justo a tiempo cuando lo vi venir, subió le dio unos tragos al vodka  nuevo, me miro sonriendo y arranco. Fuimos a un bar de mala muerte que estaba cerca.  Vivíamos en un pueblo chico y todo estaba cerca, el detuvo el auto y bajo sus pasos eran inestables por que el ya había empezado a tomar desde la tarde, abrió la puerta de mi lado cuando me estaba por agarrar saque la botella y se la partí por la cabeza él se tambaleo y cayo

-maldita prostituta- se quejó en el suelo yo salí del auto apurada pero el me agarro del pie haciendo que me tropiece

-no te vas a ir, escúchame bien maldita- empezó a jalonearme el pantalón del pijama -Primero te voy a tomar yo y después todos los tipos del bar, vas a ser tomada tantas veces que no vas a saber si eres una persona o un trapo- decía mientras yo intentaba salir de su agarre y mantener mis pantalones puestos algunas lágrimas me empezaban a rodar por las mejillas, respire profundo y junte todas mis fuerzas para darle una patada, él ya estaba arriba mio intentando inmovilizarme pero tuve un microsegundo de oportunidad y se la di, el me soltó diciendo una maldición. Corrí, corrí tan fuerte como pude a pesar del maltrato no podía sentir los dolores por la adrenalina que recorrí mis venas. Antes de perderme en la noche lo oí decir algo que me estremeció

-TE VOY A ENCONTRAR NO VAS A PODER ESCONDERTE MALDITA, Y CUANDO LO HAGA VAS A VER DESEADO MORIR!!- me grito

No le di pelota tenía que llegar a mi casa antes de que él decida levantarse, sabía que estaba bastante borracho y tal vez tendría suerte y entraría al bar a olvidarse, esta era mi oportunidad de largarme de este lugar con mi mama aunque tuviera que hacerlo a arrastras, me la llevaría. Cuando llegue entre y mama seguía en el piso, con el corazón en la boca me arrodille a su lado y rece a algún Dios para que no estuviera muerta le tome el pulso y todavía respiraba, suspire un poco más relajada.

-¿Mama?- la moví ella abrió los ojos y miro a su alrededor después sus ojos viajaron a mí, se levantó y la ayude

-mama tenemos que irnos por favor ¡¡¡vámonos!!! Él está loco pretendía violarme y venderme a sus amigos- ella abrió los ojos como platos y un dolor cruzo por su mirada, se alejó de mi bruscamente, ese movimiento hizo que trastrabillara, se sujetó a la mesada

-¿Qué? ¿Casi te acostaste con mi marido?- me miro furiosa, yo la mire confundida, intentando creer que escuche mal o que el golpe le había afectado

-¿Qué? No, Mama Él ca-si me vio-la- le repito diciéndolo despacio para que captara lo que le estaba diciendo

-eres tú la razón de que el este así, él te desea por eso...- se queda pensativa y me vuelve a mirar, inspeccionando cada parte de mi rostro y de mi cuerpo, me sentí rara 

— ¿Estas Bien?— le pregunte empezando a asustarme de que tuviera algún tipo de derrame cerebral

—te vas de mi casa, no quiero verte, te vas— me dice determinante, yo estaba anonadada y el cuerpo me empezaba a doler

-Mama, no podes decirme esto, soy tu hija, te amo— intentaba razonar

-No me amas si no, no lo hubieras provocado—se dirige a mi habitación y yo me quede dubitativa entre llamar a una ambulancia o sedarla pero sabía que nos iba a tomar más tiempo del que tenía, ella volvió con un bolso, y en mi pecho sentí un vuelco, había encontrado la razón y me estaba haciendo caso, quise gritar de alivio

-Quiero que te vallas y no vuelvas nunca, eres mucho más bonita que yo y no vas a robarme a mi marido- me tiro el bolso a mis pies se me callo el alma, esto no podía estarme pasando, ella me empezó a empujar y me saco de mi casa no hice ningún movimiento de resistencia porque no lo podía creer asi que tome mi bolso resuelta, yo me tenía que ir y si ella no me elegía no podía seguir perdiendo tiempo asi que con lágrimas en los ojos me encamine a un lugar donde sea lo más lejano posible de ellos y enojada desee no volver a verlos nunca más. Y asi con la noche como escenario me fui con mi cuerpo, mi corazón y mi alma rota para intentar olvidar a Frank y mi mama…

Serie Second Chances: Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora