capitulo 8

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“oh no se me callo mi vaso con jugo” Tengo miedo el se va a enojar conmigo

-Mocosa, ¿Qué demonios estas haciendo?- escucho a frank gritarme desde la sala intento buscar un trapo para tapar mi desastre, puedo escuchar sus pasos acercándose no quiero que se enoje mas conmigo, lo veo en la puerta y sus ojos ven el desastre en el piso con los vidrios del vaso esparcidos

-Maldita sea inútil!- el se acerca a mi y yo tiemblo preparándome para el golpe, el me agarra de los pelos y me obliga a juntar los vidrios con mi manita, hoy cuando Sali del jardín mamí ya no estaba y no me gustaba estar a solas con Frank pero tenia sed y me daba miedo pedirle a el, tendría que haberme quedado en mi habitación, un vidrio se me clavo en el dedo y me esta sangrando me asusto y sin poder evitarlo me pongo a llorar, él monstruo lo nota

-Ahg, nada podes hacer bien? Ándate a tu cuarto, maldita mocosa- me dice empujándome de la cocina una vez que llego a la puerta voy a salir corriendo pero el latigazo en mi espalda me deja congelada del dolor

-no te ibas a ir sin antes recibir un castigo por lo que hiciste, te vuelvo a escuchar llorar y te doy otro- me dice jalando mi pelo, con lagrimas en mis ojitos asiento despacio, mientras ese ardor me quema y me duele mucho, una vez que me suelta me pongo a llorar en silencio en mi habitación…

Desperté agitada otra vez soñé con el maldito desgraciado con el que me crie, ese recuerdo fue de cuando tenía 5 años apenas y el me trataba con el peor odio del mundo, empecé a ventilar, me estaba sintiendo mal como siempre que un recuerdo o  sueño viene a mi mente. Intento pensar en algo bueno para calmar mi ataque de pánico y Cristian viene a mi, luego de su pequeña declaración no se volvió a tocar el tema primero porque no encontraba palabras para contestar a eso y segundo porque esa frase “eres especial para mi” rondaba por mi cabeza, el decía eso porque no me conocía al 100 por ciento, no puedo ser especial para nadie, yo solo lastimo soy como un cáncer que va a atacando de a poco hasta terminar con la vida de los demás lenta y dolorosamente soy dañina para todo aquel que decide quererme por eso no puedo acercarme a los demás, como puedo esperar que alguien pueda quererme si ni mis padres lo hacían mi padre me abandono cuando supo que no era el varón que deseaba y la única imagen de padre que pude tener casi abusa sexualmente de mí y me golpeaba como si fuera su hobby favorito y mi madre? Ella debió a ver visto desde ese instante que yo iba a ser una mierda de persona por eso me echo no la culpo se estaba protegiendo, no puedo acercarme a el, no puedo permitírselo, estoy rota soy una muy mala opción y estoy pensando seriamente en irme de la ciudad de dejar todo esto, ya no tengo fuerzas para luchar, todas las palabras dulces de Cristian solo me trastorna por que desearía no estar rota ser una chica normal, con clase y educada para estar a su nivel, y no sentirme como la mierda que soy, estoy llena de oscuridad, tuve una sola mejor amiga cuando tenía 16 años ella salía con un chico que no era muy bueno que digamos, no para ella, sin embargo el me sedujo y yo acepte ser seducida, la traicione cuando ella me había dado su amistad y cariño soy una mala persona y no merezco el cariño de nadie, y esos recuerdos de la noche en que cumplí 17 me atormentan dia y noche. No puedo seguir viviendo asi, esa oscuridad me iba atrapando volvía a mi implantando cada recuerdo en mi cabeza, fui al gabinete del baño y agarre el cúter de ahí e hice lo único que siempre aleja la oscuridad lo que aleja el amargo sabor de ser la mierda que soy corte mis muñecas sintiendo el ardor sobre ellas, ese ardor que alejaba la oscuridad, veía la sangre rojo oscuro acumulándose y goteando por mi muñeca, entonces empezaba a ver con más claridad y el dolor de mi pecho se calmaba la desesperación de mi corazón se alejaba, jamás tuve el coraje de ir más profundo solo hasta donde podía arder y sangrar. Me senté en el piso del baño frio y cerré mis ojos inundándome con el dolor de mis cortes que apaciguan la aflicción de mi corazón

Serie Second Chances: Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora