Capitulo 3

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Natacha

 “unos ojos azules me miran intensamente

-No temas- me dice, lo miro confundida

-Por que debería hacerlo?- le pregunto él no contesta me toma de la cintura y me acerca a él y me besa, sus labios dulces tocan los míos invadiendo mi boca con su sabor tomando de mi lo que necesita luego el baja una mano para meterla dentro de mis pantalones y empieza a hacer círculos sobre mi clítoris enviándome una corriente de placer directo a mi vientre , se me escapa un jadeo de mis labios el suelta mi labio inferior y me mira, otra vez esos ojos azules, me da una sonrisa de lado, cuando cierro mis ojos y empiezo a sentir que el mundo se rompe a mi lado pero un repentino aire me estremece y abro mis ojos para ver que me miran unos ojos negro llenos de crueldad, ya no siento la mano si no que me tienen del brazo con fuerza, el éxtasis que sentí unos segundos antes desaparece como un balde de agua fría que hace tiritar  todo mi cuerpo

-¿Que estás haciendo pequeña prostituta?- me pregunta esa voz maliciosa, su aliento a alcohol y cigarrillo sopla sobre mi cara, sin poder evitarlo miro a todos lados asustada

-¿Qué haces aquí?- pregunto

-Te dije que no ibas a poder librarte de mí- y se acerca más a mí y yo empiezo a gritar”

Abro mis ojos totalmente asustada y confundida registro el lugar y estoy en mi cama suspiro e intento normalizar mis respiración “fue solo una pesadilla” me digo como para asegurarme de que lo fue, miro mi reloj y son las 10:45 cierro los ojos para recordar la mirada azul y ,mi cuerpo se calienta al recordar  la sensación que tuve al besarlo pero después recuerdo a Frank y se me eriza la piel por la incertidumbre hacía mucho tiempo que no soñaba con el y eso me tiene inquieta, decido que es hora de levantarme y limpiar un poco.

Después de terminar alrededor de las 3 de la tarde decido ir a correr un poco para tranquilizar mi mente, siempre me tranquiliza correr es como que me libero totalmente sobre una pista y mis zapatillas es un lugar donde puedo ser yo sin preocupaciones, mi mente se deja llevar por la música y no hay pensamientos malos no hay preocupaciones no existe el mundo, no está la oscuridad invadiéndome el alma, correr o leer es lo que me despeja de mi realidad es increíble como leyendo un libro mi realidad cambia me sumerjo en sus páginas como si yo fuera el personaje mi imaginación se deja llevar y es como si las palabras escritas me llevaran a otro mundo mis heroínas literarias me enseñan y hacen vivir sus sentimientos tan extraños para mí ya que en mi propio mundo lo único que conozco es el dolor, el abandono, la tristeza pero a la vez es lo que me hace fuerte me hacen seguir adelante a veces cuando paso horas leyendo y vuelvo a mi realidad me sorprendo por el poder que tiene sus palabras por el poder de hacerte sentir tantas cosas como de un momento a otro podes sentir el cariño y el odio hacia cada personaje como la escritora proyecta esos sentimientos haciéndolos tangibles

Una vez descargada toda mi mala vibra en el parque me fui a casa para cambiarme e ir al pub donde Ryan ya estaba ahí dando órdenes a diestra y siniestra el me vio llegar y sonrió yo asentí, si no estaba trabajando las sonrisas no aparecían por mi cara pero Ryan no se enojaba, me senté en un taburete y me prendí un cigarrillo Ryan se acerca y me dice

-¿Cómo estas hoy?

-Bien- digo como siempre, el me observa un segundo y decide que no tiene que preguntar asi que se vuelve para hacer lo que sea que estaba haciendo pero parece recordar algo porque  vuelve y extiende su mano para tocar la mía  y con toda la seriedad que este hombre puede llegar a transmitir dice

-Natacha, podes contar conmigo- yo miro su mano y frunzo el ceño él nunca me toca ni habla de esa manera, como si me tuviera cariño desde el primer día que lo vi él siempre se mantuvo distante y profesional

Serie Second Chances: Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora