Capitulo 25

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Geraldine

Abrí mis ojos poco a poco, sentía mis manos atadas y la boca amordazada sentí el pánico en mis células cuando mi cerebro paso los 5 segundos de confusión y cada recuerdo volvía a mí, quise gritar de impotencia por verme en esta situación.

—Qué bueno volver a saber de ti. No sabes cuánto ansíe el volverte a ver— Su voz hizo eco en la habitación, no lo había visto al principio por que las luces son tenues, pero ahí estaba el mirándome expectante con las manos juntas y los codos a la altura de los posa brazos de la silla, su pelo era más corto de lo que lo recordaba y estaba peinado prolijamente, llevaba un traje negro sin corbata y desabotonado, me encontré con sus ojos negros y muchos recuerdos de ellos vinieron a mi mente.

— ¿No vas a decirme nada?— dijo sonriendo, yo lo fulmine con mi mirada deseando tener visión de láser y quemarlo ¿Qué es lo que va a hacer conmigo? ¿y porque me mira de esa manera? Me hace sentir desnuda, mire hacia abajo para cerciorarme estar vestida, Uff menos mal creí que estaba en pelotas.

— Cierto estas amordazada. A ver qué soluciono eso… ahí está, ahora si ¿Cómo andas? Fuiste realmente un gran desafío todos estos años eh!— con sus manos había bajado la mordaza y estaba esperando que hablara pero no le iba a dar el gusto, no le  conteste estaba concentrada en ver donde diablos estaba. La habitación era cálida parecía ser de alguna casa, pensé que me traería a algún lugar abandonado pero no era asi, había una cama y estaba muy bien amueblada lo que no tenia eran ventanas porque estaban tapadas, calculo que era para que no viera donde estábamos, tal vez eso significaba que seguíamos en el mismo país ¿Cuánto tiempo abre estado inconsciente? ¿Daniel? Demonios ¿estará bien? ¿Qué era eso de que era mi hermano? Eso no podría ser, a menos que mi padre el que me abandono haya tenido otro hijo antes que a mi si eso podría…

—Odio cuando no me contestas— me dijo Frank dando un golpe a la mesa que tenía al costado y haciendo que mis pensamientos se quedaran ahí. Tal vez lo sensato sería complacerlo para mantenerme con vida, pero de ninguna manera lo haría

— ¿Qué mierda quieres Francisco?— le dije tan desafiante como me podía permitir en esta situación, el sonrió

—Parece que estuviste haciendo los deberes ¿no es asi?—como pude me encogí de hombros

—Me parece bien, pero tendrías que haber sido un poquito más inteligente y averiguado sobre ti misma de esa manera podrías haber llegado a mí—

— ¿Que se supone que significa eso?— el soltó una carcajada luego saco un habano y lo prendió se tomó su tiempo en inhalarlo, me miro echando el humo en firmes círculos y me dijo

—El saber es poder Geraldine. Me gustaría que pasaras a otra vida sin saberlo— me guiño el ojo y me dejo sola en la habitación. Maldito desgraciado ¿me iba a dejar atada asi? La puta madre me iba a quedar moretones en las muñecas, me había olvidado como disfrutaba dejarme marca. infeliz. Parece que los pocos hombres que conozco solo tienen secretos a mí alrededor. Ahora me pregunto ¿porque nunca le pregunte a mi mama sobre mi padre? ¿cuál era su nombre y todo eso?. Si llego a salir con vida de esto, voy a buscarlo. Intente moverme con la silla a mi alrededor para ver si encontraba alguna manera de escaparme, ni siquiera había un reloj de pared. Maldita sea mi vida.

Cristian

 —Deja de dar vueltas vas a terminar por agujerear el piso— me dijo Thomas lo fulmine con la mirada

—Idiota no te das cuenta que no estoy para tus comentarios— le dije en un tono fuerte, el hizo una mueca

—lo siento hermano, es solo que no sé cómo ayudarte— quería decirle que no se preocupara, que calladito ya me estaba ayudando pero sinceramente en este momento no podía ser amable ni aunque me estuvieran pagando, hace dos horas que Natacha está desaparecida, estoy esperando que mi gente pueda encontrar la manera de ubicarla pero todavía no me dieron ningún tipo de información. Tenía ganas de ir donde sea para encontrarla, me estaba carcomiendo el cerebro de solo pensar en lo que podría estar viviendo, solo me pregunto ¿Por qué no lo vi venir? ¿Por qué confié en Daniel?. Thomas se levantó y fue abrir la puerta cuando sonó el timbre. Mi hermana entro un momento después  y me trajo un te

Serie Second Chances: Mi luz en la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora